El proceso de reestructuración de Petroecuador, que se inició en octubre pasado, le costará su existencia. La petrolera estatal pública, que nació el 26 de septiembre de 1989, desaparecerá como operadora de los campos estatales y en su lugar quedará Petroamazonas, constituida para administrar el área que resultó de la expulsión de la estadounidense Oxy.Así consta en un informe de la comisión integrada por cuatro profesionales: Óscar Isch y Francisco Narváez, por parte de Petroecuador, y Leonardo Cornejo y Francisco Mendoza, por el lado de Petroamazonas.
El documento fue aprobado por el directorio de Petroecuador en los últimos meses del año pasado.
Según un cronograma definido, el proceso de desaparición de Petroecuador como operadora se iniciará en abril y se extenderá a septiembre.
En ese lapso se concretará la fusión de ambas (áreas operativas): Petroecuador y Petroamazonas, y así Petroecuador desaparecerá.
A partir de octubre del 2012 terminará la implementación del proceso con la estructura interna de las empresas hasta una fecha aún no definida.
La encargada de todo ese proceso será la consultora Deloitte O&G y Accenture; esta deberá realizar un estudio especializado para adecuar el modelo de operación y gestión de ambas petroleras, es decir, los pasos de la modernización.
La disposición del Gobierno o línea base, como se denomina a los objetivos del estudio de los técnicos petroleros, es transformar a la actual Petroecuador en una compañía de gestión en donde la empresa pública se encargue de establecer las políticas, las normas, los estándares y los procedimientos “a manera de un holding”.
Así, la actual Petroecuador abandonará los campos para dedicarse únicamente a la gestión y el cumplimento de la política gubernamental. Su presencia en los campos petroleros estará sustituida por Petroamazonas que, según el informe, se encargará del upstream, término en inglés que indica exploración y explotación de crudo.
Para las tareas de refinación y comercialización se creará Petropacífico, una empresa que resultará de los departamentos dedicados actualmente a ese proceso al interior de Petroecuador. Ahora se denominan gerencias de comercialización y refinación. La primera se encarga del abastecimiento interno de combustibles y la segunda, de las refinerías.
El futuro del transporte de crudo a través del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) está por definirse. A las autoridades no les preocupa tanto ese proceso porque está “funcionando bien” y prefieren dejarlo a un lado –por el momento– para “enfocarse en los que requieren mejora”, según consta en el documento.
