La mañana de ayer se desarrolló en el aula magna de la Espol Las Peñas, en Guayaquil, el diálogo sobre el tema “Los desafíos del Ecuador rumbo a Cancún”, en el que representantes del Ministerio del Ambiente y otras organizaciones expusieron sus propuestas.Según Marco Chíu, subsecretario de Cambio Climático, estas organizaciones se reúnen permanentemente para definir estrategias de negociación que, en menos de dos semanas, serán debatidas en las reuniones preparatorias previas a las de alto nivel.
“Este año hay que ser proactivos, llevar propuestas, a fin de que no suceda lo mismo que en el Tratado de Copenhague en 2009”, cuando varios países llegaron a consenso sin incluir los intereses de otras naciones.
En total, asistirán como delegados a la cumbre en México 24 personas, miembros de los ministerios Coordinador de Patrimonio y de Recursos Naturales no Renovables, entre otros. Además participarán representantes de la sociedad civil, entre estos la Asamblea Nacional y grupos indígenas.
Una propuesta es la reducción del CO2 a no más de 1,5 grados, lo que no afectaría en gran parte los sistemas climáticos. Por su parte, los países desarrollados proponen hasta dos grados de incremento de la temperatura. Ecuador, según inventarios sectoriales del Ministerio del Ambiente, contribuye con emisiones de CO2 en un 15% por energía, 83% por uso del suelo, cambio del uso del suelo y avicultura y un 2% por procesos industriales.
Además, según estudios sobre el cambio climático, el país está alertado por una mayor frecuencia de precipitaciones intensas, olas de calor, temperaturas extremas, sequías e inundaciones. Por ello debe tratarse el tema más a fondo, dicen las autoridades.
La delegación además tiene como objetivo que Ecuador sea reconocido como país vulnerable, lo que nos ubicaría como una de las naciones prioritarias para la transferencia de tecnología y financiamiento para la adaptación de distintos proyectos.
En el Tratado de Copenhague no se reconoció a Ecuador como país vulnerable, por lo que ahora se planteará ampliar ese concepto. “Tenemos un gran porcentaje de población en pobreza, ecosistemas altamente frágiles y eso define vulnerabilidad”, afirma Chíu.
“La propuesta del Ecuador es muy concreta. Nos interesa el cumplimiento de obligaciones bajo la convención tanto en reducción de emisiones como en compromisos financieros”, agrega Daniel Ortega, director general de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Cancillería.
Pero además de esto y de la petición de un segundo período de compromiso que tienen que cumplir los países desarrollados, Ecuador posee otra propuesta, a través del presidente de la República, Rafael Correa.
Este es el mecanismo de emisiones netas evitadas, que consiste en complementar lo que ya existe, es decir, el tratado de Kioto, los mercados de carbono, entre otros aspectos.
Este no es un mecanismo mercantil, no entrarían al mercado de carbono, pero se plantea que los países desarrollados cumplan sus compromisos económicos, de reducción de emisiones y contribuyan al desarrollo sostenible. “Así, una actividad que uno puede desarrollar económicamente, no la desarrolla y, por tanto, tampoco genera esas emisiones. Pero a cambio recibe una compensación económica, equivalente a lo que hubiese recibido al realizar la actividad”.
El presidente Correa está por confirmar su presencia en la cumbre de Cancún. El Primer Mandatario pidió incluir en los textos de negociación este mecanismo.
Dentro del proceso de negociación del Protocolo de Kioto, afirma Ortega, solo hay un punto en discusión. Este es que los países desarrollados deben tener un segundo período de compromisos en reducción o límites de mitigación.
La última semana del período de negociaciones está previsto el segmento de alto nivel, con ministros, jefes de Estado y cancilleres quienes, a partir del 8 de diciembre, tomarán finalmente decisiones.
