“Estados Unidos lamenta profundamente la publicación de cualquier información que debía ser confidencial, incluyendo conversaciones privadas entre terceros o evaluaciones y observaciones personales de nuestros diplomáticos”, dijo la jefa de la diplomacia estadounidense.
“Estados Unidos condena firmemente la publicación ilegal de información clasificada, que pone la vida de personas en peligro, amenaza nuestra seguridad nacional y socava nuestros esfuerzos para trabajar con otros países”, dijo Clinton.
Wikileaks, a través de cinco diarios de referencia mundial, ha divulgado más de 250.000 documentos, algunos de ellos secretos, referidos principalmente a las comunicaciones del Departamento de Estado con más de 270 embajadas, consulados y misiones diplomáticas de EE.UU. en todo el mundo. “Son documentos que ponen al desnudo la visión del mundo que tiene Estados Unidos”, afirmó el diario británico The Guardian.
Estados Unidos afirmó que investiga a WikiLeaks y que juzgaría a su fundador, el australiano Julian Assange. “Hay una activa investigación criminal en curso que estamos realizando con el Departamento de Defensa”, dijo el secretario de Justicia, Eric Holder.
Según los documentos, en julio del 2009 el departamento de Estado norteamericano, dirigido por Hillary Clinton, solicitó a diplomáticos de 38 embajadas y misiones diplomáticas que envíen información sobre diversos asuntos.
También revelan que tanto Israel como las principales monarquías petroleras del Golfo, llegaron a pedirle a Washington una operación militar para “poner fin” al programa nuclear iraní. Las sospechas sobre una posible presencia de Al Qaeda en la llamada “triple frontera” entre Paraguay, Argentina y Brasil, la decisión de aislar al presidente venezolano, Hugo Chávez, son otros asuntos sobre América Latina tratados en esos cables.
“No hay duda de que los militares, la Corte Suprema y el Congreso conspiraron el 28 de junio en lo que constituyó un golpe inconstitucional e ilegal contra Manuel Zelaya", afirmó el embajador estadounidense en Honduras, Hugo Llorenss, en una de las notas reveladas por Wikileaks.
Según los documentos, el departamento de Estado pidió datos sobre dirigentes de varios países latinoamericanos, que incluyeran “huellas digitales, imágenes faciales, ADN y escáner del iris”.