La posición de Ecuador en la crisis entre Costa Rica y Nicaragua ha generado críticas. Es uno de los tres países que se abstuvieron de votar en la sesión del viernes del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
22 países apoyaron la moción que pide “evitar la presencia de Fuerzas Armadas o de seguridad en el área (de conflicto limítrofe) donde su presencia podría generar tensión y que más bien se inicie un diálogo bilateral”.
Esta resolución, en teoría, favorece la posición costarricense por dos razones. Primero, porque hace dos semanas el Gobierno de San José denunció que tropas militares nicaragüenses ingresaron a su territorio en la zona del río fronterizo San Juan. Esto lo negó Managua tras afirmar que solo ha realizado trabajos de dragado en el río que le pertenece. En ese sentido, la OEA reconoció la existencia del foco de conflicto que Costa Rica había advertido.
La segunda razón tiene que ver con el pedido hemisférico de que se retiren las tropas militares de Nicaragua, pues su vecino carece de Ejército desde 1948.
Luego de 10 días de intensos debates, el Consejo Permanente del organismo logró una moción, que se aprobó por 22 de 27 países, pese a que este ente tradicionalmente toma decisiones por consenso.
Venezuela y Nicaragua votaron en contra; Ecuador, Guyana y República Dominicana se abstuvieron.
La decisión de Quito resulta polémica porque en el 2008 denunció ante la OEA la violación a la soberanía territorial, cuando Colombia atacó el campamento ilegal de las FARC en Angostura. Costa Rica presentó el mismo argumento en contra de Nicaragua.
Según María Isabel Salvador, embajadora de Ecuador ante la OEA, las circunstancias son distintas.
“Cuando se dio el ataque colombiano la violación a nuestra soberanía fue evidente al punto que ese Gobierno lo reconoció y por eso se obtuvo consenso a favor de la tesis ecuatoriana”. En este caso, los dos países reclaman para sí un espacio territorial y la OEA no es la instancia que dirime en materia limítrofe.
Por ello, explica que su voto de abstención refleja más bien la postura que el país tuvo desde el inicio de esta crisis. Es decir, que prevalezcan las resoluciones por consenso. Según Salvador, someter a votaciones temas tan delicados, empujan al Consejo Permanente hacia una polarización.
Según el ex canciller José Ayala Lasso, con su posición Ecuador respaldó la versión de Nicaragua de que no ha invadido territorio costarricense. “Ecuador dio la razón a Managua”.
Asimismo, Blasco Peñaherrera, ex embajador ante la OEA, aseguró que con esa votación se evidenció que Quito privilegia los intereses políticos por sobre las decisiones jurídicas. “Es penoso que hayan pesado más las conveniencias del presidente Rafael Correa con su par de Nicaragua, antes que la defensa de la soberanía”.
La resolución de la OEA fue recibida como un “triunfo” por San José y Ortega la ha calificado como el resultado de “una conspiración” y que “el diálogo con la OEA está muerto”. Por ello, anunció que llevará el caso ante la Corte de Justicia en La Haya. Un espacio que Salvador considera razonable dado que para Nicaragua es un tema limítrofe.
El presidente Ortega ha asegurado también que con la resolución del organismo, de retirar sus tropas de la frontera, se beneficiarán los grupos ilegales.
“¿Quiénes serían los beneficiados con esa exigencia de Costa Rica de que el Ejército no opere en territorio nicaragüense? Los beneficiados son los narcos”. Por ello, ratificó que mantendrá sus Fuerzas Armadas en la zona, a pesar de la decisión de la OEA.
Con esa declaración se fue en contra de varios países que dieron su voto a favor de San José.
“México, Colombia y Guatemala no hablaron del problema del narcotráfico en la OEA simplemente lo que se planteó es una batalla entre países que defienden el narcotráfico y los que lo combaten”.
Ortega, anoche, anunció que Nicaragua no volverá a participar en ninguna actividad de la OEA relativa al diferendo territorial.
22 países apoyaron la moción que pide “evitar la presencia de Fuerzas Armadas o de seguridad en el área (de conflicto limítrofe) donde su presencia podría generar tensión y que más bien se inicie un diálogo bilateral”.
Esta resolución, en teoría, favorece la posición costarricense por dos razones. Primero, porque hace dos semanas el Gobierno de San José denunció que tropas militares nicaragüenses ingresaron a su territorio en la zona del río fronterizo San Juan. Esto lo negó Managua tras afirmar que solo ha realizado trabajos de dragado en el río que le pertenece. En ese sentido, la OEA reconoció la existencia del foco de conflicto que Costa Rica había advertido.
La segunda razón tiene que ver con el pedido hemisférico de que se retiren las tropas militares de Nicaragua, pues su vecino carece de Ejército desde 1948.
Luego de 10 días de intensos debates, el Consejo Permanente del organismo logró una moción, que se aprobó por 22 de 27 países, pese a que este ente tradicionalmente toma decisiones por consenso.
Venezuela y Nicaragua votaron en contra; Ecuador, Guyana y República Dominicana se abstuvieron.
La decisión de Quito resulta polémica porque en el 2008 denunció ante la OEA la violación a la soberanía territorial, cuando Colombia atacó el campamento ilegal de las FARC en Angostura. Costa Rica presentó el mismo argumento en contra de Nicaragua.
Según María Isabel Salvador, embajadora de Ecuador ante la OEA, las circunstancias son distintas.
“Cuando se dio el ataque colombiano la violación a nuestra soberanía fue evidente al punto que ese Gobierno lo reconoció y por eso se obtuvo consenso a favor de la tesis ecuatoriana”. En este caso, los dos países reclaman para sí un espacio territorial y la OEA no es la instancia que dirime en materia limítrofe.
Por ello, explica que su voto de abstención refleja más bien la postura que el país tuvo desde el inicio de esta crisis. Es decir, que prevalezcan las resoluciones por consenso. Según Salvador, someter a votaciones temas tan delicados, empujan al Consejo Permanente hacia una polarización.
Según el ex canciller José Ayala Lasso, con su posición Ecuador respaldó la versión de Nicaragua de que no ha invadido territorio costarricense. “Ecuador dio la razón a Managua”.
Asimismo, Blasco Peñaherrera, ex embajador ante la OEA, aseguró que con esa votación se evidenció que Quito privilegia los intereses políticos por sobre las decisiones jurídicas. “Es penoso que hayan pesado más las conveniencias del presidente Rafael Correa con su par de Nicaragua, antes que la defensa de la soberanía”.
La resolución de la OEA fue recibida como un “triunfo” por San José y Ortega la ha calificado como el resultado de “una conspiración” y que “el diálogo con la OEA está muerto”. Por ello, anunció que llevará el caso ante la Corte de Justicia en La Haya. Un espacio que Salvador considera razonable dado que para Nicaragua es un tema limítrofe.
El presidente Ortega ha asegurado también que con la resolución del organismo, de retirar sus tropas de la frontera, se beneficiarán los grupos ilegales.
“¿Quiénes serían los beneficiados con esa exigencia de Costa Rica de que el Ejército no opere en territorio nicaragüense? Los beneficiados son los narcos”. Por ello, ratificó que mantendrá sus Fuerzas Armadas en la zona, a pesar de la decisión de la OEA.
Con esa declaración se fue en contra de varios países que dieron su voto a favor de San José.
“México, Colombia y Guatemala no hablaron del problema del narcotráfico en la OEA simplemente lo que se planteó es una batalla entre países que defienden el narcotráfico y los que lo combaten”.
Ortega, anoche, anunció que Nicaragua no volverá a participar en ninguna actividad de la OEA relativa al diferendo territorial.