El Gobierno vota para el 2011 por la estabilidad de su gestión: no habrá giros en el manejo económico y la política social se mantiene sin mayores . Es lo que se ve en el presupuesto que se debate en la Asamblea Nacional y que es fundamental para el régimen en un año preelectoral.
En el papel, la oferta del régimen es subir la inversión pública de 6.996 millones de dólares, que espera ejecutar en el 2010, a 7.349 millones de dólares. La Senplades resaltó ese crecimiento que suma 353,4 millones. Una suma que, según Katiuska King, ministra coordinadora de Política Económica garantiza la inversión para el desarrollo. Por supuesto, ella precisó que eso se obtendrá con un manejo adecuado de recursos. En el presupuesto es claro que el Gobierno hará énfasis en dos sectores: desarrollo social y sectores estratégicos.
El discurso no ha cambiado con respecto al año pasado cuando el régimen dijo que la inversión pública sería el motor de la economía. Las cifras prueban que hay un freno a esa decisión. Un análisis comparativo con relación al Producto Interno Bruto (PIB) deja ver que el próximo año habrá un ligero decrecimiento: este año, la inversión pública es de 12,28% con respecto al PIB; el próximo año, será del 11,84%.
¿Hacia dónde irán esos recursos públicos? Es algo que no es claro para Rodrigo Espinoza Bermeo, analista económico, porque en el presupuesto los proyectos de inversión no tienen nombres específicos o se quedan cortos en los detalles. Eso impide la identificación del destino de los recursos. La construcción de carreteras y de las centrales hidroeléctricas, por ejemplo, carece de cronogramas de ejecución.
Más minucioso es el ex ministro de Economía, Mauricio Pozo, quien al momento de revisar la pro forma se encontró con una partida bajo el nombre de Gasto Corriente Social que se lleva 1.500 millones de dólares. Aquí hay desde proyectos de Formación Política, Repatriación de Cadáveres o el Programa de Pensamiento Político hasta Incentivos a las Actividades de Cultura Física, Desarrollo del Talento Humano en Senplades. Incluso hay un verdadero hoyo negro que, bajo el nombre de Otros, recibe 233 millones de dólares. Al incluir estos proyectos, que Pozo califica como gasto corriente, el Gobierno infla el monto destinado a la inversión.
Al Gobierno le quedan entonces 5.849 millones para promover la generación de empleo y dinamizar el aparato productivo privado. Pero Pablo Dávalos, ex viceministro de Economía durante la gestión de Rafael Correa en esa cartera, cree que la empresa privada necesita más incentivos como una política de tasas de interés y de comercio exterior para entrar de lleno en un proceso permanente de producción. En ese marco, el recién aprobado Código de la Producción es apenas un guiño a las empresas.
El coqueteo del régimen también es leve con el sector social. Los recursos que se destinan para Educación y Salud también tendrán un incremento en el 2011: pasan de 3.518 millones a 4.076 millones de dólares. Para los gastos en Educación, que contempla desde sueldos de maestros hasta mejoras en infraestructura, se tiene previsto desembolsar 2.419 millones. Ese monto representa el 3,9% del PIB, exactamente el mismo porcentaje que en 2010.
Las entidades del sector Salud corren con un poco más de suerte: su presupuesto crece de 1.244 millones a 1.657 millones. Con esta subida ya alcanza el 2,67% del PIB.
El Observatorio de la Política Fiscal advierte que, de todas formas, el Gobierno todavía está lejos de alcanzar los valores que deberían por mandato constitucional: Educación debería ya estar recibiendo unos 3.720 millones de dólares y a Salud le corresponderían 2.480 millones. Las cifras demuestran que el régimen se queda en el discurso de atender de manera prioritaria a los sectores más necesitados de la población.
Ante esto, la jugada del régimen se basará en los subsidios directos. Son 4.820 millones de dólares que el Gobierno entregará en 2011.(Expreso)