De esta manera, en la votación de hoy, la Asamblea deberá aprobar o devolver la Pro forma con sus respectivas observaciones al Ejecutivo. Para cualquiera de los dos casos, se deberá contar con mayoría. Es decir, con 63 votos, caso contrario el documento quedará aprobado por el Ministerio de la Ley. Si la Pro forma se devuelve al Presidente, este tendrá 10 días para acoger las observaciones de los diputados o volverla a enviar ratificando su postura.
Infografía interna
El trámite en la discusión de la Pro forma ha sido apresurado y poco profundo, según los asambleístas de oposición. Entre ellos figura César Montúfar, quien se definió impotente de que no se pueda realizar un debate donde las observaciones sean escuchadas. “Sé que usted, señor presidente de la Comisión, Paco Velasco, no me quiere oír, al igual que el Ministro de Finanzas y el Secretario de Planificación, a quienes he enviado varias preguntas para que me aclaren aspectos cruciales de la Pro forma y no me han respondido”, señalaba Montúfar el pasado viernes.
Según el analista financiero, Fernando Alemán, en el documento no hay secretos y se conoce exactamente los puntos a observar (optimista meta de crecimiento, mezcla de cuentas de gastos corrientes y de inversión, excesivo gasto público y falta de conocimiento de las fuentes de financiamiento). “Pero lo que preocupa realmente es la falta de interés en debatir, tanto de parte del Gobierno, que ha ignorado los puntos, como de los asambleístas que dejaron para última hora la discusión”.
De hecho, durante los debates en la Asamblea, ya no se vio a los técnicos de Finanzas ni de la Senplades sentados escuchando las sesiones ni asesorando a los asambleístas oficialistas, como ocurrió en los debates de los códigos de Finanzas y de la Producción, donde grupos de expertos de ambas entidades acompañaron todo el proceso.
Asimismo, durante las últimas discusiones de la Pro forma, los legisladores opositores utilizaron en varios de sus argumentos los criterios que el Observatorio de la Política Fiscal ha circulado mediáticamente.
De toda maneras, para el catedrático Francisco Serrano, lejos del proceso legal que se desarrolla, lo que hay que analizar es que la Pro forma nuevamente se sostiene en un alto requerimiento de financiamiento (USD 4 591 millones), mucho de ello sostenido con endeudamiento externo e interno (emisión de bonos). “Hoy, eso no impacta, no es visible para el común de la gente, porque con ellos se pagan bien los salarios públicos, se construyen carreteras, se adecúan hospitales, etc. Y está bien. Pero hay que ver también el otro lado, que nuestra que la economía se sostiene en las ventas de petróleo y si estas caen en el futuro, puede generar un impacto social. Por eso es importante también ahorrar, ahora que fluye el dinero”.
Sin embargo, el secretario Nacional de Planificación, René Ramírez, defiende el manejo económico actual, asegurando que el gasto efectuado es principalmente en inversión, lo que rendirá sus frutos en el futuro.