Campaña nacional busca que la huella ecológica que cada ecuatoriano deja sea cada vez menor
¿Sabía usted que cada segundo en el mundo se echan a la basura unas 16 mil fundas de plástico que fueron usadas apenas una vez? y que ¿estas necesitan al menos 200 años para degradarse no sin antes causar un perjuicio a todo el ecosistema?.
Este es uno de los ejemplos más comunes, pero preocupantes, del impacto que produce diariamente el ser humano en la naturaleza y se lo conoce como su huella ecológica.
La huella ecológica es una herramienta que permite calcular el espacio físico que cada persona debería usar adecuadamente para garantizar la sustentabilidad del planeta: la Tierra posee 11 000 millones de hectáreas biológicamente productivas que divididas para los 6 500 millones de seres humanos que compartimos el mundo, da como resultado que cada personas debería encontrar la manera de satisfacer sus necesidades de alimentación, vestido, obtención de energía, vivienda y absorción de desperdicios en no más de 1,8 h, es decir en una superficie de cerca de 10 canchas de fútbol.
Pero, la realidad es otra y de acuerdo a los últimos cálculos realizados en los últimos cinco años la actual huella ecológica del mundo es superior a la media, ya que cada persona usa 2,2 h es decir que usamos los recursos un 25% más rápido de lo que tarda la naturaleza en reponerlos.
Cabe señalar que no todas las naciones del mundo registran la misma huella ecológica, pues mientras los países ubicados en los Emiratos Árabes Unidos llegan a usar hasta 11,9 h o los EEUU 9,4 h otros como Somalía y Afganistán, registran en promedio de menos de media hectárea por persona.
En el caso del Ecuador, la huella ecológica es de 1,5 h por persona lo que significa un balance positivo en relación con la biocapacidad del planeta. Sin embargo, "no deja de preocupar que en el país existan personas que se gastan, especialmente en las grandes ciudades, más de lo que les corresponde perjudicando así a otros ecuatorianos y generando grandes inequidades no solo ambientales, sino además sociales y económicas", señaló el ambientalista Juan Manuel Carrión.
Por esta razón, varias empresas privadas como Industrias Lacteas Toni en cooperación con la Corporación Sociedad para la Investigación y Monitoreo de la Biodiversidad Ecuatoriana (Simbioe) han emprendido una campaña de difusión y reflexión que, con acciones sencillas, permita reducir la huella ecológica que estamos dejando en el mundo.
Una de esas acciones es comprar alimentos naturales, propios de cada región como hortalizas y frutas, los mismos que pueden ser sembrados en el propio hogar.
¿Sabía usted que cada segundo en el mundo se echan a la basura unas 16 mil fundas de plástico que fueron usadas apenas una vez? y que ¿estas necesitan al menos 200 años para degradarse no sin antes causar un perjuicio a todo el ecosistema?.
Este es uno de los ejemplos más comunes, pero preocupantes, del impacto que produce diariamente el ser humano en la naturaleza y se lo conoce como su huella ecológica.
La huella ecológica es una herramienta que permite calcular el espacio físico que cada persona debería usar adecuadamente para garantizar la sustentabilidad del planeta: la Tierra posee 11 000 millones de hectáreas biológicamente productivas que divididas para los 6 500 millones de seres humanos que compartimos el mundo, da como resultado que cada personas debería encontrar la manera de satisfacer sus necesidades de alimentación, vestido, obtención de energía, vivienda y absorción de desperdicios en no más de 1,8 h, es decir en una superficie de cerca de 10 canchas de fútbol.
Pero, la realidad es otra y de acuerdo a los últimos cálculos realizados en los últimos cinco años la actual huella ecológica del mundo es superior a la media, ya que cada persona usa 2,2 h es decir que usamos los recursos un 25% más rápido de lo que tarda la naturaleza en reponerlos.
Cabe señalar que no todas las naciones del mundo registran la misma huella ecológica, pues mientras los países ubicados en los Emiratos Árabes Unidos llegan a usar hasta 11,9 h o los EEUU 9,4 h otros como Somalía y Afganistán, registran en promedio de menos de media hectárea por persona.
En el caso del Ecuador, la huella ecológica es de 1,5 h por persona lo que significa un balance positivo en relación con la biocapacidad del planeta. Sin embargo, "no deja de preocupar que en el país existan personas que se gastan, especialmente en las grandes ciudades, más de lo que les corresponde perjudicando así a otros ecuatorianos y generando grandes inequidades no solo ambientales, sino además sociales y económicas", señaló el ambientalista Juan Manuel Carrión.
Por esta razón, varias empresas privadas como Industrias Lacteas Toni en cooperación con la Corporación Sociedad para la Investigación y Monitoreo de la Biodiversidad Ecuatoriana (Simbioe) han emprendido una campaña de difusión y reflexión que, con acciones sencillas, permita reducir la huella ecológica que estamos dejando en el mundo.
Una de esas acciones es comprar alimentos naturales, propios de cada región como hortalizas y frutas, los mismos que pueden ser sembrados en el propio hogar.