Washington, EFE. Líderes demócratas del Congreso de EE.UU. presionaron hoy al Gobierno del presidente Barack Obama para que presente una demanda en contra de la ley contra los inmigrantes en situación irregular en Arizona y promueva una reforma migratoria integral este año.
En una rueda de prensa afuera del Capitolio, los legisladores, de estados con alta concentración de inmigrantes, condenaron de forma unánime la ley SB1070, que criminaliza la presencia de indocumentados en Arizona.
"Estamos pidiendo de forma colectiva que el presidente Obama, a través del Departamento de Justicia y su fiscal general, se sume a la batalla legal para bloquear" esa ley, explicó el legislador demócrata por Arizona Raúl Grijalva.
Agregó que esa ley es fruto de la inacción del Gobierno y es un "presagio" de lo que ocurrirá si otros estados siguen el ejemplo de Arizona.
"Es hora de bregar con la reforma migratoria de forma realista, de buscar soluciones y de comenzar un proceso de sanación en este país. Si dejamos que esto continúe sin atención, lo que pasó en Arizona se repetirá en otras partes del país", advirtió.
El senador demócrata Bob Menéndez señaló el temor de que la ley legalice el racismo contra los inmigrantes, mientras otros congresistas la tacharon de "anticonstitucional", y "un nuevo apartheid".
Según el diario "The Houston Chronicle", la legisladora estatal republicana de Texas Debbie Riddle presentará en este estado, en enero próximo, una ley similar a la de Arizona.
La ley en cuestión, que ha polarizado más al país sobre cómo resolver la inmigración ilegal, convierte en delito estatal la presencia de extranjeros sin permiso para estar en Arizona y exige que la policía detenga a los sospechosos de estar indocumentados.
Según cálculos oficiales, en Arizona residen alrededor de 460.000 inmigrantes ilegales, la mayoría mexicanos.
La ley ha suscitado la repulsa de la OEA, de los Gobiernos de México, Honduras, Ecuador, Guatemala y El Salvador, entre otros, y de un amplio sector de la sociedad civil en EE.UU., pero igualmente ha sido elogiada por grupos conservadores que piden mano dura contra los indocumentados.
Mañana jueves, la cantante colombiana Shakira viajará a Phoenix para apoyar las protestas en contra de la ley y para reunirse con el alcalde Phil Gordon, quien prevé entablar una demanda a título personal, al no tener el apoyo de todos los nueve miembros del consejo municipal.
Mientras, aumenta el apoyo a un boicot económico en Arizona donde, según Grijalva, el turismo representa el 25 por ciento de la economía, que además depende del comercio con México y otros países latinoamericanos.
La ciudad californiana de San Francisco respalda el boicot y al menos seis organizaciones han cancelado sus convenciones en Arizona.
Según datos oficiales, en 2008 el turismo generó poco más de 18 millones de dólares a las arcas del gobierno estatal y dio empleo a 167.000 personas. En total, Arizona recibe anualmente a 37,4 millones de turistas, de los cuales cerca de cuatro millones son de México.
El Departamento de Justicia sopesa una demanda para impugnar la ley, pero no ha precisado cuándo tomará una decisión.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo el martes en una audiencia ante el Senado que esa ley podría desviar agentes y recursos del combate a inmigrantes criminales.
El congresista demócrata Luis Gutiérrez nuevamente pidió más liderazgo de su partido y de la Casa Blanca para impulsar una reforma migratoria, aun cuando no tiene asegurado el mínimo de 60 votos necesario para su aprobación en el Senado.
Gutiérrez presentó en diciembre una medida que aumenta la seguridad fronteriza y permite la legalización de los indocumentados, pero ésta no figura en el calendario legislativo.
Desde el Senado, el republicano Lindsey Graham, que hasta hace poco negociaba con el senador Charles Schumer un plan de reforma, ahora insiste en que primero debe fortalecerse la seguridad fronteriza.
La bancada demócrata del Senado prevé presentar formalmente un proyecto de ley este viernes, con o sin apoyo republicano.
Gutiérrez afirmó que en señal de solidaridad "todos somos de Arizona" y este sábado habrá protestas en más de 70 ciudades de EE.UU., porque la ley SB 1070 ha sido un "llamado a la acción" para la reforma migratoria en el país. EFE
En una rueda de prensa afuera del Capitolio, los legisladores, de estados con alta concentración de inmigrantes, condenaron de forma unánime la ley SB1070, que criminaliza la presencia de indocumentados en Arizona.
"Estamos pidiendo de forma colectiva que el presidente Obama, a través del Departamento de Justicia y su fiscal general, se sume a la batalla legal para bloquear" esa ley, explicó el legislador demócrata por Arizona Raúl Grijalva.
Agregó que esa ley es fruto de la inacción del Gobierno y es un "presagio" de lo que ocurrirá si otros estados siguen el ejemplo de Arizona.
"Es hora de bregar con la reforma migratoria de forma realista, de buscar soluciones y de comenzar un proceso de sanación en este país. Si dejamos que esto continúe sin atención, lo que pasó en Arizona se repetirá en otras partes del país", advirtió.
El senador demócrata Bob Menéndez señaló el temor de que la ley legalice el racismo contra los inmigrantes, mientras otros congresistas la tacharon de "anticonstitucional", y "un nuevo apartheid".
Según el diario "The Houston Chronicle", la legisladora estatal republicana de Texas Debbie Riddle presentará en este estado, en enero próximo, una ley similar a la de Arizona.
La ley en cuestión, que ha polarizado más al país sobre cómo resolver la inmigración ilegal, convierte en delito estatal la presencia de extranjeros sin permiso para estar en Arizona y exige que la policía detenga a los sospechosos de estar indocumentados.
Según cálculos oficiales, en Arizona residen alrededor de 460.000 inmigrantes ilegales, la mayoría mexicanos.
La ley ha suscitado la repulsa de la OEA, de los Gobiernos de México, Honduras, Ecuador, Guatemala y El Salvador, entre otros, y de un amplio sector de la sociedad civil en EE.UU., pero igualmente ha sido elogiada por grupos conservadores que piden mano dura contra los indocumentados.
Mañana jueves, la cantante colombiana Shakira viajará a Phoenix para apoyar las protestas en contra de la ley y para reunirse con el alcalde Phil Gordon, quien prevé entablar una demanda a título personal, al no tener el apoyo de todos los nueve miembros del consejo municipal.
Mientras, aumenta el apoyo a un boicot económico en Arizona donde, según Grijalva, el turismo representa el 25 por ciento de la economía, que además depende del comercio con México y otros países latinoamericanos.
La ciudad californiana de San Francisco respalda el boicot y al menos seis organizaciones han cancelado sus convenciones en Arizona.
Según datos oficiales, en 2008 el turismo generó poco más de 18 millones de dólares a las arcas del gobierno estatal y dio empleo a 167.000 personas. En total, Arizona recibe anualmente a 37,4 millones de turistas, de los cuales cerca de cuatro millones son de México.
El Departamento de Justicia sopesa una demanda para impugnar la ley, pero no ha precisado cuándo tomará una decisión.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo el martes en una audiencia ante el Senado que esa ley podría desviar agentes y recursos del combate a inmigrantes criminales.
El congresista demócrata Luis Gutiérrez nuevamente pidió más liderazgo de su partido y de la Casa Blanca para impulsar una reforma migratoria, aun cuando no tiene asegurado el mínimo de 60 votos necesario para su aprobación en el Senado.
Gutiérrez presentó en diciembre una medida que aumenta la seguridad fronteriza y permite la legalización de los indocumentados, pero ésta no figura en el calendario legislativo.
Desde el Senado, el republicano Lindsey Graham, que hasta hace poco negociaba con el senador Charles Schumer un plan de reforma, ahora insiste en que primero debe fortalecerse la seguridad fronteriza.
La bancada demócrata del Senado prevé presentar formalmente un proyecto de ley este viernes, con o sin apoyo republicano.
Gutiérrez afirmó que en señal de solidaridad "todos somos de Arizona" y este sábado habrá protestas en más de 70 ciudades de EE.UU., porque la ley SB 1070 ha sido un "llamado a la acción" para la reforma migratoria en el país. EFE