Un grupo fuertemente armado hirió hoy de gravedad a dos miembros del pueblo kichwa de Sarayaku, en la Amazonía ecuatoriana, cuando intentaba penetrar ilegalmente en su territorio, informó la asociación francesa Paroles de Nature.
La fuente denunció, asimismo, la serie de acciones "cada vez más amenazantes por parte del Gobierno ecuatoriano y de Petroecuador" para "debilitar la oposición" contra sus planes de explotación petrolera en ese territorio de valiosa biodiversidad.
El objetivo es reanudar la explotación petrolera en el llamado "bloque 23", a lo que el pueblo que lo habita se opone rotundamente desde hace más de un cuarto de siglo, alertó Paroles de Nature en un comunicado.
José Gualinga, que Amnistía Internacional nombró en 2008 "uno de los quince defensores de los Derechos Humanos emblemáticos en el mundo", informó a sus interlocutores franceses a finales del pasado marzo de "los continuos anuncios del Gobierno de ingresar en los bloques 23 y 24".
Ante esa situación, añadió, una treintena de miembros y dirigentes de Sarayaku presentó ante el Ministerio de Recursos Naturales No Renovables y Petroecuador su "rechazo" contra toda injerencia petrolera en su territorio.
En los hechos ocurridos esta jornada, dos personas resultaron heridas cuando la "gente de Sarayaku estaba desalojando a un grupo que pretendía adentrarse ilegalmente en las zonas sagradas del territorio", explicó Gualinga en un mensaje electrónico.
La acción se produjo a unos 30 kilómetros del centro del poblado, en plena selva amazónica, precisó el líder kichwa, quien hace unos meses viajó a Europa para alertar a la comunidad internacional de la situación de su pueblo, bajo la protección de Amnistía Internacional, dadas las amenazas de muerte que pesan sobre él.
El pueblo de Sarayaku, agregó Gualinga, sospecha que los atacantes son "ex militares contratados" para conseguir el libre acceso a ese territorio, cuyo subsuelo despierta desde hace décadas la ambición de empresas petrolíferas.
Previno, igualmente, de la existencia de "oscuros intereses por desmembrar el territorio de Sarayaku" y dejar libre así esa zona a la incursión petrolera.
Al respecto, se refirió a cómo se ha pretendido "de forma arbitraria y violenta" crear una "supuesta comunidad denominada kutukachi, dentro del territorio de Sarayaku, zona de reserva llamada chuyayaku".
Ello, subrayó, es una "clara violación de los derechos legales y comunitarios que rigen la vida colectiva del pueblo originario kichwa de Sarayaku".
Pero todos los esfuerzos legales y pacíficos, ante las instituciones competentes, para intentar evitarlo han resultado inútiles, explicó José Gualinga.
Al contrario, se han "incrementado las acciones que amenazan la existencia de nuestras familias", con manipulaciones, mentiras y también campañas calumniosas de desprestigio contra Sarayaku y sus líderes, denunció.
"Reunido en su asamblea, destacó, el pueblo de Sarayaku acordó legítimamente el desalojo de las personas asentadas en esta zona de manera ilegal, como faculta el estatuto y las leyes del articulo 171 de la Justicia Indígena".
De momento sin éxito, la asamblea solicitó también "el respaldo y la solidaridad" al Gobierno ecuatoriano para que les ayudase a que su asentamiento fuera respetado "y no se violentasen en él los derechos reconocidos en la Constitución del Ecuador", lamentó.
Se instó, igualmente, "a la gobernadora de Pastaza y a la Policía" para pedir el desalojo legal de los intrusos, "pero se negaron a intervenir", añadió Gualinga.
Sin embargo, el Gobierno acusa al pueblo kichwa de "separatista" y de querer crear un Estado dentro del Estado, pero esa es su estrategia para abrir el camino "a los proyectos de extracción de petróleo y minería", recalcó el líder kichwa el pasado 3 de marzo en otro mensaje enviado a Francia.
Paroles de Nature apoya y representa en Francia el proyecto pacifista Frontera de Vida, promovido en Sarayaku para demostrar cómo el progreso económico y vital de la región, y de Ecuador, puede apoyarse en su valiosa biodiversidad, sin destruirla con explotaciones petroleras y mineras.
La asociación respalda desde 2003 a este y otros pueblos autóctonos del mundo a proteger su patrimonio cultural y natural. (EFE)
La fuente denunció, asimismo, la serie de acciones "cada vez más amenazantes por parte del Gobierno ecuatoriano y de Petroecuador" para "debilitar la oposición" contra sus planes de explotación petrolera en ese territorio de valiosa biodiversidad.
El objetivo es reanudar la explotación petrolera en el llamado "bloque 23", a lo que el pueblo que lo habita se opone rotundamente desde hace más de un cuarto de siglo, alertó Paroles de Nature en un comunicado.
José Gualinga, que Amnistía Internacional nombró en 2008 "uno de los quince defensores de los Derechos Humanos emblemáticos en el mundo", informó a sus interlocutores franceses a finales del pasado marzo de "los continuos anuncios del Gobierno de ingresar en los bloques 23 y 24".
Ante esa situación, añadió, una treintena de miembros y dirigentes de Sarayaku presentó ante el Ministerio de Recursos Naturales No Renovables y Petroecuador su "rechazo" contra toda injerencia petrolera en su territorio.
En los hechos ocurridos esta jornada, dos personas resultaron heridas cuando la "gente de Sarayaku estaba desalojando a un grupo que pretendía adentrarse ilegalmente en las zonas sagradas del territorio", explicó Gualinga en un mensaje electrónico.
La acción se produjo a unos 30 kilómetros del centro del poblado, en plena selva amazónica, precisó el líder kichwa, quien hace unos meses viajó a Europa para alertar a la comunidad internacional de la situación de su pueblo, bajo la protección de Amnistía Internacional, dadas las amenazas de muerte que pesan sobre él.
El pueblo de Sarayaku, agregó Gualinga, sospecha que los atacantes son "ex militares contratados" para conseguir el libre acceso a ese territorio, cuyo subsuelo despierta desde hace décadas la ambición de empresas petrolíferas.
Previno, igualmente, de la existencia de "oscuros intereses por desmembrar el territorio de Sarayaku" y dejar libre así esa zona a la incursión petrolera.
Al respecto, se refirió a cómo se ha pretendido "de forma arbitraria y violenta" crear una "supuesta comunidad denominada kutukachi, dentro del territorio de Sarayaku, zona de reserva llamada chuyayaku".
Ello, subrayó, es una "clara violación de los derechos legales y comunitarios que rigen la vida colectiva del pueblo originario kichwa de Sarayaku".
Pero todos los esfuerzos legales y pacíficos, ante las instituciones competentes, para intentar evitarlo han resultado inútiles, explicó José Gualinga.
Al contrario, se han "incrementado las acciones que amenazan la existencia de nuestras familias", con manipulaciones, mentiras y también campañas calumniosas de desprestigio contra Sarayaku y sus líderes, denunció.
"Reunido en su asamblea, destacó, el pueblo de Sarayaku acordó legítimamente el desalojo de las personas asentadas en esta zona de manera ilegal, como faculta el estatuto y las leyes del articulo 171 de la Justicia Indígena".
De momento sin éxito, la asamblea solicitó también "el respaldo y la solidaridad" al Gobierno ecuatoriano para que les ayudase a que su asentamiento fuera respetado "y no se violentasen en él los derechos reconocidos en la Constitución del Ecuador", lamentó.
Se instó, igualmente, "a la gobernadora de Pastaza y a la Policía" para pedir el desalojo legal de los intrusos, "pero se negaron a intervenir", añadió Gualinga.
Sin embargo, el Gobierno acusa al pueblo kichwa de "separatista" y de querer crear un Estado dentro del Estado, pero esa es su estrategia para abrir el camino "a los proyectos de extracción de petróleo y minería", recalcó el líder kichwa el pasado 3 de marzo en otro mensaje enviado a Francia.
Paroles de Nature apoya y representa en Francia el proyecto pacifista Frontera de Vida, promovido en Sarayaku para demostrar cómo el progreso económico y vital de la región, y de Ecuador, puede apoyarse en su valiosa biodiversidad, sin destruirla con explotaciones petroleras y mineras.
La asociación respalda desde 2003 a este y otros pueblos autóctonos del mundo a proteger su patrimonio cultural y natural. (EFE)