El presidente del directorio del Banco Central, Diego Borja, viajó el lunes a EE.UU. para entrevistarse con autoridades del Departamento del Tesoro, de la Reserva Federal y de los bancos corresponsales en el transporte de billetes. También se conversa para retomar apoyo financiero del Eximbank de EE.UU.
El funcionario fue a tratar de tranquilizar a esos sectores preocupados por una posible relación de Ecuador con el Banco Central y el Export Development Bank of Irán (EDBI), confirmó Borja al diario estatal El Telégrafo, antes de su viaje.
Negó que exista alguna relación financiera con Irán e indicó que la visita “es para que no haya ningún problema en cuanto a la entrada de dólares por parte de los EE.UU. Ecuador no puede poner en riesgo la dolarización”.
En diciembre del 2008, Ecuador firmó un protocolo de cooperación con el EDBI a fin de que esa entidad facilitara un crédito de 40 millones de euros (unos $ 54 millones). El trato no tuvo más avances. Y cuando el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que combate el lavado de activos, incluyó a Ecuador en la lista de los no cooperantes con sus tareas, el Gobierno aseguró que se trataba de una retaliación por sus relaciones soberanas con Irán.
Borja explicó a ese diario que Ecuador “va a mantener y profundizar sus relaciones con Irán y va a separar lo que significan relaciones comerciales de lo financiero”.
Según Ramiro Crespo, de Analytica Securities, cuando el Central entró en estos acuerdos con el EDBI, no pensó en el resto de consecuencias. Ahora los departamentos de cumplimiento de la banca estadounidense están revisando con mayor detalle cada transacción de los clientes ecuatorianos.
El problema potencial es que si Irán llegara a depositar recursos en el país, más tarde podrían llevarse dinero fresco de Ecuador, sobre todo, porque la economía ecuatoriana es poco bancarizada y utiliza mucho dinero en efectivo, agregó.
El funcionario fue a tratar de tranquilizar a esos sectores preocupados por una posible relación de Ecuador con el Banco Central y el Export Development Bank of Irán (EDBI), confirmó Borja al diario estatal El Telégrafo, antes de su viaje.
Negó que exista alguna relación financiera con Irán e indicó que la visita “es para que no haya ningún problema en cuanto a la entrada de dólares por parte de los EE.UU. Ecuador no puede poner en riesgo la dolarización”.
En diciembre del 2008, Ecuador firmó un protocolo de cooperación con el EDBI a fin de que esa entidad facilitara un crédito de 40 millones de euros (unos $ 54 millones). El trato no tuvo más avances. Y cuando el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que combate el lavado de activos, incluyó a Ecuador en la lista de los no cooperantes con sus tareas, el Gobierno aseguró que se trataba de una retaliación por sus relaciones soberanas con Irán.
Borja explicó a ese diario que Ecuador “va a mantener y profundizar sus relaciones con Irán y va a separar lo que significan relaciones comerciales de lo financiero”.
Según Ramiro Crespo, de Analytica Securities, cuando el Central entró en estos acuerdos con el EDBI, no pensó en el resto de consecuencias. Ahora los departamentos de cumplimiento de la banca estadounidense están revisando con mayor detalle cada transacción de los clientes ecuatorianos.
El problema potencial es que si Irán llegara a depositar recursos en el país, más tarde podrían llevarse dinero fresco de Ecuador, sobre todo, porque la economía ecuatoriana es poco bancarizada y utiliza mucho dinero en efectivo, agregó.