Los Ángeles (EE.UU.), (EFE).- Los creadores del documental "Crude", sobre el litigio entre Chevron y comunidades del Amazonas por un presunto daño ambiental y contra la salud pública, buscaron hoy amparo judicial en EE.UU. para evitar que la petrolera logre imágenes inéditas del rodaje.
La empresa de hidrocarburos requirió ver todo el material grabado y no emitido en "Crude" porque considera que el director de la producción, Joseph Berlinger, omitió deliberadamente hechos que podrían ser determinantes para la resolución de un caso que se prolonga durante más de 15 años.
Berlinger y el productor de "Crude", Michael Bonfiglio, presentaron ante un tribunal del distrito en Nueva York una petición para impedir que los jueces les obliguen a entregar parte de su grabación a Chevron alegando que les protege el derecho del periodista a no divulgar información de fuentes confidenciales.
En el documento judicial, los realizadores indicaron además que Chevron no había demostrado que el material audiovisual que tienen en su poder no estuviera disponible a través de otros medios o en qué manera era relevante para el caso.
Si la Justicia avalase la petición de Chevron, Berlinger y Bonfiglio tendrían que entregar más de 600 horas de rodaje a la petrolera.
La compañía estadounidense aseguró que existen diferencias entre la versión de "Crude" que se estrenó en los cines en 2009 y la que posteriormente se distribuyó en DVD, donde algunas escenas fueron eliminadas, por lo que insiste en la importancia de contar con todo el material visual para su revisión.
Unos 3.000 indígenas y colonos de la Amazonía ecuatoriana demandaron hace más de 15 años a Texaco, adquirida por Chevron en 2000, por el supuesto daño ambiental causado en esa región durante el tiempo en que la petrolera extrajo crudo, entre 1972 y 1992, junto con la firma estatal Petroecuador.
Los demandantes, amparados en un análisis pericial que es rechazado por la petrolera, exigen el pago de una indemnización de 27.000 millones de dólares para limpiar la contaminación en esa parte de la Amazonía y reparar el daño causado a la población.
Chevron argumentó que cualquier supuesto perjuicio generado por aquella explotación petrolera sería responsabilidad de Petroecuador.
En una entrevista concedida a Efe en 2009, el portavoz de Chevron para América Latina, James Craig, aseguró que Petroecuador tiene un récord operativo y ambiental "deplorable" y que ese hecho es de conocimiento público.
"Entre los años 2000 y 2008, esa empresa registró más de 1.400 derrames, cientos de éstos durante los años en los que Berlinger estaba filmando su película en la zona. Curiosamente, en la película esto no se menciona", afirmó Craig.
La empresa de hidrocarburos requirió ver todo el material grabado y no emitido en "Crude" porque considera que el director de la producción, Joseph Berlinger, omitió deliberadamente hechos que podrían ser determinantes para la resolución de un caso que se prolonga durante más de 15 años.
Berlinger y el productor de "Crude", Michael Bonfiglio, presentaron ante un tribunal del distrito en Nueva York una petición para impedir que los jueces les obliguen a entregar parte de su grabación a Chevron alegando que les protege el derecho del periodista a no divulgar información de fuentes confidenciales.
En el documento judicial, los realizadores indicaron además que Chevron no había demostrado que el material audiovisual que tienen en su poder no estuviera disponible a través de otros medios o en qué manera era relevante para el caso.
Si la Justicia avalase la petición de Chevron, Berlinger y Bonfiglio tendrían que entregar más de 600 horas de rodaje a la petrolera.
La compañía estadounidense aseguró que existen diferencias entre la versión de "Crude" que se estrenó en los cines en 2009 y la que posteriormente se distribuyó en DVD, donde algunas escenas fueron eliminadas, por lo que insiste en la importancia de contar con todo el material visual para su revisión.
Unos 3.000 indígenas y colonos de la Amazonía ecuatoriana demandaron hace más de 15 años a Texaco, adquirida por Chevron en 2000, por el supuesto daño ambiental causado en esa región durante el tiempo en que la petrolera extrajo crudo, entre 1972 y 1992, junto con la firma estatal Petroecuador.
Los demandantes, amparados en un análisis pericial que es rechazado por la petrolera, exigen el pago de una indemnización de 27.000 millones de dólares para limpiar la contaminación en esa parte de la Amazonía y reparar el daño causado a la población.
Chevron argumentó que cualquier supuesto perjuicio generado por aquella explotación petrolera sería responsabilidad de Petroecuador.
En una entrevista concedida a Efe en 2009, el portavoz de Chevron para América Latina, James Craig, aseguró que Petroecuador tiene un récord operativo y ambiental "deplorable" y que ese hecho es de conocimiento público.
"Entre los años 2000 y 2008, esa empresa registró más de 1.400 derrames, cientos de éstos durante los años en los que Berlinger estaba filmando su película en la zona. Curiosamente, en la película esto no se menciona", afirmó Craig.