Con el propósito de depurar el padrón electoral, el Consejo Nacional Electoral (CNE) informó que desde mayo se receptarán las solicitudes de cambio de domicilio.
En el país, las personas que deseen cambiar su lugar de votación deberán llevar: cédula de identidad, papeleta de votación y un recibo del pago de agua, luz o teléfono. Los ecuatorianos que viven en el exterior solo deberán presentar su cédula o el pasaporte.
El exigir el recibo del pago de algún servicio; y que el proceso de recepción de solicitudes sea permanente a nivel nacional e internacional, fueron las reformas aprobadas por el pleno del CNE, la semana pasada.
Diego Armendáriz, secretario del CNE, informó que la exigencia del recibo del pago de algún servicio es para evitar los “electores golondrinos”, que en los procesos electorales cambiaban de domicilio para beneficiar a uno u otro candidato.
Añadió que exigir el recibo busca depurar el padrón electoral y actualizar los datos de los votantes de cara a los próximos comicios. Se indicó que uno de los cambios fundamentales es la recepción de solicitudes de forma permanente en el exterior, donde el proceso antes era coyuntural en cada proceso electoral.
Fausto Camacho, consejero del CNE, manifestó que el pedido de un recibo del pago de un servicio es para conocer si realmente esa persona vive en ese cantón, esa parroquia o esa ciudad. “En procesos electorales anteriores había personas que cambiaban su domicilio solo para las elecciones”.
Señaló que a partir de conocer la dirección de los votantes se iniciará la modernización del registro electoral, tras subrayar que el cambio de domicilio permitirá depurar el padrón, porque ya no constarán en el registro personas fallecidas o que viven en otras ciudades.
Puntualizó que la modernización del registro electoral es un paso previo a la regionalización del voto domiciliario. Es decir que las personas voten cerca de donde viven.
El consejero Camacho recordó que el padrón electoral de 2009 estuvo conformado por 10’532.005 ciudadanos y ese año se descartaron 3.900 cambios domiciliarios, porque los ciudadanos no justificaban el cambio. En esos comicios se realizaron 436.503 modificaciones de las direcciones de los habitantes del país.
En el país, las personas que deseen cambiar su lugar de votación deberán llevar: cédula de identidad, papeleta de votación y un recibo del pago de agua, luz o teléfono. Los ecuatorianos que viven en el exterior solo deberán presentar su cédula o el pasaporte.
El exigir el recibo del pago de algún servicio; y que el proceso de recepción de solicitudes sea permanente a nivel nacional e internacional, fueron las reformas aprobadas por el pleno del CNE, la semana pasada.
Diego Armendáriz, secretario del CNE, informó que la exigencia del recibo del pago de algún servicio es para evitar los “electores golondrinos”, que en los procesos electorales cambiaban de domicilio para beneficiar a uno u otro candidato.
Añadió que exigir el recibo busca depurar el padrón electoral y actualizar los datos de los votantes de cara a los próximos comicios. Se indicó que uno de los cambios fundamentales es la recepción de solicitudes de forma permanente en el exterior, donde el proceso antes era coyuntural en cada proceso electoral.
Fausto Camacho, consejero del CNE, manifestó que el pedido de un recibo del pago de un servicio es para conocer si realmente esa persona vive en ese cantón, esa parroquia o esa ciudad. “En procesos electorales anteriores había personas que cambiaban su domicilio solo para las elecciones”.
Señaló que a partir de conocer la dirección de los votantes se iniciará la modernización del registro electoral, tras subrayar que el cambio de domicilio permitirá depurar el padrón, porque ya no constarán en el registro personas fallecidas o que viven en otras ciudades.
Puntualizó que la modernización del registro electoral es un paso previo a la regionalización del voto domiciliario. Es decir que las personas voten cerca de donde viven.
El consejero Camacho recordó que el padrón electoral de 2009 estuvo conformado por 10’532.005 ciudadanos y ese año se descartaron 3.900 cambios domiciliarios, porque los ciudadanos no justificaban el cambio. En esos comicios se realizaron 436.503 modificaciones de las direcciones de los habitantes del país.