La ministra María Fernanda Espinosa lidera el equipo gubernamental encargado de conformar el fideicomiso que se gestiona con la Organización de Naciones Unidas.
El fideicomiso acordado entre las autoridades ecuatorianas del proyecto Yasuní-ITT y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) fue entregado ayer al presidente Rafael Correa.
Así lo anunció la ministra coordinadora de la Iniciativa ITT y ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, quien informó que en el plazo de 15 días se podría firmar un memorando de entendimiento para aprobar definitivamente el documento.
Este será el instrumento financiero en donde se depositarán los aportes de naciones, organizaciones y ciudadanos a cambio de la no explotación de las reservas petroleras localizadas en el parque Yasuní.
Espinosa confirmó que en la Cumbre de Cambio Climático de Bolivia se revisó profundamente el contenido del documento, y pese a la demora que impidió que lo suscriba en esa cita, ya está listo.
En el fideicomiso se incluyeron las observaciones realizadas por el Jefe de Estado, como su composición y los mecanismos en la toma de decisiones.
Espinosa puntualizó que lo conformarán tres miembros del Gobierno, dos miembros de los aportantes y contribuyentes y un miembro de la sociedad civil, que tendrá voz y voto.
Aseguró que las resoluciones la tomarán en consenso y por mayoría con un voto dirimente del representante de Ecuador.
Estos fueron los puntos de discordia entre el anterior grupo negociador, conformado, entre otros, por el ex canciller Fánder Falconí y Roque Sevilla, y el presidente Correa.
Esto provocó la renuncia de ambos miembros del equipo y el pronunciamiento de fuertes críticas por parte del Primer Mandatario.
Espinosa manifestó que la composición anterior no le garantizaba dirimencia y poder de decisión al Gobierno nacional, sin embargo, recalcó que la administración del Fondo ITT estará a cargo del PNUD.
Sobre el destino de los recursos, la secretaria de Estado informó que ya no existe el condicionamiento de invertir solo en zonas protegidas, sino que ahora serán cinco los ámbitos en los que se destinará recursos. Entre ellos está la inversión en ciencia y tecnología, desarrollo sostenible, combate a la pobreza en las zonas aledañas al parque Yasuní y el cambio de matriz energética.
No obstante, enfatizó que el régimen sí puede comprometerse a mantener 41 áreas protegidas y evitar la reforestación y mantener los ecosistemas.
“Será el Gobierno a través de sus instancias quienes ejecuten de manera prioritaria estos proyectos”.
Espinosa dijo que una vez suscrito el fideicomiso continuarán con las conversaciones con los posibles aportantes para concretar la entrega de recursos.
Reiteró que el plazo autoimpuesto por el régimen de Rafael Correa para captar recursos es a fines de 2011 con una base de $ 100 millones.
Explotación
La ministra Espinosa reiteró que la prioridad del Ejecutivo es la iniciativa ITT, pero dijo que por responsabilidad se debe mantener un plan B que es la explotación del campo petrolero que tiene 850 millones de barriles en reservas.
Propuesta
Dejar bajo tierra el petróleo en el parque Yasuní significará evitar la emisión a la atmósfera de unos 407 millones de toneladas de dióxido de carbono que supondría el uso del crudo que existe en el campo denominado ITT.
El fideicomiso acordado entre las autoridades ecuatorianas del proyecto Yasuní-ITT y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) fue entregado ayer al presidente Rafael Correa.
Así lo anunció la ministra coordinadora de la Iniciativa ITT y ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, quien informó que en el plazo de 15 días se podría firmar un memorando de entendimiento para aprobar definitivamente el documento.
Este será el instrumento financiero en donde se depositarán los aportes de naciones, organizaciones y ciudadanos a cambio de la no explotación de las reservas petroleras localizadas en el parque Yasuní.
Espinosa confirmó que en la Cumbre de Cambio Climático de Bolivia se revisó profundamente el contenido del documento, y pese a la demora que impidió que lo suscriba en esa cita, ya está listo.
En el fideicomiso se incluyeron las observaciones realizadas por el Jefe de Estado, como su composición y los mecanismos en la toma de decisiones.
Espinosa puntualizó que lo conformarán tres miembros del Gobierno, dos miembros de los aportantes y contribuyentes y un miembro de la sociedad civil, que tendrá voz y voto.
Aseguró que las resoluciones la tomarán en consenso y por mayoría con un voto dirimente del representante de Ecuador.
Estos fueron los puntos de discordia entre el anterior grupo negociador, conformado, entre otros, por el ex canciller Fánder Falconí y Roque Sevilla, y el presidente Correa.
Esto provocó la renuncia de ambos miembros del equipo y el pronunciamiento de fuertes críticas por parte del Primer Mandatario.
Espinosa manifestó que la composición anterior no le garantizaba dirimencia y poder de decisión al Gobierno nacional, sin embargo, recalcó que la administración del Fondo ITT estará a cargo del PNUD.
Sobre el destino de los recursos, la secretaria de Estado informó que ya no existe el condicionamiento de invertir solo en zonas protegidas, sino que ahora serán cinco los ámbitos en los que se destinará recursos. Entre ellos está la inversión en ciencia y tecnología, desarrollo sostenible, combate a la pobreza en las zonas aledañas al parque Yasuní y el cambio de matriz energética.
No obstante, enfatizó que el régimen sí puede comprometerse a mantener 41 áreas protegidas y evitar la reforestación y mantener los ecosistemas.
“Será el Gobierno a través de sus instancias quienes ejecuten de manera prioritaria estos proyectos”.
Espinosa dijo que una vez suscrito el fideicomiso continuarán con las conversaciones con los posibles aportantes para concretar la entrega de recursos.
Reiteró que el plazo autoimpuesto por el régimen de Rafael Correa para captar recursos es a fines de 2011 con una base de $ 100 millones.
Explotación
La ministra Espinosa reiteró que la prioridad del Ejecutivo es la iniciativa ITT, pero dijo que por responsabilidad se debe mantener un plan B que es la explotación del campo petrolero que tiene 850 millones de barriles en reservas.
Propuesta
Dejar bajo tierra el petróleo en el parque Yasuní significará evitar la emisión a la atmósfera de unos 407 millones de toneladas de dióxido de carbono que supondría el uso del crudo que existe en el campo denominado ITT.