Mientras los profesores, estudiantes universitarios, trabajadores e indígenas se unen para exigir al Gobierno rectificaciones, el presidente Correa llama a sus partidarios a contrarrestar esas marchas
El estilo prepotente y autoritario del Gobierno sería el detonante para que los sectores sociales del país anuncien nuevas movilizaciones para el inicio de año, según dijo Mery Zamora, presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE).
Para la dirigente, la política económica aplicada por el Régimen en 2009 "no logró resolver los grandes problemas del país como la falta de empleo, la inseguridad y el alto costo de la vida", por lo que recurrirán nuevamente a las movilizaciones.
A la crisis económica, añadió Zamora, se suma el trámite de leyes que atentan contra los derechos humanos y a las conquistas de los trabajadores. Entre ellas, menciona la Ley de Aguas, de Minería, de Educación superior, de Educación general, de Comunicación y de Servicio público.
Precisamente, esas leyes son las que preocupan también al movimiento indígena, a los universitarios y a los sindicatos de trabajadores, organizaciones que preparan marchas para este mes debido a que el Gobierno no acogió sus pedidos.
Delfin Tenesaca, presidente de la Ecuarunari, aseguró que el diálogo con el Gobierno, liderado por la ministra Doris Soliz para alcanzar consensos sobre la Ley de Aguas, Minería y Educación intercultural bilingüe, no pudo avanzar porque desde el Ejecutivo no había la voluntad política para atender las necesidades del pueblo indígena.
De su lado, los universitarios realizarán la primera marcha del año. Galo Mindiola, presidente de la FEUE del Guayas, anunció una manifestación para el 8 de enero en contra de la Ley de Educación superior y por la libertad del dirigente estudiantil Marcelo Rivera, detenido desde el pasado 8 de diciembre por protagonizar desmanes en la Universidad Central del Ecuador y ser acusado de intento de asesinato contra el rector de esa institución, Édgar Samaniego.
"El 8 de enero se realizarán marchas en la capital de cada provincia, pues los ecuatorianos debemos luchar contra la tiranía de este Gobierno", dijo Mindiola, quien espera reunir a más de 500 estudiantes en Guayaquil.
En cambio, el 15 de enero los sindicatos participarán en una marcha para exigir un salario digno, pues rechazaron el incremento de apenas $22 al salario básico. "Es una burla para los trabajadores, porque fue el Gobierno el que habló del salario de la dignidad y planteó que el mínimo sea de $320. El costo de la canasta básica es de $522 y con este incremento no llegamos ni siquiera a la mitad de ese valor", manifestó Mesías Tatamuez, presidente de la Confederación de Organizaciones Clasistas de Trabajadores (Cedocut).
La críticas generaron reacciones en el Régimen. Según la agencia estatal de noticias Andes, el presidente Rafael Correa reconoció que enero será un mes difícil por las protestas anunciadas desde varios sectores. "Se reactivará el MPD (Movimiento Popular Democrático) que es un franco tirador. Se nos vienen las universidades, que siempre han tratado de desestabilizar al Gobierno; los indígenas; probablemente Jaime Nebot y los medios de comunicación", indicó el jefe de Estado.
Además, Correa manifestó que al sector indígena "le falta una visión enorme y siempre se presta para los juegos de la derecha que protestan sin argumentos, porque tienen un proyecto político propio y creen que dañando a todos los Gobiernos, independientemente de su línea, van a llegar a proyectos como en Bolivia". De ahí que llamó a sus partidarios a organizarse para contrarrestar esas movilizaciones.
El estilo prepotente y autoritario del Gobierno sería el detonante para que los sectores sociales del país anuncien nuevas movilizaciones para el inicio de año, según dijo Mery Zamora, presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE).
Para la dirigente, la política económica aplicada por el Régimen en 2009 "no logró resolver los grandes problemas del país como la falta de empleo, la inseguridad y el alto costo de la vida", por lo que recurrirán nuevamente a las movilizaciones.
A la crisis económica, añadió Zamora, se suma el trámite de leyes que atentan contra los derechos humanos y a las conquistas de los trabajadores. Entre ellas, menciona la Ley de Aguas, de Minería, de Educación superior, de Educación general, de Comunicación y de Servicio público.
Precisamente, esas leyes son las que preocupan también al movimiento indígena, a los universitarios y a los sindicatos de trabajadores, organizaciones que preparan marchas para este mes debido a que el Gobierno no acogió sus pedidos.
Delfin Tenesaca, presidente de la Ecuarunari, aseguró que el diálogo con el Gobierno, liderado por la ministra Doris Soliz para alcanzar consensos sobre la Ley de Aguas, Minería y Educación intercultural bilingüe, no pudo avanzar porque desde el Ejecutivo no había la voluntad política para atender las necesidades del pueblo indígena.
De su lado, los universitarios realizarán la primera marcha del año. Galo Mindiola, presidente de la FEUE del Guayas, anunció una manifestación para el 8 de enero en contra de la Ley de Educación superior y por la libertad del dirigente estudiantil Marcelo Rivera, detenido desde el pasado 8 de diciembre por protagonizar desmanes en la Universidad Central del Ecuador y ser acusado de intento de asesinato contra el rector de esa institución, Édgar Samaniego.
"El 8 de enero se realizarán marchas en la capital de cada provincia, pues los ecuatorianos debemos luchar contra la tiranía de este Gobierno", dijo Mindiola, quien espera reunir a más de 500 estudiantes en Guayaquil.
En cambio, el 15 de enero los sindicatos participarán en una marcha para exigir un salario digno, pues rechazaron el incremento de apenas $22 al salario básico. "Es una burla para los trabajadores, porque fue el Gobierno el que habló del salario de la dignidad y planteó que el mínimo sea de $320. El costo de la canasta básica es de $522 y con este incremento no llegamos ni siquiera a la mitad de ese valor", manifestó Mesías Tatamuez, presidente de la Confederación de Organizaciones Clasistas de Trabajadores (Cedocut).
La críticas generaron reacciones en el Régimen. Según la agencia estatal de noticias Andes, el presidente Rafael Correa reconoció que enero será un mes difícil por las protestas anunciadas desde varios sectores. "Se reactivará el MPD (Movimiento Popular Democrático) que es un franco tirador. Se nos vienen las universidades, que siempre han tratado de desestabilizar al Gobierno; los indígenas; probablemente Jaime Nebot y los medios de comunicación", indicó el jefe de Estado.
Además, Correa manifestó que al sector indígena "le falta una visión enorme y siempre se presta para los juegos de la derecha que protestan sin argumentos, porque tienen un proyecto político propio y creen que dañando a todos los Gobiernos, independientemente de su línea, van a llegar a proyectos como en Bolivia". De ahí que llamó a sus partidarios a organizarse para contrarrestar esas movilizaciones.
