jueves, 1 de abril de 2010

Roque Sevilla: ITT será explotado según plan B del gobierno

El ambientalista Roque Sevilla, ex miembro del equipo negociador de la iniciativa Yasuní-ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini), advirtió ayer que el presidente Rafael Correa detuvo, en diciembre pasado, la firma del fideicomiso que reunía aportes internacionales, porque su prioridad sería construir la Refinería del Pacífico, obra que impulsa con su homólogo venezolano Hugo Chávez.

según explicó Sevilla, ante la mesa de Biodiversidad de la Asamblea, que lo llamó para que informe sobre los resultados de la promoción internacional de la iniciativa, realizada por el equipo que desarticuló el jefe de Estado, dicha refinería debería procesar 300 mil barriles de crudo, de los cuales 100 mil debe ponerlos Ecuador, para lo cual necesita explotar los campos ITT.

El experto dijo que Correa habría cambiado de parecer luego de que Petroamazonas le propuso, el 18 de diciembre de 2009, explotar los campos Tambococha y Tiputini, en una primera fase y el Ishpingo en una segunda, para lo cual se requeriría invertir unos $3 500 millones, debido a que se utilizarán técnicas de exploración altamente costosas.

Sevilla insistió ayer en que, para cumplir su plan extractivista, el Gobierno busca cambiar las coordenadas del Parque Nacional Yasuní, a fin de que los campos ITT queden fuera de la zona intangible y les recordó a los legisladores que para explotar el crudo en esa región es indispensable la autorización de la Asamblea.

Sevilla también evidenció su preocupación por la gestión del nuevo equipo negociador, liderado por el vicepresidente Lenín Moreno y la ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa. "En su primer viaje fueron a Irán, país que produce armamento nuclear; a Emiratos Árabes, productor de petróleo y a Turquía, que atraviesa una fuerte crisis económica", manifestó.

Insistió en que para que la negociación sea exitosa hay que retomar el contacto con Alemania, España y Bélgica, que comprometieron aportes por $1 200 millones; y con Francia y Suecia que ofrecieron $520 millones más. "Conseguimos $1 700 de los $3 500 millones que estimó el Gobierno pero, al parecer, nuestro mayor pecado fue ser exitosos y por eso se desintegró el equipo anterior", dijo Sevilla