El IESS ofrece a ecuatorianos que residen en el extranjero la posibilidad de afiliarse voluntariamente
Antecedentes
El 12 de marzode 2007, el presidente Rafael Correa, mediante Decreto Ejecutivo, creó la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) para precautelar los derechos de los ecuatorianos que viven fuera del país.
El artículo 34 de la Constitución establece que el “derecho a la seguridad social es un derecho irrenunciable de todas las personas y será deber y responsabilidad primordial del Estado”.
Bertha Nolivos es una quiteña de 38 años que vive en España desde hace cuatro. Trabaja en labores de limpieza y cuidado de personas. Está convencida de que cuando llegue a la tercera edad va a regresar a Ecuador y vivir con su familia.
Ella ha decidido aportar mensualmente al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con el fin de constar como afiliada y poder participar de los beneficios. “Sé que no es mucho, pero me afilié al Seguro para poder recibir una pensión de jubilación cuando regrese a Ecuador y ya no esté en edad de trabajar”.
Bertha es una de las 20 mil personas que viven fuera del país y que han decidido aportar voluntariamente al IESS, con el objetivo de que cuando regresen a residir al Ecuador, puedan gozar de los beneficios que ofrece esta afiliación.
El valor del aporte al IESS es el 17.50% del ingreso que realmente percibe el solicitante
Un funcionario del IESS, quien pidió no ser identificado, dice que los migrantes tienen la opción de aportar voluntariamente al IESS. Indica que el monto de aportación depende de lo que quiera cada persona recibir como pensión jubilar.
“Lo mínimo con lo que pueden aportar es el porcentaje establecido para el salario mínimo de 230 dólares, pero cada uno de los migrantes puede aportar sobre la base de más sueldo, con el fin de poder recibir una pensión mejor el momento de la jubilación”.
El valor del aporte al IESS es el 17.50% del ingreso que realmente percibe el solicitante. Los ciudadanos comprendidos entre los 18 años y 40 años de edad podrán solicitar el incremento del salario base de aportación superior al salario básico unificado.
Las personas que se afilien en forma voluntaria al IESS tienen derecho a pensión de vejez, invalidez y montepío; y auxilio de funerales, riesgos de trabajo, asistencia por enfermedad o maternidad, cobertura para los hijos de hasta seis años. 20.000 ecuatorianos que residen en el extranjero están afiliados al IESS de manera voluntaria
Estas prestaciones se las puede solicitar cuando el afiliado esté en el país.
Lorena Altamirano, directora de Atención al Migrante de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), explica que esta cartera de Estado ofrece información sobre el tema de las afiliaciones voluntarias, en los países donde el número de ecuatorianos residentes es mayor.
Altamirano dice que muchos ecuatorianos residentes en el exterior no acceden a seguros de salud y de jubilación en sus países de destino, “por ello quedarían desamparados el momento que les suceda algo”. Es por esto que considera primordial el que opten por aportar voluntariamente al IESS.
La funcionaria recalca que los ecuatorianos que salen del país no acceden a seguros privados por el costo y luego de trabajar por años no reciben pensiones jubilares o en caso de enfermedad no pueden ser atendidos en hospitales.
Altamirano dice que menos del 8% de los migrantes tiene seguro.
42.000
migrantes se han acercado a las oficinas de la Senami para solicitar información sobre el IESS
La Senami tiene oficinas en donde se da información a los migrantes y se les incentiva para que opten por afiliarse voluntariamente al IESS. Hasta el momento se ha llegado a cerca de 42.000 personas que han recibido información sobre el IESS.
Pese a que el IESS ofrece beneficios, no todos los migrantes acceden a la afiliación voluntaria.
Este es el caso de Inés Díaz, arquitecta, residente en Estados Unidos. Ella cuenta que antes de migrar era afiliada al IESS. Nunca accedió a alguno de los servicios porque recuerda que cuando quiso hacerlo no recibió la atención requerida. “Intenté ir para recibir atención médica, pero me dijeron que debía coger turno y esperar unos días hasta tener la cita, es una mala atención y no quiero pagar voluntariamente para nunca recibir atención”.
Inés optó por comprar un seguro privado porque garantiza un servicio de calidad y el momento que se lo requiera.
Antecedentes
El 12 de marzode 2007, el presidente Rafael Correa, mediante Decreto Ejecutivo, creó la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) para precautelar los derechos de los ecuatorianos que viven fuera del país.
El artículo 34 de la Constitución establece que el “derecho a la seguridad social es un derecho irrenunciable de todas las personas y será deber y responsabilidad primordial del Estado”.
Bertha Nolivos es una quiteña de 38 años que vive en España desde hace cuatro. Trabaja en labores de limpieza y cuidado de personas. Está convencida de que cuando llegue a la tercera edad va a regresar a Ecuador y vivir con su familia.
Ella ha decidido aportar mensualmente al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con el fin de constar como afiliada y poder participar de los beneficios. “Sé que no es mucho, pero me afilié al Seguro para poder recibir una pensión de jubilación cuando regrese a Ecuador y ya no esté en edad de trabajar”.
Bertha es una de las 20 mil personas que viven fuera del país y que han decidido aportar voluntariamente al IESS, con el objetivo de que cuando regresen a residir al Ecuador, puedan gozar de los beneficios que ofrece esta afiliación.
El valor del aporte al IESS es el 17.50% del ingreso que realmente percibe el solicitante
Un funcionario del IESS, quien pidió no ser identificado, dice que los migrantes tienen la opción de aportar voluntariamente al IESS. Indica que el monto de aportación depende de lo que quiera cada persona recibir como pensión jubilar.
“Lo mínimo con lo que pueden aportar es el porcentaje establecido para el salario mínimo de 230 dólares, pero cada uno de los migrantes puede aportar sobre la base de más sueldo, con el fin de poder recibir una pensión mejor el momento de la jubilación”.
El valor del aporte al IESS es el 17.50% del ingreso que realmente percibe el solicitante. Los ciudadanos comprendidos entre los 18 años y 40 años de edad podrán solicitar el incremento del salario base de aportación superior al salario básico unificado.
Las personas que se afilien en forma voluntaria al IESS tienen derecho a pensión de vejez, invalidez y montepío; y auxilio de funerales, riesgos de trabajo, asistencia por enfermedad o maternidad, cobertura para los hijos de hasta seis años. 20.000 ecuatorianos que residen en el extranjero están afiliados al IESS de manera voluntaria
Estas prestaciones se las puede solicitar cuando el afiliado esté en el país.
Lorena Altamirano, directora de Atención al Migrante de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), explica que esta cartera de Estado ofrece información sobre el tema de las afiliaciones voluntarias, en los países donde el número de ecuatorianos residentes es mayor.
Altamirano dice que muchos ecuatorianos residentes en el exterior no acceden a seguros de salud y de jubilación en sus países de destino, “por ello quedarían desamparados el momento que les suceda algo”. Es por esto que considera primordial el que opten por aportar voluntariamente al IESS.
La funcionaria recalca que los ecuatorianos que salen del país no acceden a seguros privados por el costo y luego de trabajar por años no reciben pensiones jubilares o en caso de enfermedad no pueden ser atendidos en hospitales.
Altamirano dice que menos del 8% de los migrantes tiene seguro.
42.000
migrantes se han acercado a las oficinas de la Senami para solicitar información sobre el IESS
La Senami tiene oficinas en donde se da información a los migrantes y se les incentiva para que opten por afiliarse voluntariamente al IESS. Hasta el momento se ha llegado a cerca de 42.000 personas que han recibido información sobre el IESS.
Pese a que el IESS ofrece beneficios, no todos los migrantes acceden a la afiliación voluntaria.
Este es el caso de Inés Díaz, arquitecta, residente en Estados Unidos. Ella cuenta que antes de migrar era afiliada al IESS. Nunca accedió a alguno de los servicios porque recuerda que cuando quiso hacerlo no recibió la atención requerida. “Intenté ir para recibir atención médica, pero me dijeron que debía coger turno y esperar unos días hasta tener la cita, es una mala atención y no quiero pagar voluntariamente para nunca recibir atención”.
Inés optó por comprar un seguro privado porque garantiza un servicio de calidad y el momento que se lo requiera.