El diálogo entre el secretario adjunto de Estados Unidos para América Latina, Arturo Valenzuela, con el presidente Rafael Correa, fue frontal. El Presidente defendió las relaciones con Irán y rechazó los informes de las ONG estadounidenses que cuestionan la efectividad en el control de lavado de activos y otros delitos.
Antes de la reunión, las delegaciones de ambos países, encabezas por el canciller Ricardo Patiño y la embajadora estadounidense, Heather Hodges, tuvieron un diálogo. La agenda recogió las preocupaciones de los países de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) sobre las bases militares a instalarse en Colombia. También temas bilaterales: migración, comercio, Atpdea, seguridad, derechos humanos y cooperación.
Tras ello Correa, ante Valenzuela, restó validez a los informes que pretenden involucrar al Ecuador con mafias chinas, rusas, mexicanas, etc.
Por el contrario resaltó que es uno de los países más exitosos en el combate contra el narcotráfico, lavado de activos y trata de personas. Citó a la embajadora Hodges, por su reconocimiento público al trabajo del Gobierno. “Tenga plena seguridad que aquí tolerancia cero, no porque es prioridad de EE.UU., también es nuestra prioridad. Tenemos la convicción de luchar contra el crimen organizado, en este caso contra el narcotráfico”, puntualizó.
Correa, además, ratificó las relaciones con Washington pero también con Irán. “Queremos abrir ese abanico y EE.UU. ha sido tradicionalmente nuestro principal socio comercial. Queremos diversificar esas relaciones, por eso hemos tomado contacto con China, Rusia y con Irán”, dijo. Al respecto recordó que Bogotá siempre ha tenido una Embajada iraní y Brasil mueve $ 2 mil millones de intercambio comercial. “Nosotros tenemos cero pero ya somos parte del eje del mal, del terrorismo internacional, del lavado de activos”.
La respuesta de Valenzuela fue que el Gobierno de EE.UU. acepta el derecho que tiene cualquier ‘pueblo soberano’ de tener alianzas. “Lo que preocupa es la proliferación nuclear e Irán no ha avanzado en los requerimientos del Consejo de Seguridad de la ONU”.
Sobre los informes manifestó que son solicitados por el Congreso estadounidense. Y planteó llevar una comunicación más directa para evitar malos entendidos.
“Podemos ir viendo lo que va a ir saliendo para asegurarnos que estas cosas se hagan con transparencia y con elementos reales”, sostuvo.
Antes de la reunión, las delegaciones de ambos países, encabezas por el canciller Ricardo Patiño y la embajadora estadounidense, Heather Hodges, tuvieron un diálogo. La agenda recogió las preocupaciones de los países de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) sobre las bases militares a instalarse en Colombia. También temas bilaterales: migración, comercio, Atpdea, seguridad, derechos humanos y cooperación.
Tras ello Correa, ante Valenzuela, restó validez a los informes que pretenden involucrar al Ecuador con mafias chinas, rusas, mexicanas, etc.
Por el contrario resaltó que es uno de los países más exitosos en el combate contra el narcotráfico, lavado de activos y trata de personas. Citó a la embajadora Hodges, por su reconocimiento público al trabajo del Gobierno. “Tenga plena seguridad que aquí tolerancia cero, no porque es prioridad de EE.UU., también es nuestra prioridad. Tenemos la convicción de luchar contra el crimen organizado, en este caso contra el narcotráfico”, puntualizó.
Correa, además, ratificó las relaciones con Washington pero también con Irán. “Queremos abrir ese abanico y EE.UU. ha sido tradicionalmente nuestro principal socio comercial. Queremos diversificar esas relaciones, por eso hemos tomado contacto con China, Rusia y con Irán”, dijo. Al respecto recordó que Bogotá siempre ha tenido una Embajada iraní y Brasil mueve $ 2 mil millones de intercambio comercial. “Nosotros tenemos cero pero ya somos parte del eje del mal, del terrorismo internacional, del lavado de activos”.
La respuesta de Valenzuela fue que el Gobierno de EE.UU. acepta el derecho que tiene cualquier ‘pueblo soberano’ de tener alianzas. “Lo que preocupa es la proliferación nuclear e Irán no ha avanzado en los requerimientos del Consejo de Seguridad de la ONU”.
Sobre los informes manifestó que son solicitados por el Congreso estadounidense. Y planteó llevar una comunicación más directa para evitar malos entendidos.
“Podemos ir viendo lo que va a ir saliendo para asegurarnos que estas cosas se hagan con transparencia y con elementos reales”, sostuvo.