EFE. Aunque los hechos no han sido conocidos hasta esta semana, el cuerpo de la niña fue encontrado en diciembre pasado, tras haber sido dada por desaparecida durante 40 días.
Según la prensa turca, el crimen de honor cometido por la menor habría sido mantener posibles relaciones sentimentales con chicos del pueblo de Kahta, en la provincia sudoriental de Adiyaman. El padre había dicho que la familia se sentía “infeliz” porque la niña tuviese amigos masculinos.
Los forenses dictaminaron que la menor había sido enterrada viva y consciente ya que durante la autopsia no se descubrieron signos de violencia o envenenamiento, sino una gran cantidad de tierra en su estómago y pulmones.
El cuerpo pudo ser hallado gracias a las pistas de una persona anónima, posiblemente un miembro arrepentido de la familia o un vecino del pueblo.
El padre y el abuelo de la víctima han sido enviados a prisión preventiva en espera de juicio, ambos acusados de asesinato.
EL CRIMEN DE HONOR
Estos crímenes, que se concentran en las zonas más retrasadas de Turquía y en los barrios más pobres de las grandes ciudades, se producen cuando el consejo familiar decide que un miembro del clan ha violado las normas tradicionales del “honor”.
Habitualmente en estos casos se incita a los menores de la familia a cometer el asesinato ya que las penas de prisión son en este caso menores.
El Gobierno turco reformó en 2004 el código penal para eliminar una disposición que consideraba el “honor” como un atenuante en la violencia doméstica y, gracias a la presión de las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer, se han incrementado las penas en estos casos.
A pesar de esta medida, los cálculos de diversas ONG informan que aún se producen en torno a 300 crímenes de honor al año en Turquía.
Según la prensa turca, el crimen de honor cometido por la menor habría sido mantener posibles relaciones sentimentales con chicos del pueblo de Kahta, en la provincia sudoriental de Adiyaman. El padre había dicho que la familia se sentía “infeliz” porque la niña tuviese amigos masculinos.
Los forenses dictaminaron que la menor había sido enterrada viva y consciente ya que durante la autopsia no se descubrieron signos de violencia o envenenamiento, sino una gran cantidad de tierra en su estómago y pulmones.
El cuerpo pudo ser hallado gracias a las pistas de una persona anónima, posiblemente un miembro arrepentido de la familia o un vecino del pueblo.
El padre y el abuelo de la víctima han sido enviados a prisión preventiva en espera de juicio, ambos acusados de asesinato.
EL CRIMEN DE HONOR
Estos crímenes, que se concentran en las zonas más retrasadas de Turquía y en los barrios más pobres de las grandes ciudades, se producen cuando el consejo familiar decide que un miembro del clan ha violado las normas tradicionales del “honor”.
Habitualmente en estos casos se incita a los menores de la familia a cometer el asesinato ya que las penas de prisión son en este caso menores.
El Gobierno turco reformó en 2004 el código penal para eliminar una disposición que consideraba el “honor” como un atenuante en la violencia doméstica y, gracias a la presión de las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer, se han incrementado las penas en estos casos.
A pesar de esta medida, los cálculos de diversas ONG informan que aún se producen en torno a 300 crímenes de honor al año en Turquía.