lunes, 22 de febrero de 2010

Haití, Honduras y unión de latinoamérica y Caribe en agenda del Grupo de Río


CANCÚN. La reconstrucción de Haití, el regreso de Honduras a la OEA y la creación de un bloque regional de América Latina y el Caribe sin Estados Unidos dominan la agenda de la llamada 'cumbre de la unidad' del Grupo de Río, que empieza este lunes en México con unos 25 mandatarios.

El documento que concreta la creación del bloque de América Latina y el Caribe fue puesto a punto el fin de semana por los cancilleres que sostuvieron sendas reuniones de trabajo en la zona costera de la riviera Maya, cerca al balneario de Cancún.

La canciller mexicana Patricia Espinosa dijo a la AFP que aspira a que de esta cumbre, la vigésimo primera del Grupo de Río, salga el proyecto de una nueva organización que unifique la voz de la región en los foros internacionales.

Pretendemos "lograr que sea identificada como la entidad interlocutora con otras regiones y grupos de países", apuntó.

El presidente venezolano Hugo Chávez antes de viajar a Cancún, unos 1.500 km al oeste de Ciudad de México, saludó la iniciativa de concretar un bloque regional subrayando que se trata de una "propuesta para desprendernos definitivamente del coloniaje que Estados Unidos puso a este continente".

Se trata de "un instrumento para que Latinoamérica se libere del imperialismo norteamericano", lo secundó por su parte el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien este domingo comenzó una visita oficial a la capital mexicana antes de viajar a Cancún.

A la reunión -que culmina el martes- asistirán 34 países, de los cuales 25 serán representados por sus presidentes o primeros ministros.

El gran ausente será Porfirio Lobo, presidente de Honduras, país excluido porque permanece por fuera de la Organización de Estados Americanos (OEA) a raíz del golpe contra el entonces presidente Manuel Zelaya, en junio pasado.

Zelaya, cuyo periodo concluyó en enero sin que lograra regresar a la presidencia de la cual fue sacado por la fuerza, anunció que enviará un mensaje al cónclave reclamando adoptar medidas más fuertes para evitar que se repitan los golpes de estado.

"Es necesario dotar de dientes y colmillos a la comunidad internacional y trabajar en el blindaje de la democracia para que esta situación no vuelva a ocurrir", dijo Zelaya desde Santo Domingo en donde permanece exiliado desde el 27 de enero.

En la riviera Maya, los mandatarios de la región dedicarán un apartado especial a escuchar al presidente haitiano René Preval, que hará un balance sobre la situación de su país tras el terremoto del 12 de enero.

Se intentará "agilizar los mecanismos de coordinación para definir con claridad cuáles son las necesidades" de Haití, subrayó la canciller Espinosa.

Preval participa hoy también cerca a Cancún de la primera reunión de jefes de Estado o de gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom), reunida también para afinar la colaboración regional hacia su país.

En total, 25 de los 34 países invitados habían confirmado la participación de sus presidentes o primeros ministros. Aunque fue invitado especialmente por México, el presidente de Cuba Raúl Castro no había confirmado hasta ayer su asistencia.

Por el contrario los presidentes electos de Chile, Sebastián Piñera y de Costa Rica, Laura Chinchilla, próximos a asumir funciones, asistirán como invitados especiales.

Piñera fue invitado por la socialista Michelle Bachelet que en la reunión recibirá a nombre de su país la secretaria pro tempore del Grupo de Rio en su calidad de anfitrión de la próxima cumbre en 2012.

El primer presidente en arribar a la reunión fue el paraguayo Fernando Lugo, que llegó la tarde del sábado a Cancún.

Varios mandatarios tienen previstas reuniones bilaterales. Destaca la de Rafael Correa de Ecuador y Álvaro Uribe de Colombia, que en 2008 protagonizaron junto a Chávez la cumbre anterior del Grupo de Río en Santo Domingo (2008), que logró aplacar el ánimo belicista desatado por una intervención militar colombiana en el norte ecuatoriano.

Cerca de 2 000 efectivos del ejército, la policía y la marina de guerra han sido desplegados en los alrededores de Cancún y del balneario de Playa del Carmen, a unos 65 km, para garantizar la seguridad. (AFP)