El cantón Muisne fue declarado ayer en emergencia por las autoridades municipales y el Comité de Operaciones Emergentes (COE), debido a los fuertes oleajes que han provocado daños en viviendas y locales comerciales.
El más afectado es el balneario de Mompiche, donde decenas de viviendas resultaron afectadas por la arremetida de las olas, que también destruyeron una parte del malecón de esa localidad, que había sido construido hace pocos meses.
Cerca de cuarenta negocios que funcionaban frente al mar se inundaron, ocasionando pérdidas económicas a sus propietarios. También las plantaciones de palma africana cayeron al no soportar la arremetida de las olas en ese turístico sector esmeraldeño.
Varias familias, que habitaban las viviendas que se inundaron, fueron evacuadas por personal de la Secretaría de Riesgo hacia las escuelas del sector, mientras que otras optaron por acudir a casas de familiares y amigos, mientras dure la emergencia.
Según los habitantes, los oleajes se presentaron entre la tarde del lunes y las primeras horas de la mañana de ayer y provocaron el pánico entre las familias, que temen que el fenómeno continúe y pueda ocasionar un mayor perjuicio.
En Muisne, los barrios Florida, San Pedro, San Pablo, Santa Rosa y Bella Vista, sufrieron los embates de la naturaleza.
Esos sectores quedaron inundados y sus habitantes piden a las autoridades que tomen las medidas preventivas para evitar que el agua arrase sus viviendas.
También una gran parte del poblado Cabo de San Francisco, perteneciente al mismo cantón, permanecía ayer inundado. El alcalde de Muisne, Ángel Bernal Bodniza, convocó al COE para canalizar las labores en la zona y ayudar a las familias damnificadas. “Es necesario que los habitantes de estos sectores tomen las precauciones del caso, más aún cuando se anuncian fuertes aguajes a mediados de febrero; hoy estamos inundados en todos los barrios de la isla”, dijo el burgomaestre. David Granados, director provincial de la Secretaría de Riesgos, viajó desde Esmeraldas, con 22 voluntarios, para fortalecer las labores de evacuación.
El más afectado es el balneario de Mompiche, donde decenas de viviendas resultaron afectadas por la arremetida de las olas, que también destruyeron una parte del malecón de esa localidad, que había sido construido hace pocos meses.
Cerca de cuarenta negocios que funcionaban frente al mar se inundaron, ocasionando pérdidas económicas a sus propietarios. También las plantaciones de palma africana cayeron al no soportar la arremetida de las olas en ese turístico sector esmeraldeño.
Varias familias, que habitaban las viviendas que se inundaron, fueron evacuadas por personal de la Secretaría de Riesgo hacia las escuelas del sector, mientras que otras optaron por acudir a casas de familiares y amigos, mientras dure la emergencia.
Según los habitantes, los oleajes se presentaron entre la tarde del lunes y las primeras horas de la mañana de ayer y provocaron el pánico entre las familias, que temen que el fenómeno continúe y pueda ocasionar un mayor perjuicio.
En Muisne, los barrios Florida, San Pedro, San Pablo, Santa Rosa y Bella Vista, sufrieron los embates de la naturaleza.
Esos sectores quedaron inundados y sus habitantes piden a las autoridades que tomen las medidas preventivas para evitar que el agua arrase sus viviendas.
También una gran parte del poblado Cabo de San Francisco, perteneciente al mismo cantón, permanecía ayer inundado. El alcalde de Muisne, Ángel Bernal Bodniza, convocó al COE para canalizar las labores en la zona y ayudar a las familias damnificadas. “Es necesario que los habitantes de estos sectores tomen las precauciones del caso, más aún cuando se anuncian fuertes aguajes a mediados de febrero; hoy estamos inundados en todos los barrios de la isla”, dijo el burgomaestre. David Granados, director provincial de la Secretaría de Riesgos, viajó desde Esmeraldas, con 22 voluntarios, para fortalecer las labores de evacuación.