Alrededor de $25 millones anuales pierde el sector ganadero al enfrentarse a la fiebre aftosa, según lo explicó Francisco Jácome, director de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad) quien especificó que "la enfermedad tiene un fuerte impacto económico para los ganaderos".
Sin embargo, se estima que este año las pérdidas serán mayores, pues hasta ahora ya hay 15 provincias declaradas en cuarentena (ver gráfico), para evitar el movimiento masivo de ganado.
En el país, en lo que va de 2009, se reportan 64 casos del virus de la fiebre aftosa o glosopeda. Por ello, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (Magap) declaró en cuarentena a toda la zona endémica primaria: Santo Domingo de los Tsáchilas, Santa Elena, Guayas, El Oro, Los Ríos y Manabí, así como el sector fronterizo con Colombia: Esmeraldas, Imbabura, Carchi y Sucumbíos. El resto se mantienen en cuarentenas locales.
Según Agrocalidad, la expansión del virus surge porque los ganaderos no permiten vacunar los bovinos, o a su vez, si dentro de su hacienda se focalizan casos de aftosa no son notificados.
Marcelo Almeida, de la Subsecretaría de Fomento Ganadero para la Fiebre Aftosa, del Magap, dijo que en la campaña de vacunación se invierten $3 millones, gracias a lo cual se ha logrado vacunar al 60%, de las 4 millones de reses que hay en el país, pero la aspiración es lograr un 80%.
El país dispone de 7 400 000 vacunas, en las cuales se invirtió $2 591 550, según Agrocalidad, son suficientes para inmunizar a la población de ganado.
Plan de erradicación. Para Almeida, una de las formas de contrarrestrar la enfermedad es la implementación del Plan de Erradicación de la Fiebre Aftosa, que implica un mayor control en la movilización del ganado, campañas de vacunación, e investigación y aplicación de cercos epidemiológicos. Este plan se plantea efectuarlo hasta 2012.
No obstante, el funcionario denunció que los ganaderos no cumplen con la vacunación y otras directrices que constan en la Ley de Sanidad Animal por no ser "estas exigentes", por lo que se prevé plantear medidas más severas para evitar las pérdidas económicas que afectan al sector.
Almeida se abstuvo de dar cifras exactas de pérdidas económicas en lo que va de este año.
Mientras, Juan Pablo Grijalva, gerente de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO), comentó que la "cuarentena obviamente generará pérdidas económicas"; sin embargo, prefirió no dar cifras.
Para Jaime Tapia, propietario de la hacienda La Merced, ubicada en Güitig Bajo, Machachi, "al ganadero que por mala suerte se le enferma el ganado le espera una gastadera de plata, porque los animales sufren decaimiento, no pueden comer, baja la producción y pierde dinero". Allí, los ganaderos conocen la presencia de la enfermedad, pero evitan decir en qué medida los afecta y menos aún hacerla pública.
Sin embargo, se estima que este año las pérdidas serán mayores, pues hasta ahora ya hay 15 provincias declaradas en cuarentena (ver gráfico), para evitar el movimiento masivo de ganado.
En el país, en lo que va de 2009, se reportan 64 casos del virus de la fiebre aftosa o glosopeda. Por ello, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (Magap) declaró en cuarentena a toda la zona endémica primaria: Santo Domingo de los Tsáchilas, Santa Elena, Guayas, El Oro, Los Ríos y Manabí, así como el sector fronterizo con Colombia: Esmeraldas, Imbabura, Carchi y Sucumbíos. El resto se mantienen en cuarentenas locales.
Según Agrocalidad, la expansión del virus surge porque los ganaderos no permiten vacunar los bovinos, o a su vez, si dentro de su hacienda se focalizan casos de aftosa no son notificados.
Marcelo Almeida, de la Subsecretaría de Fomento Ganadero para la Fiebre Aftosa, del Magap, dijo que en la campaña de vacunación se invierten $3 millones, gracias a lo cual se ha logrado vacunar al 60%, de las 4 millones de reses que hay en el país, pero la aspiración es lograr un 80%.
El país dispone de 7 400 000 vacunas, en las cuales se invirtió $2 591 550, según Agrocalidad, son suficientes para inmunizar a la población de ganado.
Plan de erradicación. Para Almeida, una de las formas de contrarrestrar la enfermedad es la implementación del Plan de Erradicación de la Fiebre Aftosa, que implica un mayor control en la movilización del ganado, campañas de vacunación, e investigación y aplicación de cercos epidemiológicos. Este plan se plantea efectuarlo hasta 2012.
No obstante, el funcionario denunció que los ganaderos no cumplen con la vacunación y otras directrices que constan en la Ley de Sanidad Animal por no ser "estas exigentes", por lo que se prevé plantear medidas más severas para evitar las pérdidas económicas que afectan al sector.
Almeida se abstuvo de dar cifras exactas de pérdidas económicas en lo que va de este año.
Mientras, Juan Pablo Grijalva, gerente de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO), comentó que la "cuarentena obviamente generará pérdidas económicas"; sin embargo, prefirió no dar cifras.
Para Jaime Tapia, propietario de la hacienda La Merced, ubicada en Güitig Bajo, Machachi, "al ganadero que por mala suerte se le enferma el ganado le espera una gastadera de plata, porque los animales sufren decaimiento, no pueden comer, baja la producción y pierde dinero". Allí, los ganaderos conocen la presencia de la enfermedad, pero evitan decir en qué medida los afecta y menos aún hacerla pública.