TEGUCIGALPA. La tensión alcanzo ayer su nivel máximo en Honduras, luego de que un comando de las Fuerzas Armadas irrumpiera en la casa del presidente, Manuel Zelaya, lo llevara detenido a una base aérea de la capital, Tegucigalpa, y lo deportara con destino a Costa Rica, concretando lo que para la comunidad internacional constituye un "golpe de Estado".
El conflicto inició, en marzo pasado, luego de que Zelaya anunciara la convocatoria a una consulta popular que permita instalar una Asamblea Constituyente, la misma que se encargaría de realizar reformas a la Constitución que abran las puertas a su pretendida reelección.
A pesar de que el Congreso había aprobado una ley que ordenaba la prohibición de realizar referendos o plebiscitos 180 días antes o 180 días después de las elecciones generales, previstas para el 29 de noviembre próximo, Zelaya hizo caso omiso y continuó con su encuesta, que estaba prevista para ayer.
Esto provocó el rechazo de la oposición, de las instituciones del Estado, de la ciudadanía y de su propio Partido Liberal, que pidió a los hondureños abstenerse de participar en la consulta.
Por su parte, los militares se negaron a ayudar al gobernante en la logística durante el proceso, ya que violaba las leyes del país. Lo que generó que, el jueves pasado, Zelaya destituyera al jefe de las Fuerzas Armadas, Roméo Vásquez.
Tras el allanamiento, el secretario privado de Zelaya, Enrique Reina, dio a conocer a los medios locales que "los militares ingresaron a la vivienda por la fuerza y se llevaron al presidente".
Según testigos, cuatro comandos con 300 soldados llegaron a la residencia hacia las 07:00 (de Ecuador) completamente armados. Además, varios aviones de combate sobrevolaron Tegucigalpa durante la detención.
Los miembros del Ejército llevaron al presidente hacia una base militar y lo embarcaron en un avión. En un inició se especuló que había sido deportado hacia Venezuela, sin embargo, horas más tarde se confirmó que se encontraba en Costa Rica.
Desde la capital tica, San José, Zelaya denunció que fue "víctima de un brutal secuestro perpetrado por los militares". Agregó que continúa siendo el presidente Constitucional de Honduras y que no pedirá asilo político al Gobierno costarricense. El mandatario aseguró en su primera entrevista a la cadena multiestatal Telesur, que aún se encontraba "en pijamas y medias, ya que los golpistas no me dieron tiempo para ponerme otra ropa".
En tanto, tras conocerse la noticia miles de partidarios oficialistas se concentraron frente a la Casa Presidencial, en lo que denominaron una "resistencia pacífica", para exigir el regreso de su líder. Esto a pesar de que la radio exhortó a los ciudadanos a permanecer en sus hogares y evitar enfrentamientos con los militares que desplegaron carros blindados y tanquetas por las calles capitalinas.
Mientras tanto, el Congreso hondureño convocó a una sesión extraordinaria con el carácter de urgente para "llenar el vacío de poder" en el país. En esta sesión se posesionó al liberal, Roberto Micheletti, actual presidente de Parlamento, como sucesor de Zelaya.
Además los congresistas aceptaron una supuesta carta de renuncia que habría sido remitida por Manuel Zelaya. Sin embargo, el presidente negó a la cadena estadounidense CNN haber puesto a disposición su cargo.
Micheletti anunció ayer un toque de queda de al menos 48 horas con el fin de que el país recupere la tranquilidad. Indicó que se analizará si la medida, que debe ser ratificada por el Parlamento, se extiende por más tiempo.
Por su parte, mediante comunicado, la Corte Suprema de Justicia, defendió la acción militar en contra del gobernante y anunció que todo se produjo en cumplimiento de la ley.
Otras detenciones. La primera dama de Honduras, Xiomara de Zelaya, informó a varios medios internacionales que se encuentra refugiada en una montaña del Oriente del país, por temor a sufrir daños, tras la detención de su esposo.
"Estamos escondidos, enmontañados, no tenemos mucha información de lo que sucede", dijo la primera dama, quien había viajado, desde el sábado pasado, a la localidad de Catacamas para encabezar la consulta popular promovida por su marido.
También, se dio a conocer que al menos ocho ministros del gabinete del depuesto presidente, entre ellos la Canciller, Patricia Rodas, están detenidos.
Además, fue aprehendido el secretario privado del mandatario, Enrique Reina, mientras que se desconoce del paradero del ministro de Seguridad, Jorge Rodas. (EFE-AFP-AP)
Comunidad internacional repudia el golpe militar
Los Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y casi todos los países latinoamericanos condenaron ayer el golpe de Estado en Honduras y urgieron por el inmediato retorno de la democracia en el país centroamericano.
Desde Washington la secretaria de Estado, Hillary Clinton, condenó el golpe ya que "viola los preceptos democráticos" hemisféricos, mientras que el presidente Barack Obama se declaró "profundamente preocupado" por lo sucedido.
"Cualquier tensión y disputa existente debe ser resuelta pacíficamente a través del diálogo, libre de cualquier interferencia del extranjero", afirmó Obama.
Clinton convocó a Honduras a sostener "los máximos principios de la democracia" que fueran reafirmados durante el último encuentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrado precisamente en suelo hondureño a principios de junio.
También, el embajador estadounidense en Honduras, Hugo Llorens, aclaró la posición de su país y aseguró que "el único presidente que los Estados Unidos reconoce en Honduras es el presidente Manuel Zelaya".
La Unión Europea se unió a la condena del golpe militar y pidió la inmediata restitución del orden constitucional, según anunció en Corfú, Grecia, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El ministro de Exteriores de la República Checa, Jan Kohout, país que preside la UE durante este semestre, confirmó poco después la condena comunitaria y la petición de retorno inmediato a la normalidad en Honduras.
Por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer, tras varias horas de deliberaciones, una resolución de siete puntos que condena "enérgicamente" el "golpe de Estado" efectuado contra Zelaya. Asimismo exige el retorno "inmediato, seguro e incondicional" de Zelaya al poder y programa una sesión extraordinaria de la Asamblea General de la OEA para el próximo martes con el fin de estudiar los nuevos pasos a seguir.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunirá hoy en sesión de emergencia, para analizar la crisis política en Honduras. (EFE-AFP)
El conflicto inició, en marzo pasado, luego de que Zelaya anunciara la convocatoria a una consulta popular que permita instalar una Asamblea Constituyente, la misma que se encargaría de realizar reformas a la Constitución que abran las puertas a su pretendida reelección.
A pesar de que el Congreso había aprobado una ley que ordenaba la prohibición de realizar referendos o plebiscitos 180 días antes o 180 días después de las elecciones generales, previstas para el 29 de noviembre próximo, Zelaya hizo caso omiso y continuó con su encuesta, que estaba prevista para ayer.
Esto provocó el rechazo de la oposición, de las instituciones del Estado, de la ciudadanía y de su propio Partido Liberal, que pidió a los hondureños abstenerse de participar en la consulta.
Por su parte, los militares se negaron a ayudar al gobernante en la logística durante el proceso, ya que violaba las leyes del país. Lo que generó que, el jueves pasado, Zelaya destituyera al jefe de las Fuerzas Armadas, Roméo Vásquez.
Tras el allanamiento, el secretario privado de Zelaya, Enrique Reina, dio a conocer a los medios locales que "los militares ingresaron a la vivienda por la fuerza y se llevaron al presidente".
Según testigos, cuatro comandos con 300 soldados llegaron a la residencia hacia las 07:00 (de Ecuador) completamente armados. Además, varios aviones de combate sobrevolaron Tegucigalpa durante la detención.
Los miembros del Ejército llevaron al presidente hacia una base militar y lo embarcaron en un avión. En un inició se especuló que había sido deportado hacia Venezuela, sin embargo, horas más tarde se confirmó que se encontraba en Costa Rica.
Desde la capital tica, San José, Zelaya denunció que fue "víctima de un brutal secuestro perpetrado por los militares". Agregó que continúa siendo el presidente Constitucional de Honduras y que no pedirá asilo político al Gobierno costarricense. El mandatario aseguró en su primera entrevista a la cadena multiestatal Telesur, que aún se encontraba "en pijamas y medias, ya que los golpistas no me dieron tiempo para ponerme otra ropa".
En tanto, tras conocerse la noticia miles de partidarios oficialistas se concentraron frente a la Casa Presidencial, en lo que denominaron una "resistencia pacífica", para exigir el regreso de su líder. Esto a pesar de que la radio exhortó a los ciudadanos a permanecer en sus hogares y evitar enfrentamientos con los militares que desplegaron carros blindados y tanquetas por las calles capitalinas.
Mientras tanto, el Congreso hondureño convocó a una sesión extraordinaria con el carácter de urgente para "llenar el vacío de poder" en el país. En esta sesión se posesionó al liberal, Roberto Micheletti, actual presidente de Parlamento, como sucesor de Zelaya.
Además los congresistas aceptaron una supuesta carta de renuncia que habría sido remitida por Manuel Zelaya. Sin embargo, el presidente negó a la cadena estadounidense CNN haber puesto a disposición su cargo.
Micheletti anunció ayer un toque de queda de al menos 48 horas con el fin de que el país recupere la tranquilidad. Indicó que se analizará si la medida, que debe ser ratificada por el Parlamento, se extiende por más tiempo.
Por su parte, mediante comunicado, la Corte Suprema de Justicia, defendió la acción militar en contra del gobernante y anunció que todo se produjo en cumplimiento de la ley.
Otras detenciones. La primera dama de Honduras, Xiomara de Zelaya, informó a varios medios internacionales que se encuentra refugiada en una montaña del Oriente del país, por temor a sufrir daños, tras la detención de su esposo.
"Estamos escondidos, enmontañados, no tenemos mucha información de lo que sucede", dijo la primera dama, quien había viajado, desde el sábado pasado, a la localidad de Catacamas para encabezar la consulta popular promovida por su marido.
También, se dio a conocer que al menos ocho ministros del gabinete del depuesto presidente, entre ellos la Canciller, Patricia Rodas, están detenidos.
Además, fue aprehendido el secretario privado del mandatario, Enrique Reina, mientras que se desconoce del paradero del ministro de Seguridad, Jorge Rodas. (EFE-AFP-AP)
Comunidad internacional repudia el golpe militar
Los Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y casi todos los países latinoamericanos condenaron ayer el golpe de Estado en Honduras y urgieron por el inmediato retorno de la democracia en el país centroamericano.
Desde Washington la secretaria de Estado, Hillary Clinton, condenó el golpe ya que "viola los preceptos democráticos" hemisféricos, mientras que el presidente Barack Obama se declaró "profundamente preocupado" por lo sucedido.
"Cualquier tensión y disputa existente debe ser resuelta pacíficamente a través del diálogo, libre de cualquier interferencia del extranjero", afirmó Obama.
Clinton convocó a Honduras a sostener "los máximos principios de la democracia" que fueran reafirmados durante el último encuentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrado precisamente en suelo hondureño a principios de junio.
También, el embajador estadounidense en Honduras, Hugo Llorens, aclaró la posición de su país y aseguró que "el único presidente que los Estados Unidos reconoce en Honduras es el presidente Manuel Zelaya".
La Unión Europea se unió a la condena del golpe militar y pidió la inmediata restitución del orden constitucional, según anunció en Corfú, Grecia, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El ministro de Exteriores de la República Checa, Jan Kohout, país que preside la UE durante este semestre, confirmó poco después la condena comunitaria y la petición de retorno inmediato a la normalidad en Honduras.
Por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer, tras varias horas de deliberaciones, una resolución de siete puntos que condena "enérgicamente" el "golpe de Estado" efectuado contra Zelaya. Asimismo exige el retorno "inmediato, seguro e incondicional" de Zelaya al poder y programa una sesión extraordinaria de la Asamblea General de la OEA para el próximo martes con el fin de estudiar los nuevos pasos a seguir.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunirá hoy en sesión de emergencia, para analizar la crisis política en Honduras. (EFE-AFP)