Existe descontento en el sector bancario por el recorte de los precios de los 32 servicios financieros establecidos por la Junta Bancaria. Según algunos representantes del gremio. Las pérdidas por esta disposición sobrepasarían los $50 millones anuales, cifra que fue pronosticada por la Superintendenta de Bancos, Gloria Sabando.
Para Antonio Acosta, presidente ejecutivo del Banco Pichincha, esta medida dejará una merma de unos $70 millones por año que provocará desestabilización en el sistema financiero. El mismo criterio lo compartió César Robalino, presidente de la Asociación de Bancos Privados (ABPE), quien añadió que aun no se visualizan los efectos cuantitativos , pero "sin duda el monto será mayor a lo dicho por la funcionaria".
Robalino mencionó, además, que el gremio siempre insistió al Gobierno para que este tipo de cambios sean manejados técnicamente, pero esto no se ha cumplido. Y como consecuencia de ello "la banca de alguna manera deberá recuperar esta falta de ingresos y me temo que tendrá que ser por medio de la desbancarización", dijo.
¿Y quiénes serán los más perjudicados? Los clientes, respondió Acosta, "pues al no contar con los fondos suficientes para poder solventar los servicios estos se suspenderán o, a su vez, bajará su calidad".
No será alentador para los cuentaahorristas ver que, por ejemplo, el cajero automático funciona solo cinco días a la semana y no siete como lo es actualmente, explicó Robalino.
Sabando dijo que el monto de las pérdidas tendrá variaciones de acuerdo a la capacidad de gestión de cada institución.
Dijo además que para las modificaciones se tomaron en cuenta las tarifas que cobraban el 70% de los bancos y se estableció a este valor como máximo, es decir que el 30% de las entidades que estaban por encima de ese techo deberán bajar sus costos.
Para Antonio Acosta, presidente ejecutivo del Banco Pichincha, esta medida dejará una merma de unos $70 millones por año que provocará desestabilización en el sistema financiero. El mismo criterio lo compartió César Robalino, presidente de la Asociación de Bancos Privados (ABPE), quien añadió que aun no se visualizan los efectos cuantitativos , pero "sin duda el monto será mayor a lo dicho por la funcionaria".
Robalino mencionó, además, que el gremio siempre insistió al Gobierno para que este tipo de cambios sean manejados técnicamente, pero esto no se ha cumplido. Y como consecuencia de ello "la banca de alguna manera deberá recuperar esta falta de ingresos y me temo que tendrá que ser por medio de la desbancarización", dijo.
¿Y quiénes serán los más perjudicados? Los clientes, respondió Acosta, "pues al no contar con los fondos suficientes para poder solventar los servicios estos se suspenderán o, a su vez, bajará su calidad".
No será alentador para los cuentaahorristas ver que, por ejemplo, el cajero automático funciona solo cinco días a la semana y no siete como lo es actualmente, explicó Robalino.
Sabando dijo que el monto de las pérdidas tendrá variaciones de acuerdo a la capacidad de gestión de cada institución.
Dijo además que para las modificaciones se tomaron en cuenta las tarifas que cobraban el 70% de los bancos y se estableció a este valor como máximo, es decir que el 30% de las entidades que estaban por encima de ese techo deberán bajar sus costos.