Mediante un comunicado y que recoge una entrevista con Prensa Latina, el titular de la secretaría encargada de planificar el desarrollo de la Revolución Ciudadana (Senplades), rechazó la intención de algunos países desarrollados de utilizar el comercio para imponer una agenda ideológica.
Siempre digo que en los detalles está el diablo, entonces hay que meterse en los detalles para ver cómo termina este acuerdo favoreciendo a los dos partes, o sea al pueblo de Ecuador y la Comunidad Europea, y las "líneas rojas" están muy claras, recalcó.
Algo que a Ecuador interesa muchísimo es el tema de la migración, lo que se trata en el tema de servicios, apuntó. Si otros países han negociado el tema con la Comunidad Europea, entonces por qué Ecuador no va a poder hacerlo y eso demuestra que sí hay cómo negociar, estimó.
No únicamente por un tema ideológico de poner al hombre sobre el capital, sino también por un tema económico, precisó.
Las remesas de los migrantes son alrededor de mil 400 millones de dólares en un período anual, comentó, al compararlo con los ingresos por las exportaciones del banano que son 640 millones de dólares.
Otro tema que el presidente Rafael Correa ha posesionado muy fuertemente es el de la propiedad intelectual, recordó, y ha pedido se negocie en esas líneas cuestiones de compensación, vistas como un bien público y nunca contemplar el conocimiento como un bien privado.
Respecto al tema de las compras públicas, dejó en claro que Ecuador quiere desarrollar la industria en el país y advirtió ahí habrán ciertos umbrales que permitan dar ventajas a la producción nacional.
Tenemos muy claros dos objetivos dentro del Plan y como una perspectiva de desarrollo, enumeró. Primero, nosotros somos un país pequeño que por lo tanto estratégicamente buscamos promover la integración, fundamentalmente latinoamericana.
El hecho de que suba el precio del petróleo en el mundo nos afecta positivamente en el corto plazo, admitió. Pero, si hacemos un análisis mucho más estructural de la economía, si no cambiamos el modelo de desarrollo estamos dependiendo de factores exógenos.
Y la soberanía de los pueblos radica en depender de sus propias fuerzas, enfatizó Ramírez. Si bien este momento puede afectar positivamente la economía de Ecuador, porque cada dólar de incremento en el precio del petróleo representa ingresos adicionales por unos 80 millones de dólares, de no cambiar el modelo pudiéramos sufrir luego el efecto contrario.
¿Qué pasaría cuando venga una crisis y baje a 20 dólares el precio del barril de petróleo?, preguntó.
Entonces lo que este gobierno está buscando, reiteró, es un cambio en la matriz productiva que nos permita depender de nuestras propias fuerzas, ser soberanos, obviamente con una inserción inteligente en el sistema mundial.
Parte del cambio en la matriz productiva pasa por cambiar las relaciones de poder que existen en el sector productivo, y aquí, señaló, lo que está pasando es que el capital se lleva la mayoría de las utilidades y buscamos otra forma de propiedad, como dice la Constitución.