El presidente, Rafael Correa, llamó ayer a los ecuatorianos a castigar en las urnas a los políticos opositores que, según él, conspiraron para derrocarlo durante una rebelión policial el pasado 30 de septiembre.
"Si no los podemos sancionar por las leyes, a sancionarlos en las urnas y colocarlos en el puesto que bien merecen en la historia", dijo el mandatario durante un acto público en la ciudad de Cuenca (450 km al sur de Quito).
Correa se refirió en particular a congresistas opositores que plantearon una amnistía para los policías sublevados en medio de la revuelta que dejó 10 muertos y 274 heridos.
"Jamás olvidar a todos aquellos que enseguida gritaron amnistía sin importar las atrocidades cometidas, ya que eran autores, cómplices y beneficiarios de la conspiración", exhortó.
El gobernante reiteró que "no habrá perdón ni olvido" para los implicados en la sublevación, protagonizada por cientos de policías contra una ley que reformó sus bonificaciones. La insurrección fue apoyada públicamente por algunos diputados.
"Solo pueden tener una respuesta: justicia, que es la peor maldición para los cobardes y traidores", sostuvo.
Correa también fustigó a medios de prensa que, a su juicio, intentan desvirtuar la versión oficial de que la rebelión fue orquestada por policías corruptos en contubernio con opositores políticos para propiciar su caída, e incluso asesinarlo.
"Así como hubo periodistas que el 30 de septiembre ennoblecieron su profesión y se jugaron la vida junto al presidente, qué triste el papel de los alfiles de la oligarquía que ni siquiera por ideología sino por odios viscerales quieren incluso negar el intento de magnicidio: la historia los juzgará y sabrá ponernos a cada uno en el lugar que corresponde", dijo.
"Si no los podemos sancionar por las leyes, a sancionarlos en las urnas y colocarlos en el puesto que bien merecen en la historia", dijo el mandatario durante un acto público en la ciudad de Cuenca (450 km al sur de Quito).
Correa se refirió en particular a congresistas opositores que plantearon una amnistía para los policías sublevados en medio de la revuelta que dejó 10 muertos y 274 heridos.
"Jamás olvidar a todos aquellos que enseguida gritaron amnistía sin importar las atrocidades cometidas, ya que eran autores, cómplices y beneficiarios de la conspiración", exhortó.
El gobernante reiteró que "no habrá perdón ni olvido" para los implicados en la sublevación, protagonizada por cientos de policías contra una ley que reformó sus bonificaciones. La insurrección fue apoyada públicamente por algunos diputados.
"Solo pueden tener una respuesta: justicia, que es la peor maldición para los cobardes y traidores", sostuvo.
Correa también fustigó a medios de prensa que, a su juicio, intentan desvirtuar la versión oficial de que la rebelión fue orquestada por policías corruptos en contubernio con opositores políticos para propiciar su caída, e incluso asesinarlo.
"Así como hubo periodistas que el 30 de septiembre ennoblecieron su profesión y se jugaron la vida junto al presidente, qué triste el papel de los alfiles de la oligarquía que ni siquiera por ideología sino por odios viscerales quieren incluso negar el intento de magnicidio: la historia los juzgará y sabrá ponernos a cada uno en el lugar que corresponde", dijo.