El pasado lunes, la petrolera publicó una declaración jurada del perito técnico Calmbacher en la que aseguraba que los demandantes presentaron informes fraudulentos al tribunal sobre niveles altos de contaminación en sectores de la Amazonía ecuatoriana.
La empresa se enfrenta a una demanda de $27 000 millones en la corte de Lago Agrio por los supuestos daños medioambientales y de salud que causó a las comunidades indígenas de la Amazonía de Ecuador la petrolera Texaco, que Chevron compró en 2001.
Juan Pablo Sáenz, integrante del equipo legal del Frente de Defensa de la Amazonía, señaló hoy en rueda de prensa en Quito que las acusaciones de Calmbacher son "gravísimas" porque se acusa a los abogados "de haber cometido un fraude de haber firmado y elaborado informes periciales que les corresponden al perito".
"Estamos perplejos", señaló Sáenz, para quien la declaración de Calmbacher "es uno de los tantos procesos que Chevron está abriendo alrededor del mundo para tratar de cansarnos y tratar de distraer nuestros esfuerzos" del juicio que se celebra en Ecuador por contaminación ambiental.
Sáenz, que afirmó que el perito "niega cualquier autoridad de los informes periciales que fueron presentados", aseguró, sin embargo, que tienen pruebas con su firma y las cadenas de custodia de los documentos, entre otras, en las que se concluye que se encontraron altos niveles de contaminación en los sectores que analizó.
Además, recordó declaraciones de Calmbacher en 2004 en un reportaje del diario New York Times sobre la defensa jurídica de Chevron que calificó como "muy parecida a la defensa que tenía la industria tabacalera cuando afirmaba que no existía evidencia que vincule el fumar con el cáncer de pulmón", subrayó Sáenz.
"Cómo puede ser que alguien que estuvo tan convencido por el trabajo que hizo sobre la contaminación que existía, ahora, seis años después viene con este ataque", se preguntó.
Además, precisó que junto a los peritajes que hizo en ese entonces Calmbacher están los que realizaron los peritos designados por la propia petrolera y que ellos "también concluyen que existe contaminación".
Pablo Fajardo, también abogado de los demandantes, precisó que, pese a las afirmaciones del perito, que podrían dar lugar a la descalificación de sus informes, el tribunal aún tiene más de 100 estudios periciales en sus manos.
"No nos sorprendería nada si Chevron está detrás de esto", agregó.
Otro de los abogados, Luis Yanza, recordó que este caso se suma al de unos vídeos difundidos por la compañía en los que se desvela una supuesta trama de soborno a uno de los juez del caso.
Explicó que, tras las investigaciones del Frente de Defensa de la Amazonía, se ha determinado que uno de los implicados en las grabaciones, realizadas clandestinamente, es un "ex convicto en Estados Unidos por un caso de narcotráfico" y que otro de los implicados, Diego Borja, trabajó para la compañía durante seis años.
Respecto a ese tema, Fajardo denunció que la esposa de Borja era titular de un laboratorio, propiedad de Chevron, que analizó algunas de las muestras de campo del juicio.
Existe "material suficiente para que la Fiscalía y otras instituciones competentes investiguen a profundidad", afirmó sobre lo que calificó de "acciones de presión y corrupción" de Chevron.
"No vamos a descansar, nuestra lucha sigue a pesar de estos obstáculos y estas presiones", concluyó Yanza. (EFE)
La empresa se enfrenta a una demanda de $27 000 millones en la corte de Lago Agrio por los supuestos daños medioambientales y de salud que causó a las comunidades indígenas de la Amazonía de Ecuador la petrolera Texaco, que Chevron compró en 2001.
Juan Pablo Sáenz, integrante del equipo legal del Frente de Defensa de la Amazonía, señaló hoy en rueda de prensa en Quito que las acusaciones de Calmbacher son "gravísimas" porque se acusa a los abogados "de haber cometido un fraude de haber firmado y elaborado informes periciales que les corresponden al perito".
"Estamos perplejos", señaló Sáenz, para quien la declaración de Calmbacher "es uno de los tantos procesos que Chevron está abriendo alrededor del mundo para tratar de cansarnos y tratar de distraer nuestros esfuerzos" del juicio que se celebra en Ecuador por contaminación ambiental.
Sáenz, que afirmó que el perito "niega cualquier autoridad de los informes periciales que fueron presentados", aseguró, sin embargo, que tienen pruebas con su firma y las cadenas de custodia de los documentos, entre otras, en las que se concluye que se encontraron altos niveles de contaminación en los sectores que analizó.
Además, recordó declaraciones de Calmbacher en 2004 en un reportaje del diario New York Times sobre la defensa jurídica de Chevron que calificó como "muy parecida a la defensa que tenía la industria tabacalera cuando afirmaba que no existía evidencia que vincule el fumar con el cáncer de pulmón", subrayó Sáenz.
"Cómo puede ser que alguien que estuvo tan convencido por el trabajo que hizo sobre la contaminación que existía, ahora, seis años después viene con este ataque", se preguntó.
Además, precisó que junto a los peritajes que hizo en ese entonces Calmbacher están los que realizaron los peritos designados por la propia petrolera y que ellos "también concluyen que existe contaminación".
Pablo Fajardo, también abogado de los demandantes, precisó que, pese a las afirmaciones del perito, que podrían dar lugar a la descalificación de sus informes, el tribunal aún tiene más de 100 estudios periciales en sus manos.
"No nos sorprendería nada si Chevron está detrás de esto", agregó.
Otro de los abogados, Luis Yanza, recordó que este caso se suma al de unos vídeos difundidos por la compañía en los que se desvela una supuesta trama de soborno a uno de los juez del caso.
Explicó que, tras las investigaciones del Frente de Defensa de la Amazonía, se ha determinado que uno de los implicados en las grabaciones, realizadas clandestinamente, es un "ex convicto en Estados Unidos por un caso de narcotráfico" y que otro de los implicados, Diego Borja, trabajó para la compañía durante seis años.
Respecto a ese tema, Fajardo denunció que la esposa de Borja era titular de un laboratorio, propiedad de Chevron, que analizó algunas de las muestras de campo del juicio.
Existe "material suficiente para que la Fiscalía y otras instituciones competentes investiguen a profundidad", afirmó sobre lo que calificó de "acciones de presión y corrupción" de Chevron.
"No vamos a descansar, nuestra lucha sigue a pesar de estos obstáculos y estas presiones", concluyó Yanza. (EFE)