El país se adhiere a la Alternativa por ser consecuente con Venezuela, aunque los beneficios sean inciertos
La confirmación del presidente de la República, Rafael Correa, el último sábado, del ingreso del país a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), deja varias inquietudes.
La ALBA se constituyó por iniciativa del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y del ex mandatario cubano, Fidel Castro, el 14 de diciembre de 2004, como una alternativa para contrarrestar el modelo del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Para el ex embajador del Ecuador en Francia, Juan Cueva, el nacimiento de la ALBA tiene un fuerte tinte de izquierda, pero indica que, desde el punto de vista legal, el presidente Correa está facultado para llevar al país a integrar ese grupo.
Además el artículo 423 de la nueva Constitución impulsa la integración latinoamericana, acotó el embajador Luis Narváez.
Según Cueva, desde el punto de vista de la soberanía, el anuncio del ingreso del Ecuador a la Alternativa Bolivariana no debió hacerlo el presidente venezolano, pues eso constituye una interferencia en la soberanía del Ecuador. "A eso se añade que la Cancillería ecuatoriana no se pronunció, cuando debía protestar por la intromisión", comentó.
Pero ese es un tema que no le interesa al primer mandatario, quien señaló que el Ecuador mantiene su soberanía y que el ingreso a la ALBA es una muestra de la consecuencia de su Gobierno con varios países amigos.
Correa también manifestó que la unión con las naciones que integran la ALBA le permitirá al país tener mayor fuerza en foros internacionales, como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), donde se ventilan varias demandas en contra del Ecuador.
El pasado 11 de junio, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) realizó un debate sobre el ingreso del Ecuador a la ALBA. Allí participaron varios analistas. Uno de ellos fue Francisco Rhon, director del Centro Andino de Acción Popular (CAAP), quien sostuvo que el Ecuador busca una alternativa a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), porque esos organismos no habrían funcionado en la resolución de problemas.
No obstante, para Juan Cueva, los problemas internos de cada país se resuelven en casa. "Ningún organismo internacional va a venir a resolverlos", comentó.
De su lado, la catedrática de la Flacso, Grace Jaramillo, opinó que en la adhesión del Ecuador a la ALBA habría un interés respecto a los acuerdos petroleros bilaterales. "Otra ventaja puede ser el sistema de compensación llamado Sucre", dijo.
Precisamente el tema económico habría sido la razón por la cual el presidente Correa decidido el ingreso del país a la ALBA, según el analista en asuntos internacionales, Jorge León. "Hubo presión económica para que el Ecuador ingrese a la Alternativa, ya que Venezuela invertirá en la refinería de Manabí; así nuestro país gana dinero y Venezuela más simpatizantes".
Asimismo, al ingresar al grupo, el Ecuador perdería neutralidad. "Ya no actuará de observador entre las naciones. Los avances internacionales se perdieron por presiones financieras", indicó.
Chávez saludó ayer la próxima incorporación del Ecuador a la ALBA y señaló que eso constituye "la segunda y definitiva independencia para nuestros pueblos". (MING)
Desventaja
"¿Integración o cooperación? Es la pregunta cuando nos referimos a la entrada del Ecuador a la ALBA", dice Francisco Rhon. El analista señala que los países que integran esa agrupación tienen debilidades energéticas, lo que -aunque unidos- los coloca en desventaja con respecto al Brasil. Rhon cree que actualmente se forman esas estructuras de izquierda por la crisis capitalista que afecta al mundo. Aclara que la ALBA no se contrapone a la CAN.
Una coalición
"La ALBA es una coalición dentro de la Unasur y también para otros fines internacionales", opina Grace Jaramillo. Para la catedrática, esta alternativa no puede analizarse en blanco y negro, ya que el ingreso del Ecuador puede traer acuerdos comerciales con países que están alineados en una izquierda radical y que buscan tener voz frente a organismos más grandes. Pero la iniciativa también puede alejar al Ecuador de otros países, como Chile.
La economía
"Antes que el ALBA, se debería consolidar la CAN", opina Jorge León, quien también cree que el ingreso del Ecuador a la ALBA se da por presión económica, pues Venezuela necesita más simpatías, mientras el Ecuador requiere inversión económica. Dice que la adhesión es un error, ya que el Ecuador deja de ser neutral para convertirse en un aliado de Chávez, cuya propuesta es solo discurso. "Al país le convenía más ser observador", enfatiza.
La confirmación del presidente de la República, Rafael Correa, el último sábado, del ingreso del país a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), deja varias inquietudes.
La ALBA se constituyó por iniciativa del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y del ex mandatario cubano, Fidel Castro, el 14 de diciembre de 2004, como una alternativa para contrarrestar el modelo del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Para el ex embajador del Ecuador en Francia, Juan Cueva, el nacimiento de la ALBA tiene un fuerte tinte de izquierda, pero indica que, desde el punto de vista legal, el presidente Correa está facultado para llevar al país a integrar ese grupo.
Además el artículo 423 de la nueva Constitución impulsa la integración latinoamericana, acotó el embajador Luis Narváez.
Según Cueva, desde el punto de vista de la soberanía, el anuncio del ingreso del Ecuador a la Alternativa Bolivariana no debió hacerlo el presidente venezolano, pues eso constituye una interferencia en la soberanía del Ecuador. "A eso se añade que la Cancillería ecuatoriana no se pronunció, cuando debía protestar por la intromisión", comentó.
Pero ese es un tema que no le interesa al primer mandatario, quien señaló que el Ecuador mantiene su soberanía y que el ingreso a la ALBA es una muestra de la consecuencia de su Gobierno con varios países amigos.
Correa también manifestó que la unión con las naciones que integran la ALBA le permitirá al país tener mayor fuerza en foros internacionales, como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), donde se ventilan varias demandas en contra del Ecuador.
El pasado 11 de junio, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) realizó un debate sobre el ingreso del Ecuador a la ALBA. Allí participaron varios analistas. Uno de ellos fue Francisco Rhon, director del Centro Andino de Acción Popular (CAAP), quien sostuvo que el Ecuador busca una alternativa a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), porque esos organismos no habrían funcionado en la resolución de problemas.
No obstante, para Juan Cueva, los problemas internos de cada país se resuelven en casa. "Ningún organismo internacional va a venir a resolverlos", comentó.
De su lado, la catedrática de la Flacso, Grace Jaramillo, opinó que en la adhesión del Ecuador a la ALBA habría un interés respecto a los acuerdos petroleros bilaterales. "Otra ventaja puede ser el sistema de compensación llamado Sucre", dijo.
Precisamente el tema económico habría sido la razón por la cual el presidente Correa decidido el ingreso del país a la ALBA, según el analista en asuntos internacionales, Jorge León. "Hubo presión económica para que el Ecuador ingrese a la Alternativa, ya que Venezuela invertirá en la refinería de Manabí; así nuestro país gana dinero y Venezuela más simpatizantes".
Asimismo, al ingresar al grupo, el Ecuador perdería neutralidad. "Ya no actuará de observador entre las naciones. Los avances internacionales se perdieron por presiones financieras", indicó.
Chávez saludó ayer la próxima incorporación del Ecuador a la ALBA y señaló que eso constituye "la segunda y definitiva independencia para nuestros pueblos". (MING)
Desventaja
"¿Integración o cooperación? Es la pregunta cuando nos referimos a la entrada del Ecuador a la ALBA", dice Francisco Rhon. El analista señala que los países que integran esa agrupación tienen debilidades energéticas, lo que -aunque unidos- los coloca en desventaja con respecto al Brasil. Rhon cree que actualmente se forman esas estructuras de izquierda por la crisis capitalista que afecta al mundo. Aclara que la ALBA no se contrapone a la CAN.
Una coalición
"La ALBA es una coalición dentro de la Unasur y también para otros fines internacionales", opina Grace Jaramillo. Para la catedrática, esta alternativa no puede analizarse en blanco y negro, ya que el ingreso del Ecuador puede traer acuerdos comerciales con países que están alineados en una izquierda radical y que buscan tener voz frente a organismos más grandes. Pero la iniciativa también puede alejar al Ecuador de otros países, como Chile.
La economía
"Antes que el ALBA, se debería consolidar la CAN", opina Jorge León, quien también cree que el ingreso del Ecuador a la ALBA se da por presión económica, pues Venezuela necesita más simpatías, mientras el Ecuador requiere inversión económica. Dice que la adhesión es un error, ya que el Ecuador deja de ser neutral para convertirse en un aliado de Chávez, cuya propuesta es solo discurso. "Al país le convenía más ser observador", enfatiza.