viernes, 20 de febrero de 2009

El norte de Esmeraldas está anegado


La crecida de los ríos del norte de Esmeraldas se debe a las intensas lluvias registradas en Quinindé y La Concordia, donde nacen los afluentes. Eso, según Carlos Naranjo, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inhami).En el cantón San Lorenzo se prevé, para este mes, lluvias en una rango de 277 mm. Sin embargo, hasta ayer las precipitaciones alcanzaron apenas 130,7 mm. Es por ello que los técnicos del Inhami descartan exceso de lluvias en la zona.
En el norte de la provincia de Esmeraldas se desbordaron los ríos Santiago, Cayapas y Bogotá. Las fuertes precipitaciones causaron el aumento de los caudales, que anegaron a los poblados asentados en las orillas de los afluentes.
Así lo dio a conocer David Granados, coordinador del Comité de Prevención de Riesgos. Los socorristas calculan que 110 familias de los cantones Eloy Alfaro y San Lorenzo son las más afectadas por las inundaciones.
Se trata de campesinos, como Iván Castro, cuya casa fue arrastrada por el río. Él y otras 20 personas solicitan la reubicación de sus viviendas en las partes altas.
El drama de los afectados continuó ayer. Hasta el momento se han contabilizado nueve casas destruidas y 395 viviendas afectadas en toda la provincia.
“Otro problema es que los cultivos se dañaron y hasta las gallinas se fueron en el agua”, advertía Elexito Valencia, agricultor de la comunidad San José de Tagua. Señaló que perdió 2 hectáreas de café, coco y cacao. Resignado contó que a otros les fue peor, porque perdieron todo.
Victoria Basilio Mina, habitante de la comunidad de Timbiré, ubicada más al norte, calculaba que en la tienda de su mamá, Edelina Torres, se perdieron unos USD 600. “Los alimentos quedaron bajo el agua”, aseguró.
Marcirena Arroyo, teniente política de Timbiré, contó que el desbordamiento del río Santiago afectó a las parroquias de Selva Alegre, Playa de Oro y Colón Eloy.“La gente estaba aterrada. El muro de contención se cayó. No soportó la crecida”, aseguró.
En el cantón San Lorenzo se inundaron las comunidades de La Concepción, Carondelet y los caseríos Playa del Tigre, Guayabal y Palmeras del Pacífico. El panorama desolador se repite a lo largo de las comunidades del norte de la provincia.
Los niños, ajenos a la desgracia, jugueteaban ayer en las aguas estancadas de Maldonado. Los adultos, que se movilizaban en canoas, solicitaban ayuda urgente. “Necesitamos comida para los niños. Estamos desprotegidos”.
Ese es el pedido general de las madres de familia. Hoy se comenzará a repartir raciones alimenticias entre las familias damnificadas. Según José Miño, jefe del Comando de Operaciones Norte, ayer llegaron a la capital esmeraldeña 300 raciones y agua, enviadas por el Gobierno. Entre tanto, hoy llegarán 600 raciones más.
Cada ración tiene alimentos no perecibles como arroz, azúcar, atún, aceite, fréjol... para la manutención de una familia, mínimo durante cinco días.
Personal de la Armada Nacional cargaba ayer los camiones para movilizar el alimento a las zonas afectadas por las lluvias. No es la primera vez que los poblados del norte de la ‘Provincia Verde’ están anegados.
En abril del año pasado se produjo el desbordamiento de los mismos ríos. Esa vez resultaron afectadas ocho familias de una comunidad Chachi. Sus casas fueron arrastradas por las aguas.
Es por ello que en el mapa de riesgo de Esmeraldas se señala al norte de la provincia como una zona proclive a inundaciones.