jueves, 26 de febrero de 2009

Derrame de crudo en la Amazonía ecuatoriana se produjo por fenómeno natural

Quito. EFE 26 de Febrero de 2009. El vertido petrolero que se produjo en un sector de la Amazonía ecuatoriana fue debido a "un fenómeno natural, que causó un esfuerzo extremo en una tubería", lo que llevó a la rotura del conducto y al derrame de unos 14.000 barriles de crudo, informó hoy OCP-Ecuador.
Mediante un comunicado, la empresa OCP-Ecuador, que administra y controla el Oleoducto para Crudos Pesados, informó de que la rotura es de 5 por 10 centímetros y de que se calcula que la fuga es de aproximadamente 14.000 barriles de crudo.
La fuga en el kilómetro 128 del Oleoducto de Crudos Pesados se detectó ayer cerca del sector de Santa Rosa, a unos 100 kilómetros al oeste de Quito, en una zona limítrofe entre las provincias amazónicas de Sucumbíos y Napo.
El vertido afectó a la zona cercana al sitio de la fuga y a un río próximo. La fuga de la tubería, que se encuentra bajo tierra y tiene una longitud de 305 kilómetros, se detectó por la descompensación de la presión en el oleoducto, que une los pozos de extracción de petróleo en la Amazonía con el puerto de embarque en la costa del océano Pacífico.
Según el texto, las labores de limpieza y la recolección del crudo vertido "se realizan las 24 horas del día, a través de diques y piscinas de contención desplegados en varios puntos".
También señala que los trabajos de reparación de la tubería "ya se iniciaron" y que se estima que en 5 días se restablecerán las operaciones del oleoducto, "luego de comprobar el correcto funcionamiento del sistema".
Ecuador dispone de dos oleoductos que corren paralelos desde la Amazonía a la costa, uno de ellos de propiedad del Estado, el SOTE, y el otro de las compañías privadas, el OCP.
El petróleo es la principal fuente de financiación del Estado ecuatoriano, ya que los ingresos que genera su exportación aportan un 35 por ciento al presupuesto fiscal.
Ecuador produce unos 500.000 barriles diarios de crudo, un 60 por ciento de los cuales pertenece al Estado y el resto se lo reparte una decena de compañías extranjeras que operan en el país, el quinto productor de petróleo de América.