El presidente Barack Obama dijo desde el altamente simbólico Palacio de La Moneda en Chile que Latinoamérica será un socio cada vez más importante para Estados Unidos y tendrá un mayor protagonismo en el mundo, en una visita dominada por las operaciones militares en Libia con participación norteamericana.
En el mismo Palacio en que el presidente Salvador Allende murió durante el golpe militar en septiembre de 1973, Obama reconoció en conferencia de prensa con su homólogo anfitrión, Sebastián Piñera, que "la historia de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina ha sido por momentos extremadamente difícil".
Pero en cambio, en un discurso posterior dirigido a América Latina, dijo que ésta es en la actualidad "una región que se mueve, orgullosa de su progreso y lista a asumir un mayor protagonismo en el mundo".
"Por todas esas razones pienso que América Latina es más importante que nunca para la prosperidad y seguridad de Estados Unidos", agregó.
Obama elogió a una región estable políticamente, señalando que "los habitantes de las Américas han probado que nada sustituye a la democracia" por lo que "tenemos la obligación de defender lo que se ha ganado".
El presidente estadounidense pidió al gobierno de Cuba la adopción de "acciones significativas para respetar los derechos básicos del pueblo cubano" y criticó a los "líderes que se aferran a ideologías en bancarrota para justificar su propio poder".
Obama afirmó que Estados Unidos y América Latina "no pueden quedar atrapados en su historia", al ser interrogado sobre si estaba dispuesto a pedir disculpas al pueblo chileno por la participación de su país en el cruento golpe de Estado que derrocó a Allende.
Obama recordó que 50 años atrás, este mismo mes, el presidente John Kennedy lanzó la Alianza para el Progreso, que preveía "miles de millones de dólares estadounidenses para satisfacer las necesidades básicas de la gente en toda la región" tras el triunfo de la revolución cubana.
Esta vez, Obama se refirió a varias iniciativas en curso y afirmó que impulsará un programa para incrementar en 100.000 la cantidad de estudiantes latinoamericanos a Estados Unidos y el mismo número de estudiantes estadounidenses en América Latina.
La visita de Obama es la segunda etapa de una gira latinoamericana que lo llevó a Brasil y terminará este martes en El Salvador.
En Brasilia, Obama anunció el sábado el inicio de una acción aliada "limitada" contra Libia, luego de que la ONU autorizó el uso de la fuerza para detener la ofensiva del régimen de Muamar Gadafi contra rebeldes.
El ataque en Libia dividió a América Latina: mientras Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Nicaragua y Cuba condenaron el ataque y Brasil se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad, cuatro países lo apoyaron: Colombia, Perú, Panamá y Chile.
En Santiago Obama explicó que "nuestro propósito inicial era eliminar las defensas antiaéreas libias para poder operar de modo efectivo una zona de exclusión aérea".
"El segundo aspecto es asegurarse que puedan llevarse a cabo los aspectos humanitarios de la misión" que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) ayudará a coordinar, agregó.
En el mismo Palacio en que el presidente Salvador Allende murió durante el golpe militar en septiembre de 1973, Obama reconoció en conferencia de prensa con su homólogo anfitrión, Sebastián Piñera, que "la historia de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina ha sido por momentos extremadamente difícil".
Pero en cambio, en un discurso posterior dirigido a América Latina, dijo que ésta es en la actualidad "una región que se mueve, orgullosa de su progreso y lista a asumir un mayor protagonismo en el mundo".
"Por todas esas razones pienso que América Latina es más importante que nunca para la prosperidad y seguridad de Estados Unidos", agregó.
Obama elogió a una región estable políticamente, señalando que "los habitantes de las Américas han probado que nada sustituye a la democracia" por lo que "tenemos la obligación de defender lo que se ha ganado".
El presidente estadounidense pidió al gobierno de Cuba la adopción de "acciones significativas para respetar los derechos básicos del pueblo cubano" y criticó a los "líderes que se aferran a ideologías en bancarrota para justificar su propio poder".
Obama afirmó que Estados Unidos y América Latina "no pueden quedar atrapados en su historia", al ser interrogado sobre si estaba dispuesto a pedir disculpas al pueblo chileno por la participación de su país en el cruento golpe de Estado que derrocó a Allende.
Obama recordó que 50 años atrás, este mismo mes, el presidente John Kennedy lanzó la Alianza para el Progreso, que preveía "miles de millones de dólares estadounidenses para satisfacer las necesidades básicas de la gente en toda la región" tras el triunfo de la revolución cubana.
Esta vez, Obama se refirió a varias iniciativas en curso y afirmó que impulsará un programa para incrementar en 100.000 la cantidad de estudiantes latinoamericanos a Estados Unidos y el mismo número de estudiantes estadounidenses en América Latina.
La visita de Obama es la segunda etapa de una gira latinoamericana que lo llevó a Brasil y terminará este martes en El Salvador.
En Brasilia, Obama anunció el sábado el inicio de una acción aliada "limitada" contra Libia, luego de que la ONU autorizó el uso de la fuerza para detener la ofensiva del régimen de Muamar Gadafi contra rebeldes.
El ataque en Libia dividió a América Latina: mientras Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Nicaragua y Cuba condenaron el ataque y Brasil se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad, cuatro países lo apoyaron: Colombia, Perú, Panamá y Chile.
En Santiago Obama explicó que "nuestro propósito inicial era eliminar las defensas antiaéreas libias para poder operar de modo efectivo una zona de exclusión aérea".
"El segundo aspecto es asegurarse que puedan llevarse a cabo los aspectos humanitarios de la misión" que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) ayudará a coordinar, agregó.