El proyecto, que se construirá con un precio de $1 970, tendrá problemas de generación durante la época de estiaje pues no cuenta con un sistema de embalses. Las condiciones del crédito que recibirá Ecuador del Ex-Im Bank aún no se negocian.
La firma del contrato para la construcción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que se negocia entre el Estado y la empresa china, Sinohydro, aún recibe críticas de parte de expertos.
El presidente Rafael Correa, durante el enlace radial realizado el pasado sábado, mencionó que la negociación del contrato se encuentra cercana a finalizar. Galo Borja, ministro Coordinador de los Sectores Estratégicos, de su parte, mencionó que hasta el momento ya se definió el precio final de la infraestructura. "Costará $1970 millones e incluirá ingeniería civil, ingeniería hidráulica y maquinaria electromecánica" reveló el funcionario.
Jesús Játiva, analista energético y catedrático de la Universidad Politécnica de Quito, menciona que el proyecto tendrá varios inconvenientes y que no sería tan rentable para el Estado especialmente en épocas de estiaje. "Una central de 1 500 MW necesita de un flujo de agua constante que no existe en la zona", dice el analista al recordar que durante la época de estiaje en estos afluentes no habrá forma de producir energía debido a que la hidroeléctrica no cuenta con un sistema de embalses. "Las autoridades están al tanto de todas estas limitaciones y han continuado con el proyecto", asevera.
De hecho, los estudios para la creación del proyecto fueron realizados por el Instituto Ecuatoriano de Electrificación (Inecel) en 1992. Estos análisis concluyeron que la capacidad óptima del plan que se ubica en los 859 MW (megavatios); 641 MW menos que lo que el Gobierno espera.
En los estudios, realizados por la hoy extinta institución, se evaluaron las condiciones hidrológicas y geográficas de la zona del proyecto.
La firma del contrato para la construcción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que se negocia entre el Estado y la empresa china, Sinohydro, aún recibe críticas de parte de expertos.
El presidente Rafael Correa, durante el enlace radial realizado el pasado sábado, mencionó que la negociación del contrato se encuentra cercana a finalizar. Galo Borja, ministro Coordinador de los Sectores Estratégicos, de su parte, mencionó que hasta el momento ya se definió el precio final de la infraestructura. "Costará $1970 millones e incluirá ingeniería civil, ingeniería hidráulica y maquinaria electromecánica" reveló el funcionario.
Jesús Játiva, analista energético y catedrático de la Universidad Politécnica de Quito, menciona que el proyecto tendrá varios inconvenientes y que no sería tan rentable para el Estado especialmente en épocas de estiaje. "Una central de 1 500 MW necesita de un flujo de agua constante que no existe en la zona", dice el analista al recordar que durante la época de estiaje en estos afluentes no habrá forma de producir energía debido a que la hidroeléctrica no cuenta con un sistema de embalses. "Las autoridades están al tanto de todas estas limitaciones y han continuado con el proyecto", asevera.
De hecho, los estudios para la creación del proyecto fueron realizados por el Instituto Ecuatoriano de Electrificación (Inecel) en 1992. Estos análisis concluyeron que la capacidad óptima del plan que se ubica en los 859 MW (megavatios); 641 MW menos que lo que el Gobierno espera.
En los estudios, realizados por la hoy extinta institución, se evaluaron las condiciones hidrológicas y geográficas de la zona del proyecto.