Bruselas. EFE
La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, considera que los diferentes acuerdos de asociación y comerciales que la Unión Europea (UE) negocia con países y regiones de Latinoamérica "no han fracasado", aunque admitió que llevan un "enorme retraso".
"Hemos intentado ayudar a que las diferentes regiones en América Latina se unan y sigan un poco el ejemplo de la UE", indicó hoy Ferrero-Waldner en referencia a la integración latinoamericana.
La comisaria, que presentó en Bruselas la nueva estrategia de la UE para América Latina para los próximos años, dijo que la Comisión Europea ha puesto "lo máximo" de su parte, pero puntualizó que son los países latinoamericanos "los que tienen que hacerlo" ahora.
Así, rechazó que los acuerdos que la UE negocia con regiones de Latinoamérica hayan fracasado, pero reconoció que llevan un "retraso enorme". La Comisión Europea (CE) -en nombre de los Veintisiete- negocia actualmente sendos acuerdos de asociación con Centroamérica y con el Mercosur, y un tratado de libre comercio con Colombia y Perú, después de abandonar las conversaciones para un acuerdo de asociación con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), principalmente por las objeciones de Bolivia.
"También hemos mostrado flexibilidad", afirmó Ferrero-Waldner en referencia al acuerdo con la CAN, ya que la Comisión constató que faltaba "cohesión" entre los socios andinos para negociar juntos un acuerdo de esas características.
Por ese motivo, recordó que la UE decidió este año seguir potenciando el diálogo político y la cooperación con la CAN, sobre la base de un acuerdo de 2003, y, al mismo tiempo, trabajar en un tratado de libre comercio con los países que estuviesen dispuestos a ello.
Ese fue el caso de Colombia, Perú y Ecuador, aunque este último país decidió suspender su participación este verano al considerar que las negociaciones no iban encaminadas a lograr su pretendido "acuerdo comercial para el desarrollo".
Ferrero-Waldner, no obstante, recalcó el éxito de la última ronda negociadora con Colombia y Perú, celebrada en Bruselas la semana pasada, y mostró su esperanza de que el tratado pueda cerrarse "en algunos meses" si se solventan las discusiones sobre el arancel al banano, un tema prioritario, especialmente, para Colombia.
Por su parte, las negociaciones con el Mercosur para un acuerdo de asociación permanecen estancadas mientras no haya avances en la ronda de Doha para la liberalización comercial mundial, que se llevan a cabo en el seno de la Organización Mundial del Comercio.
En cambio, la comisaria sí que apostó por acabar pronto la negociación de un acuerdo de asociación con Centroamérica, y por resolver el tema de la participación de Honduras en el mismo.
Tanto el bloque europeo como el centroamericano esperaban concluir ese acuerdo antes de finales de año, pero las negociaciones quedaron pospuestas después de que el presidente hondureño, Manuel Zelaya, fuera derrocado a finales de junio por un golpe de Estado.
La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, considera que los diferentes acuerdos de asociación y comerciales que la Unión Europea (UE) negocia con países y regiones de Latinoamérica "no han fracasado", aunque admitió que llevan un "enorme retraso".
"Hemos intentado ayudar a que las diferentes regiones en América Latina se unan y sigan un poco el ejemplo de la UE", indicó hoy Ferrero-Waldner en referencia a la integración latinoamericana.
La comisaria, que presentó en Bruselas la nueva estrategia de la UE para América Latina para los próximos años, dijo que la Comisión Europea ha puesto "lo máximo" de su parte, pero puntualizó que son los países latinoamericanos "los que tienen que hacerlo" ahora.
Así, rechazó que los acuerdos que la UE negocia con regiones de Latinoamérica hayan fracasado, pero reconoció que llevan un "retraso enorme". La Comisión Europea (CE) -en nombre de los Veintisiete- negocia actualmente sendos acuerdos de asociación con Centroamérica y con el Mercosur, y un tratado de libre comercio con Colombia y Perú, después de abandonar las conversaciones para un acuerdo de asociación con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), principalmente por las objeciones de Bolivia.
"También hemos mostrado flexibilidad", afirmó Ferrero-Waldner en referencia al acuerdo con la CAN, ya que la Comisión constató que faltaba "cohesión" entre los socios andinos para negociar juntos un acuerdo de esas características.
Por ese motivo, recordó que la UE decidió este año seguir potenciando el diálogo político y la cooperación con la CAN, sobre la base de un acuerdo de 2003, y, al mismo tiempo, trabajar en un tratado de libre comercio con los países que estuviesen dispuestos a ello.
Ese fue el caso de Colombia, Perú y Ecuador, aunque este último país decidió suspender su participación este verano al considerar que las negociaciones no iban encaminadas a lograr su pretendido "acuerdo comercial para el desarrollo".
Ferrero-Waldner, no obstante, recalcó el éxito de la última ronda negociadora con Colombia y Perú, celebrada en Bruselas la semana pasada, y mostró su esperanza de que el tratado pueda cerrarse "en algunos meses" si se solventan las discusiones sobre el arancel al banano, un tema prioritario, especialmente, para Colombia.
Por su parte, las negociaciones con el Mercosur para un acuerdo de asociación permanecen estancadas mientras no haya avances en la ronda de Doha para la liberalización comercial mundial, que se llevan a cabo en el seno de la Organización Mundial del Comercio.
En cambio, la comisaria sí que apostó por acabar pronto la negociación de un acuerdo de asociación con Centroamérica, y por resolver el tema de la participación de Honduras en el mismo.
Tanto el bloque europeo como el centroamericano esperaban concluir ese acuerdo antes de finales de año, pero las negociaciones quedaron pospuestas después de que el presidente hondureño, Manuel Zelaya, fuera derrocado a finales de junio por un golpe de Estado.