"El Gobierno miente en las cifras del desempleo y de perceptor familiar", dijo Jaime Arciniegas, presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (CEOSL).
Pues según el sindicalista, el porcentaje de desempleados supera el 11% y no el 8,3% que dice el Régimen. De igual manera, Arciniegas asegura que tan solo el 1,2% del núcleo familiar trabaja, pero "el Ministerio de Relaciones Laborales señala que es el 1,6%". Además, el dirigente señaló que la organización no participará en los diálogos que impulsa la secretaría de Estado a propósito del incremento salarial de $220 a $320, denominado por el Gobierno como "salario digno".
"Nosotros estamos planteando un diálogo directo entre los trabajadores y los empleadores. El Régimen es el peor interlocutor, pues confronta y separa a los sectores", enfatizó.
Arciniegas no cree que se efectué ese incremento salarial en el próximo año sin un estudio técnico previo. "El alza de $100 tendría efectos paralelos desastrosos, como el cierre de empresas y el aumento del desempleo", dijo.
No obstante aclaró que está de acuerdo en que los trabajadores tengan una mejor remuneración, que se debería realizar paulatinamente y con una negociación directa entre los trabajadores y sus empresas, pero de acuerdo a la productividad y rentabilidad de cada una de ellas.
En cambio, Mecías Tatamuez, presidente del Consejo Laboral Andino, aclaró: "Los trabajadores no vamos a permitir un incremento gradual. Nuestro planteamiento es que, para 2010, los salarios deben estar en los $320, como ofreció el presidente Rafael Correa".
Con respecto a esto, el ministro del ramo, Richard Espinoza, reiteró, que el salario básico unificado ($220) no desaparecerá y que su elevación responderá a razones técnicas.
Al momento, esta Secretaría realiza un estudio para analizar los posibles escenarios del mecanismo de la elevación salarial. "Los resultados serán socializados con todos los sectores involucrados", explicó Espinoza.
Entre tanto, para Eduardo Cadena, analista económico, dijo que el ofrecimiento gubernamental es una buena intención, pero llena de demagogia e irrealidad.
"La actual política laboral y económica va en contra del crecimiento económico real, la productividad e inversión.
Pues según el sindicalista, el porcentaje de desempleados supera el 11% y no el 8,3% que dice el Régimen. De igual manera, Arciniegas asegura que tan solo el 1,2% del núcleo familiar trabaja, pero "el Ministerio de Relaciones Laborales señala que es el 1,6%". Además, el dirigente señaló que la organización no participará en los diálogos que impulsa la secretaría de Estado a propósito del incremento salarial de $220 a $320, denominado por el Gobierno como "salario digno".
"Nosotros estamos planteando un diálogo directo entre los trabajadores y los empleadores. El Régimen es el peor interlocutor, pues confronta y separa a los sectores", enfatizó.
Arciniegas no cree que se efectué ese incremento salarial en el próximo año sin un estudio técnico previo. "El alza de $100 tendría efectos paralelos desastrosos, como el cierre de empresas y el aumento del desempleo", dijo.
No obstante aclaró que está de acuerdo en que los trabajadores tengan una mejor remuneración, que se debería realizar paulatinamente y con una negociación directa entre los trabajadores y sus empresas, pero de acuerdo a la productividad y rentabilidad de cada una de ellas.
En cambio, Mecías Tatamuez, presidente del Consejo Laboral Andino, aclaró: "Los trabajadores no vamos a permitir un incremento gradual. Nuestro planteamiento es que, para 2010, los salarios deben estar en los $320, como ofreció el presidente Rafael Correa".
Con respecto a esto, el ministro del ramo, Richard Espinoza, reiteró, que el salario básico unificado ($220) no desaparecerá y que su elevación responderá a razones técnicas.
Al momento, esta Secretaría realiza un estudio para analizar los posibles escenarios del mecanismo de la elevación salarial. "Los resultados serán socializados con todos los sectores involucrados", explicó Espinoza.
Entre tanto, para Eduardo Cadena, analista económico, dijo que el ofrecimiento gubernamental es una buena intención, pero llena de demagogia e irrealidad.
"La actual política laboral y económica va en contra del crecimiento económico real, la productividad e inversión.