El presidente, Rafael Correa, advirtió hoy a los indígenas que el Gobierno "no va a permitir" cortes de carreteras y actos violentos de los indígenas que prevén movilizarse a partir del próximo domingo por la noche.
El mandatario ecuatoriano criticó la movilización indígena y rechazó que los ciudadanos tengan que ser "víctimas de la prepotencia de unos cuantos dirigentes", en referencia a los líderes indios, recogió el canal Ecuavisa.
Además apuntó a que el corte de carreteras, como paralización de un servicio público es "ilegal" de acuerdo a la nueva Constitución del país, aprobada en septiembre de 2008, y pidió que los grupos sociales sepan "procesar los conflictos en democracia y de acuerdo a la ley".
"Si ellos no están de acuerdo con la ley de Aguas, que además no tienen argumentos, pero si quieren protestar, maravilloso", dijo Correa, quien añadió que "quemar, cerrar carreteras, tirar piedras, quebrar vidrios.
.. ya basta, eso no lo vamos a permitir".
Por su parte, el Comandante General de la Policía, Freddy Martínez, informó de que se han preparado varios operativos a nivel nacional para vigilar el paro indígena y señaló que mañana y el domingo, la policía estará "liderando y controlando ese proceso para evitar cosas que puedan afectar a la seguridad".
Los indígenas anunciaron el pasado lunes que a partir del domingo van "a paralizar el país" en protesta por la nueva ley de Aguas, que según ellos privatiza el uso del ese recurso natural, y contra la explotación minera que se prepara a gestionar el Ejecutivo.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), antigua aliada del Gobierno de Correa, se reunió en asamblea dos semanas atrás y profundizó su distanciamiento con el Ejecutivo y, tras desconocerlo como izquierdista, lo tildó de "capitalista y neoliberal".
El presidente de la Conaie, Marlon Santi, señaló que se han "agotado todos los procesos de diálogo" con el Gobierno para evitar las concesiones de recursos naturales a empresas extractivas privadas que, aseguran, promueve la ley minera aprobada a principios de año.
Sin embargo, por parte del Gobierno se afirma que la nueva ley de aguas prohíbe, acorde con la Constitución, la privatización y que la ley de minería contempla un manejo estatal responsable y acorde a la conservación medioambiental.
Además, varios de los ministros de Estado han llamado al diálogo a los indígenas y han insistido en que las puertas para la conversación conjunta "están abiertas".
Los indígenas serán apoyados en sus manifestaciones por los maestros sindicados en la Unión Nacional de Educadores (UNE), que mantienen desde la semana pasada una huelga indefinida para protestar también por una reforma a la ley de Carrera Docente.
El mandatario ecuatoriano criticó la movilización indígena y rechazó que los ciudadanos tengan que ser "víctimas de la prepotencia de unos cuantos dirigentes", en referencia a los líderes indios, recogió el canal Ecuavisa.
Además apuntó a que el corte de carreteras, como paralización de un servicio público es "ilegal" de acuerdo a la nueva Constitución del país, aprobada en septiembre de 2008, y pidió que los grupos sociales sepan "procesar los conflictos en democracia y de acuerdo a la ley".
"Si ellos no están de acuerdo con la ley de Aguas, que además no tienen argumentos, pero si quieren protestar, maravilloso", dijo Correa, quien añadió que "quemar, cerrar carreteras, tirar piedras, quebrar vidrios.
.. ya basta, eso no lo vamos a permitir".
Por su parte, el Comandante General de la Policía, Freddy Martínez, informó de que se han preparado varios operativos a nivel nacional para vigilar el paro indígena y señaló que mañana y el domingo, la policía estará "liderando y controlando ese proceso para evitar cosas que puedan afectar a la seguridad".
Los indígenas anunciaron el pasado lunes que a partir del domingo van "a paralizar el país" en protesta por la nueva ley de Aguas, que según ellos privatiza el uso del ese recurso natural, y contra la explotación minera que se prepara a gestionar el Ejecutivo.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), antigua aliada del Gobierno de Correa, se reunió en asamblea dos semanas atrás y profundizó su distanciamiento con el Ejecutivo y, tras desconocerlo como izquierdista, lo tildó de "capitalista y neoliberal".
El presidente de la Conaie, Marlon Santi, señaló que se han "agotado todos los procesos de diálogo" con el Gobierno para evitar las concesiones de recursos naturales a empresas extractivas privadas que, aseguran, promueve la ley minera aprobada a principios de año.
Sin embargo, por parte del Gobierno se afirma que la nueva ley de aguas prohíbe, acorde con la Constitución, la privatización y que la ley de minería contempla un manejo estatal responsable y acorde a la conservación medioambiental.
Además, varios de los ministros de Estado han llamado al diálogo a los indígenas y han insistido en que las puertas para la conversación conjunta "están abiertas".
Los indígenas serán apoyados en sus manifestaciones por los maestros sindicados en la Unión Nacional de Educadores (UNE), que mantienen desde la semana pasada una huelga indefinida para protestar también por una reforma a la ley de Carrera Docente.