Alrededor de 25 reporteros de radio, prensa escrita y televisión cubren de forma permanente la Función Legislativa. La mayoría de ellos cuenta con un título en periodismo, por lo cual a pocos preocupa que la Ley de Comunicación que tramita la Asamblea obligue a que sólo los profesionales cubran las fuentes.
El artículo 30 del proyecto de Ley del Gobierno propone que “el proceso de información desde la cobertura de las fuentes hasta la redacción de la noticia debe estar a cargo de profesionales en cualquier rama de la comunicación social”.
Pero para quienes no posean el título universitario y estén trabajando en un medio de comunicación al momento de la promulgación de la ley, ésta otorga seis años de plazo para lograr la profesionalización. Las empresas mediáticas estarán obligadas a prestar “facilidades de horario y económicas” a sus trabajadores.
De los 25 periodistas mencionados, ocho no tienen título: cuatro pertenecen a los periódicos, tres a la TV y uno a la radio. Ellos dicen que no han realizado su tesis de grado debido a la falta de tiempo causada por su labor en los medios.
Por ejemplo, Luis Moncayo de Diario El Comercio comenta que egresó de la universidad e inmediatamente se casó, por lo cual adquirió la obligación de trabajar y pospuso su graduación. Él lleva 25 años en la fuente legislativa y está próximo a obtener su título en Derecho.
Otro caso es el de Alexis Moncayo de Canal 1. El reportero se encarga de procesar la información de la Asamblea desde hace casi un año. Sostiene que la Ley le obligará a graduarse de comunicador aunque considera que el título no garantiza el buen ejercicio profesional.
Con ello concuerda el director del departamento de prensa del Parlamento, Orlando Pérez pese a que, cuando se realizó la acreditación de los periodistas para cubrir la Comisión Legislativa, esa dependencia exigió que los comunicadores presenten su título profesional para darles el carné.
“Creo que eso fue un error”, afirma el funcionario, pues cree que un periodista se hace más con la experiencia que con la teoría de las aulas. Es que asegura que existen comunicadores titulados que ni siquiera han leído la Constitución o las leyes que están en trámite, mientras que otros no titulados lo han hecho.
El otro lado
Entre los reporteros que cuentan con un título hay quienes piensan que la exigencia que implementaría la Ley es “justa” porque, aseguran, haber concluido la tesis implica un esfuerzo adicional. El criterio es compartido, por Adriana Puruncajas, de Radio Olímpica, y por Ana Lucía Andrade de Diario El Mercurio.
Ellas han visto que en el medio “hay mucho empirismo” aunque saben que hay personas a las cuales el trabajo de campo les ha enseñado más que las lecciones universitarias. No obstante, Andrade enfatiza en que las críticas al periodismo se han centrado principalmente en la falta de ética “y eso es lo que imparten las universidades”.
El artículo 30 del proyecto de Ley del Gobierno propone que “el proceso de información desde la cobertura de las fuentes hasta la redacción de la noticia debe estar a cargo de profesionales en cualquier rama de la comunicación social”.
Pero para quienes no posean el título universitario y estén trabajando en un medio de comunicación al momento de la promulgación de la ley, ésta otorga seis años de plazo para lograr la profesionalización. Las empresas mediáticas estarán obligadas a prestar “facilidades de horario y económicas” a sus trabajadores.
De los 25 periodistas mencionados, ocho no tienen título: cuatro pertenecen a los periódicos, tres a la TV y uno a la radio. Ellos dicen que no han realizado su tesis de grado debido a la falta de tiempo causada por su labor en los medios.
Por ejemplo, Luis Moncayo de Diario El Comercio comenta que egresó de la universidad e inmediatamente se casó, por lo cual adquirió la obligación de trabajar y pospuso su graduación. Él lleva 25 años en la fuente legislativa y está próximo a obtener su título en Derecho.
Otro caso es el de Alexis Moncayo de Canal 1. El reportero se encarga de procesar la información de la Asamblea desde hace casi un año. Sostiene que la Ley le obligará a graduarse de comunicador aunque considera que el título no garantiza el buen ejercicio profesional.
Con ello concuerda el director del departamento de prensa del Parlamento, Orlando Pérez pese a que, cuando se realizó la acreditación de los periodistas para cubrir la Comisión Legislativa, esa dependencia exigió que los comunicadores presenten su título profesional para darles el carné.
“Creo que eso fue un error”, afirma el funcionario, pues cree que un periodista se hace más con la experiencia que con la teoría de las aulas. Es que asegura que existen comunicadores titulados que ni siquiera han leído la Constitución o las leyes que están en trámite, mientras que otros no titulados lo han hecho.
El otro lado
Entre los reporteros que cuentan con un título hay quienes piensan que la exigencia que implementaría la Ley es “justa” porque, aseguran, haber concluido la tesis implica un esfuerzo adicional. El criterio es compartido, por Adriana Puruncajas, de Radio Olímpica, y por Ana Lucía Andrade de Diario El Mercurio.
Ellas han visto que en el medio “hay mucho empirismo” aunque saben que hay personas a las cuales el trabajo de campo les ha enseñado más que las lecciones universitarias. No obstante, Andrade enfatiza en que las críticas al periodismo se han centrado principalmente en la falta de ética “y eso es lo que imparten las universidades”.