jueves, 24 de septiembre de 2009

Ecuador y PNUD constituirán fideicomiso internacional sobre proyecto ITT

Ecuador y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) constituirán en octubre un fideicomiso internacional para captar financiación para el plan de mantener el petróleo del campo Ishpingo Tambococha Tiputini (ITT) bajo tierra, dijo hoy uno de los responsables del proyecto.

El ex canciller ecuatoriano Francisco Carrión, representante personal del presidente de Ecuador, Rafael Correa, en esta iniciativa, que busca una contribución internacional de $350 millones anuales durante los próximo 12 ó 13 años para no explotar el campo ITT, situado en la reserva natural del Yasuní.

Según Carrión, "el compromiso" del PNUD es que en octubre esté "operativo el fideicomiso", en el que, además de aportes de países o grupos de naciones, también podrá recibir donaciones individuales.

El ex ministro añadió que por la crisis financiera internacional han detectado cierto "recelo" en las naciones sobre las posibles contribuciones.

Sin embargo, afirmó, también ha aumentado la preocupación por el cambio climático, lo que ha favorecido el interés por la iniciativa ecuatoriana, a la que calificó de "revolucionaria".

Los países con los que ha tenido acercamientos piden la constitución de un fideicomiso y analizan diversas maneras para la contribución, entre las que figuran la entrega de "dinero fresco" o el canje de deuda, opción que podría incluir a España, Italia e Inglaterra, señaló.

"Lo que queremos es que hasta fin de año haya compromisos firmes" en torno al proyecto, indicó Carrión al asegurar que, por el momento, están apuntando especialmente a Europa y a Estados Unidos, a donde pretenden viajar posiblemente en noviembre para conversar sobre el tema con el Gobierno y con organizaciones no gubernamentales.

El representante de Correa en el plan se mostró optimista de la postura de Washington al respecto ante las recientes declaraciones del presidente Barak Obama sobre la importancia del cambio climático.

Anotó que los donantes recibirán "un documento de certificación de su depósito donde el Estado ecuatoriano se compromete a mantener de por vida el petróleo (del ITT) bajo tierra".

Añadió que en caso de que Ecuador eventualmente incumpla, deberá "redimir" el aporte y señaló que hay mecanismos que "desestimulan" la explotación del petróleo en el ITT para que "el Estado vea dificultades en el reembolso de esos aportes".

La iniciativa ecuatoriana propone dejar bajo tierra los 846 millones de barriles de petróleo que se presume se encuentran en el ITT para evitar la emisión a la atmósfera de unas 407 millones de toneladas métricas de carbono, que se producirían por la quema de esos combustibles fósiles.

Bajo el amplio paraguas de la especulación en torno a los precios del petróleo, Carrión indicó que se calcula que en el ITT hay reservas de crudo por unos $700 millones anuales, por lo que Ecuador "sacrificará" el 50% y espera el aporte financiero por la otra mitad de la comunidad internacional.

Los intereses que produzca el capital del fideicomiso, que será vigilado por una junta aún no constituida, se destinará a la lucha contra la pobreza, el desarrollo de tecnologías para energías renovables y la protección del medio ambiente.

El antiguo canciller explicó que se desplegarán campañas para sensibilizar a la opinión pública internacional y recordó que hay "un comité de altas personalidades patrocinadoras de la propuesta" a las que se refiere como "los padrinos" y que "generan respaldo y confianza".

Entre ellas mencionó al ex presidente del Gobierno español Felipe González, los ex presidentes Ricardo Lagos (Chile) y Fernando Henrique Cardoso (Brasil), los premios Nobel de la Paz Rigoberta Menchú (Guatemala) y Desmond Tutu (Sudáfrica), así como Danielle Mitterrand, viuda del ex presidente francés Francois Mitterrand.

Por la situación externa, se declaró "cautelosamente optimista" por el resultado de las acciones para mantener bajo tierra el crudo del Yasuní, un bosque amazónico declarado Patrimonio de la Biosfera por la Unesco en 1989, que concentra una alta biodiversidad y donde hay grupos indígenas en aislamiento voluntario.

De acuerdo con Carrión, el proyecto "está teniendo un muy importante impacto afuera por la originalidad", aunque comentó que también ha escuchado que el plan es soñador: "Nos han dicho que es utópico, pero hay que hacer realidad las utopías", subrayó. (EFE)