Ecuador comprará el 30% de las acciones que tiene la empresa argentina Enarsa en el proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair, proyecto emblemático del Gobierno ecuatoriano.
Así lo indicó el ministro de los Sectores Estratégicos, Galo Borja.
Con ello, Ecuador pasa a ser accionista único de la obra.
Borja viajó a Argentina a finales de agosto y se entrevistó con Julio de Vido, titular del Ministerio de Planificación, principal accionista de
Enarsa. “Con ellos hemos acordado que van a salir del proyecto, van a vender las acciones”.
El funcionario explicó que se realizará un análisis sobre la participación económica de la firma argentina en el proyecto desde abril del año pasado.
En 2008, según información del Ministerio de los Sectores Estratégicos, Enarsa invirtió USD 4,1 millones, que correspondieron al 30% de su participación en la empresa mixta.
“Se está haciendo un cálculo de todo lo que gastaron, porque también contrataron asesores, todo eso se tiene que calcular”, dijo.
Los gobiernos de Ecuador y Argentina crearon la empresa mixta Coca-Codo Sinclair, donde Enarsa participa con un 30% y Ecuador con el 70%.
La alianza era para construir el proyecto de generación eléctrica más grande del país.
El costo del proyecto alcanza, sin contar con los gastos administrativos, USD 1 979,7 millones.
De ese monto, Ecuador buscará financiar el 85% con un crédito del banco estatal chino Ex-Im Bank. Ecuador deberá ahora buscar solo el resto de financiamiento que requiere la central, esto es unos USD 297 millones.
El mandatario Rafael Correa dijo, hace 15 días, que parte de los USD 1 000 millones que recibió el país como pago de la venta anticipada de crudo servirá para financiar este proyecto.
El ex ministro de Electricidad y quien firmó la alianza con Enarsa, Alecksey Mosquera, en entrevista con Ecuadoradio, dijo ayer que parte del problema para que Enarsa continúe en el proyecto fue que el crédito ofrecido por un banco chino debía recibir una garantía estatal y Enarsa es una empresa privada.
Pero esa explicación no convence. Ricardo Buitrón, ex técnico del Inecel, señala que era un hecho público que Enarsa no era estatal.
“La firma privada Enarsa estuvo constituida por un 53% perteneciente al Estado argentino, 35% en oferta pública y 12% en manos de las provincias argentinas que deseaban participar”.
Buitrón añade que la “frustrada alianza” con Enarsa debe servir de ejemplo de lo que no se debe hacer en futuros proyectos.
“Enarsa fue escogida por el gobierno del presidente Correa para conformar la Empresa Coca Sinclair (que construye el proyecto) sin mediar ningún proceso de selección alguno”.
El experto señala que a pesar de las críticas de varios sectores del país, “el Gobierno no supo escuchar la inconveniencia de esta decisión; sin embargo, el tiempo dio la razón, y el fracaso de la participación de esta empresa privada argentina no se hizo esperar”.
Cree que el Gobierno debe comprar las acciones para que el proyecto hidroeléctrico esté 100% en manos del Estado.
Para el ex asambleísta León Roldós, quien ha criticado el acuerdo con la firma argentina, Enarsa no aportó en nada al proyecto.
“La salida de Enarsa, empresa sin capacidad económica ni técnica y sin experiencia en este tipo de proyectos, demuestra la ligereza con que se actuó en un proyecto tan importante”.
Así lo indicó el ministro de los Sectores Estratégicos, Galo Borja.
Con ello, Ecuador pasa a ser accionista único de la obra.
Borja viajó a Argentina a finales de agosto y se entrevistó con Julio de Vido, titular del Ministerio de Planificación, principal accionista de
Enarsa. “Con ellos hemos acordado que van a salir del proyecto, van a vender las acciones”.
El funcionario explicó que se realizará un análisis sobre la participación económica de la firma argentina en el proyecto desde abril del año pasado.
En 2008, según información del Ministerio de los Sectores Estratégicos, Enarsa invirtió USD 4,1 millones, que correspondieron al 30% de su participación en la empresa mixta.
“Se está haciendo un cálculo de todo lo que gastaron, porque también contrataron asesores, todo eso se tiene que calcular”, dijo.
Los gobiernos de Ecuador y Argentina crearon la empresa mixta Coca-Codo Sinclair, donde Enarsa participa con un 30% y Ecuador con el 70%.
La alianza era para construir el proyecto de generación eléctrica más grande del país.
El costo del proyecto alcanza, sin contar con los gastos administrativos, USD 1 979,7 millones.
De ese monto, Ecuador buscará financiar el 85% con un crédito del banco estatal chino Ex-Im Bank. Ecuador deberá ahora buscar solo el resto de financiamiento que requiere la central, esto es unos USD 297 millones.
El mandatario Rafael Correa dijo, hace 15 días, que parte de los USD 1 000 millones que recibió el país como pago de la venta anticipada de crudo servirá para financiar este proyecto.
El ex ministro de Electricidad y quien firmó la alianza con Enarsa, Alecksey Mosquera, en entrevista con Ecuadoradio, dijo ayer que parte del problema para que Enarsa continúe en el proyecto fue que el crédito ofrecido por un banco chino debía recibir una garantía estatal y Enarsa es una empresa privada.
Pero esa explicación no convence. Ricardo Buitrón, ex técnico del Inecel, señala que era un hecho público que Enarsa no era estatal.
“La firma privada Enarsa estuvo constituida por un 53% perteneciente al Estado argentino, 35% en oferta pública y 12% en manos de las provincias argentinas que deseaban participar”.
Buitrón añade que la “frustrada alianza” con Enarsa debe servir de ejemplo de lo que no se debe hacer en futuros proyectos.
“Enarsa fue escogida por el gobierno del presidente Correa para conformar la Empresa Coca Sinclair (que construye el proyecto) sin mediar ningún proceso de selección alguno”.
El experto señala que a pesar de las críticas de varios sectores del país, “el Gobierno no supo escuchar la inconveniencia de esta decisión; sin embargo, el tiempo dio la razón, y el fracaso de la participación de esta empresa privada argentina no se hizo esperar”.
Cree que el Gobierno debe comprar las acciones para que el proyecto hidroeléctrico esté 100% en manos del Estado.
Para el ex asambleísta León Roldós, quien ha criticado el acuerdo con la firma argentina, Enarsa no aportó en nada al proyecto.
“La salida de Enarsa, empresa sin capacidad económica ni técnica y sin experiencia en este tipo de proyectos, demuestra la ligereza con que se actuó en un proyecto tan importante”.
