miércoles, 23 de septiembre de 2009

BCE bajo control del Ejecutivo

A partir de la vigencia de la Ley de Régimen Monetario y Banco del Estado, la Secretaría Nacional de Remuneraciones (SENRES), en un plazo de 30 días, reajustará las remuneraciones de los servidores del Banco Central del Ecuador (BCE) que perciban sueldos iguales o superiores al nivel jerárquico.

Esta disposición la aprobó ayer la Asamblea Nacional con 83 votos a favor, de 115 presentes. El personal que el BCE contrate o incorpore a su rol de pagos, percibirá las remuneraciones que le corresponda de acuerdo a las escalas determinadas por la SENRES.

La reforma también ratifica el control que el Ejecutivo tendrá en el manejo de las políticas monetarias.

El último proyecto que fue aprobado por el Congresillo, al término del Régimen de Transición, redefine la naturaleza jurídica del Banco Central y se elimina su autonomía en los ámbitos administrativos y financieros.

Ante estas aprobaciones, el Secretario del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Correa, mostró su preocupación y dijo que con esta medida "la lucha de décadas para que el Central sea autónomo llega a su fin".

Explicó que en el momento en que el BCE deje su independencia, el Gobierno podrá manejar políticamente las tasas de interés, direccionar los créditos de la banca privada, manejar la política monetaria y cambiaria, entre otras atribuciones.

"Los países que progresan son los que tienen a sus BCE autónomos". Con esta decisión, en el Ecuador se puede poner en riesgo la estabilidad, la confianza internacional, la disminución de inversiones y el aumento del desempleo, manifestó Carrera.

En cambio, para el analista económico, Vicente Albornoz "estas medidas son parte de un plan gubernamental para concentrar poderes". "En este sentido, las medidas son coherentes y tienen lógica para el Régimen", dijo.

Para él la autonomía del BCE se la perdió antes de que se aprueben estas reformas. "Con el anterior directorio todavía se podía decir que era un poco autónomo, después, con el actual (directorio) dejó de serlo", aseveró Albornoz.

El analista comentó que, a partir de estas reformas, los análisis del BCE no serán técnicos, ni políticos, sino de "obediencia".

Entre tanto el analista Jorge Rodríguez, afirmó que estas reformas se las debió analizar con mayor profundidad, junto con todas las instituciones involucradas. "Las reformas no corrigen, por ejemplo, la superposición de funciones entre la Superintendencia de Bancos y el BCE".