viernes, 5 de junio de 2009

Vera y Correa, se encontraron ayer, pero no se hablan, no se miran; solo se ignoran


El entrevistador Carlos Vera reapareció en público durante la audiencia de estrados solicitada por el Banco del Pichincha dentro del proceso que por daño moral instauró Rafael Correa en contra de la entidad bancaria. El comunicador coincidió en la estrecha sala con el Presidente de la República, a quien atacó sin cuartel en su última etapa como director del noticiero Contacto Directo, de Ecuavisa. No se saludaron, no se hablaron, ni se miraron.

Los contrincantes en el juicio por “daño moral” terminaron la audiencia de estrados con un apretón de manos. Fue Antonio Acosta, presidente del Banco Pichincha, quien tomó la iniciativa. Apenas se levantó la audiencia, se acercó al demandante, Rafael Correa, para saludarlo.

En un breve intercambio de palabras, el Mandatario expresó a Acosta su sentido pésame por el reciente fallecimiento de su madre. Asimismo, le señaló que si hubiese conocido que Acosta estaría en la diligencia, habría pedido su postergación.

La llegada del Presidente a la sala de audiencias de la Corte de Justicia de Pichincha, fue sorpresiva, según reconoció su abogado defensor, el ex ministro de Trabajo y de Petróleo, Galo Chiriboga.

La sala resultó estrecha para acoger a todos los asistentes a la diligencia pública convocada con dos meses de anticipación por la segunda sala de lo Civil y Mercantil, a petición de Antonio Rodríguez, abogado de Antonio Acosta, representante legal del Banco Pichincha.

Los asistentes estuvieron conformados por los miembros de la seguridad presidencial, asesores de las partes y por cronistas de varios medios. Entre los espectadores estuvo el periodista Carlos Vera, quien se encontraba en el lugar por invitación de Antonio Rodríguez, abogado defensor del Banco Pichincha, porque va a escribir sobre la diligencia.

Vera no se quedó hasta el final de la audiencia, en la que el Mandatario consumió al menos cuatro botellas pequeñas de agua, a las que previamente los miembros de su seguridad retiraron las etiquetas en los exteriores de la Corte provincial.

La presencia del Jefe de Estado rompió la normalidad en esta judicatura. Por cerca de tres horas, los usuarios del sistema de justicia debieron subir caminando hasta nueve pisos, en vista de que los dos ascensores del edificio fueron bloqueados.

El primero en intervenir, durante las casi tres horas de audiencia, fue Rodríguez. Entre otras cosas, el abogado argumentó que no fue esta entidad financiera la que colocó al presidente Correa en la Central de Riesgos, sino que fue el ex Banco La Previsora.

Insistió en que la responsabilidad de colocar a un tarjetahabiente en una determinada categoría de la Central de Riesgos es de la Superintendencia de Bancos.

Reiteró que no existe daño moral, porque más bien “la situación ha sido aprovechada por Correa para favorecer su imagen pública” y dijo que a pesar de que la política interviene en las cortes, la independencia se mantiene.

Mientras que Chiriboga recalcó que existe daño moral porque la situación ha creado malestar en su defendido y pidió a los jueces que no se dejen influenciar y que actúen en base a las pruebas.

El proceso
A la sala le corresponde resolver la apelación a la sentencia emitida por el juzgado primero de lo Civil, que condenó al Banco Pichincha a pagar 5 millones de dólares a Correa por presunto daño moral.

En primera instancia y por sorteo, el caso fue conocido por el juzgado primero de lo Civil de Pichincha.

Esta instancia, el 29 de octubre de 2008, bajo la dirección del juez Fabricio Segovia Beltrán, sentenció en favor del actor y fijó en $ 5 millones la indemnización que quedó obligada a pagar inmediatamente el Banco Pichincha en beneficio de Correa.

Tras solicitar aclaración y ampliación de la sentencia, el Banco Pichincha apeló el 7 de enero de 2009.
Los jueces de la segunda sala son Bernardo Jaramillo, María de los Ángeles Montalvo y Jorge Mazón. (expreso)