El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, anunció hoy en su discurso de investidura el lanzamiento de un “plan global anticrisis”, un conjunto de medidas, entre ellas la creación en los próximos 18 meses de 100 000 puestos de trabajo, para “estabilizar la economía y minimizar las consecuencias sociales”.
Además de crear 100 000 puestos de trabajo, el plan pretende mantener los empleos existentes, proteger a los sectores más vulnerables de los efectos negativos de la crisis, impulsar políticas de Estado de protección social y establecer un sistema de protección universal para todos los salvadoreños.
En un discurso, con un fuerte contenido social y ético, dejó claro que en su “nuevo proyecto de nación” quiere “servir a todos y sobre todo a la población más desfavorecida”.
Para ello, aseguró, “convocaré un diálogo nacional” para definir una estrategia que incluya un acuerdo sobre el empleo y la política social.
También tuvo especial mención para el presidente estadounidense, Barack Obama, y para el brasileño Luiz Inacio Lula, presente en la ceremonia, y el arzobispo salvadoreño asesinado hace 15 años, Oscar Romero, su “guía espiritual”, dijo.
Funes reconoció que le espera una “tarea gigantesca por delante, pero no nos intimida” , dijo, tras proclamar que “ no tenemos el derecho de equivocarnos”.(San Salvador, AFP)
Además de crear 100 000 puestos de trabajo, el plan pretende mantener los empleos existentes, proteger a los sectores más vulnerables de los efectos negativos de la crisis, impulsar políticas de Estado de protección social y establecer un sistema de protección universal para todos los salvadoreños.
En un discurso, con un fuerte contenido social y ético, dejó claro que en su “nuevo proyecto de nación” quiere “servir a todos y sobre todo a la población más desfavorecida”.
Para ello, aseguró, “convocaré un diálogo nacional” para definir una estrategia que incluya un acuerdo sobre el empleo y la política social.
También tuvo especial mención para el presidente estadounidense, Barack Obama, y para el brasileño Luiz Inacio Lula, presente en la ceremonia, y el arzobispo salvadoreño asesinado hace 15 años, Oscar Romero, su “guía espiritual”, dijo.
Funes reconoció que le espera una “tarea gigantesca por delante, pero no nos intimida” , dijo, tras proclamar que “ no tenemos el derecho de equivocarnos”.(San Salvador, AFP)