sábado, 12 de septiembre de 2009

Ricardo Patiño critica las declaraciones efectuadas por Fabricio Correa

El ministro de Coordinación Política de la Política, Ricardo Patiño, manifestó su indignación por las declaraciones efectuadas por Fabricio Correa, relacionadas con la terminación unilateral de los contratos firmados con empresas públicas.

Durante una rueda de prensa en el Salón Azul del Palacio de Carondelet, Patiño sostuvo que “el ingeniero Correa está respondiendo de una manera que ningún ecuatoriano puede entender, ya que, una cosa es tener negocios o afán de lucro y otra cosa es la codicia, que permite al hermano del Presidente de la República ofenderlo, como lo está haciendo”.

El secretario de Estado calificó de una ‘vulgaridad’ las declaraciones expresadas por Fabricio Correa al periodista de Teleamazonas, Jorge Ortiz, donde comparó al Gobierno con el “sexto velasquismo”, que estuvo rodeado de personas que hacían negocios a las espaldas del Presidente. “Aquí no hay círculos rosas, somos gente valiente, honesta y trabajadora que sabe enfrentar un proceso revolucionario que él no tiene”, enfatizó.

Insistió que la decisión de dar por terminados los contratos que mantenía el hermano del Presidente con el Estado, fue adoptada por el Primer Mandatario al advertir de forma abierta a sus ministros, haciendo prevalecer así los principios éticos.

En otro tema señaló que él no va a contestar a las acusaciones que hizo Fernando Balda del Partido Sociedad Patriótica, en el tema relacionado con la grabación clandestina efectuada en el Despacho Presidencial y que supuestamente había sido entregada por Patiño. Al aclarar que Fausto Lupera por más de una ocasión ha dicho que fue él quien entregó dichas declaraciones, “él tiene informantes de Carondelet que quiere mantener en el anonimato”, manifestó.

Finalmente afirmó que se sigue en un proceso de socialización permanente del plan minero del país, de manera que en los Gabinetes Sectoriales que se desarrollan en las propias localidades, se trate sobre los procesos de exploración y después de uno o dos años, conociendo que hay reservas confirmadas, volver a solicitar los permisos para no afectar las reservas de agua y del medio ambiente.