viernes, 18 de septiembre de 2009

Número de personas con hambre en la región crece a 8 millones

El 12,8% de la población de América Latina y El Caribe (53 millones de personas) sufren de hambre, cifra que demuestra que en apenas dos años, ocho millones de personas engrosaron la lista de quienes no pueden acceder a los alimentos básicos en la región, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO).

Pero estos datos, revelados por la organización, resultan más preocupantes cuando se explica que los niveles del hambre alcanzados este año en la región son los mismos a los registrados en la década de los noventa, lo que representa un retroceso. Y lo peor es que la FAO no considera mejoras en corto plazo.

De igual forma piensa Jaime Vallaure, representante de la oficina de la subdirección ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), quien aseguró que no es descabellado pensar que América Latina y El Caribe tardará al menos 10 años para regresar a los niveles anteriores a la crisis. Y que para lograrlo será necesario fomentar la agricultura familiar y mejorar la productividad agrícola, caso contrario el hambre podría llegar a 90 millones de personas.

Guatemala y Haití son las naciones más atrasadas de América Latina, y también las que registran los índices más altos porcentajes de desnutrición infantil de Centroamérica y El Caribe, con el 34% y 37%, respectivamente.

En Guatemala de cada mil niños menores de 5 años, 90 mueren por falta de alimentación, mientras que en Nicaragua mueren 80 y en Haití 137, detalla un informe de el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Esta situación es comparable con la que se vive en países africanos como Namibia y Zimbabue o los de Asia Meridional.

De hecho, del total de personas que padecen de hambre en el mundo (1 020 millones), según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 15 millones están en los países desarrollados y 1 005 millones se concentran en los países subdesarrollados: 266 millones en el África subsahariana, 43 millones en Oriente Medio y el África del norte y 643 millones en el Asia y El Pacífico.

A esta crisis alimentaria hay que sumarle los 3 000 millones de desnutridos que existen en el mundo, casi la mitad de la población mundial (6 500 millones).

Según la FAO, el aumento de la desnutrición crónica también es alarmante.

En 1999, el promedio de la desnutrición en los países andinos: Colombia, Bolivia, el Ecuador y el Perú afectaba al 7,6% de los niños menores de cinco años. Actualmente (10 años más tarde) la media en estas naciones subió al 19%, según un estudio del PMA.

En cambio, un estudio de la oficina de la FAO en el Ecuador, asegura que la desnutrición crónica ataca al 26% de los niños ecuatorianos menores de cinco años.

Mientras que, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que realizó una investigación más específica con datos del año 2006, afirma que de los 245 386 niños negros e indígenas menores de 5 años que viven en el Ecuador, el 40,1% de los indígenas y el 11% de los negros padecen de desnutrición crónica.