Juan Núñez, el abogado que lleva el proceso judicial contra la petrolera estadounidense Chevron-Texaco por supuesto daño ambiental en una zona de la Amazonía, denunció hoy que las acusaciones de soborno, que vertió sobre él la compañía, son "una trampa".
"Esto es una trampa total por parte de la Chevron", aseguró Núñez a Teleamazonas, después de que la empresa lo acusara de formar parte de una trama de soborno en la que, junto a los demandantes y al Gobierno de Ecuador, se repartirían tres millones de dólares, tras dictar una sentencia condenatoria contra la petrolera.
La denuncia de Chevron se basa en una serie de vídeos, grabados con cámaras ocultas, en los que, según la empresa, se deduce la existencia de un delito de soborno.
Núñez declaró que en las partes del vídeo donde él aparece en imagen "jamás" se le dice que le "van a dar una dádiva", "jamás" acepta que le den "algo", "jamás" está "pidiendo" nada y que "jamás se pronuncian diciendo que le vamos a dar esto a usted", con lo que dejó entrever que se trata de un montaje.
Núñez admitió que se reunió en dos ocasiones con cuatro personas para conversar del caso pero que nunca se mencionó soborno.
Además, el magistrado aseguró que, como parte del proceso judicial, él no puede reunirse con representantes de ninguna de las partes.
En ese sentido, argumentó que si Chevron, tal y como señalan los demandantes, "mandó a su empleado", a reunirse con él -que supuestamente sería una de las personas que realizaron la grabación clandestina-, la empresa le "indujo a que cometa un delito".
Tras realizar las acusaciones de soborno al juez y presentar los vídeos a las autoridades ecuatorianas y estadounidenses, Chevron anunció que, en caso de un fallo desfavorable para la empresa, no pagará los 27.000 millones de dólares que le exigen los demandantes para reparaciones ambientales e indemnizaciones a los pobladores.
El proceso judicial contra Chevron, que heredó la demanda interpuesta cuando en el 2000 compró a Texaco, cumplirá el próximo noviembre 16 años de duración, diez de los cuales se desarrolló en una Corte de Nueva York.
Según Núñez, que preside además la Corte provincial de Justicia de Sucumbíos, en el noroeste de Ecuador, donde se lleva a cabo el juicio, se prevé que para los últimos meses de este año se presente la sentencia.
En el proceso se pretende determinar si la petrolera estadounidense es culpable de daños ambientales en una zona de la Amazonía de Ecuador.
"Esto es una trampa total por parte de la Chevron", aseguró Núñez a Teleamazonas, después de que la empresa lo acusara de formar parte de una trama de soborno en la que, junto a los demandantes y al Gobierno de Ecuador, se repartirían tres millones de dólares, tras dictar una sentencia condenatoria contra la petrolera.
La denuncia de Chevron se basa en una serie de vídeos, grabados con cámaras ocultas, en los que, según la empresa, se deduce la existencia de un delito de soborno.
Núñez declaró que en las partes del vídeo donde él aparece en imagen "jamás" se le dice que le "van a dar una dádiva", "jamás" acepta que le den "algo", "jamás" está "pidiendo" nada y que "jamás se pronuncian diciendo que le vamos a dar esto a usted", con lo que dejó entrever que se trata de un montaje.
Núñez admitió que se reunió en dos ocasiones con cuatro personas para conversar del caso pero que nunca se mencionó soborno.
Además, el magistrado aseguró que, como parte del proceso judicial, él no puede reunirse con representantes de ninguna de las partes.
En ese sentido, argumentó que si Chevron, tal y como señalan los demandantes, "mandó a su empleado", a reunirse con él -que supuestamente sería una de las personas que realizaron la grabación clandestina-, la empresa le "indujo a que cometa un delito".
Tras realizar las acusaciones de soborno al juez y presentar los vídeos a las autoridades ecuatorianas y estadounidenses, Chevron anunció que, en caso de un fallo desfavorable para la empresa, no pagará los 27.000 millones de dólares que le exigen los demandantes para reparaciones ambientales e indemnizaciones a los pobladores.
El proceso judicial contra Chevron, que heredó la demanda interpuesta cuando en el 2000 compró a Texaco, cumplirá el próximo noviembre 16 años de duración, diez de los cuales se desarrolló en una Corte de Nueva York.
Según Núñez, que preside además la Corte provincial de Justicia de Sucumbíos, en el noroeste de Ecuador, donde se lleva a cabo el juicio, se prevé que para los últimos meses de este año se presente la sentencia.
En el proceso se pretende determinar si la petrolera estadounidense es culpable de daños ambientales en una zona de la Amazonía de Ecuador.