jueves, 17 de septiembre de 2009

Hambre llega a cifra récord

Londres. En el mundo, unos 1 020 millones de personas sufren de hambre, de ellas 15 millones están en los países desarrollados y el resto (unos 1 005 millones) se concentra en los países subdesarrollados, informó ayer el Programa Mundial de Alimentos (PAM).

A esta revelación se agrega otro dato preocupante, divulgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO): del total de la población mundial que alcanza las 6 500 millones de personas, unos 3 000 millones sufren de desnutrición.

Estas cifras, según la directora del PMA, Josette Sheeran, nunca antes han sido vistas y constituyen la receta para el desastre mundial, pues están muy lejos de colaborar "con la paz, seguridad y estabilidad en muchos lugares del mundo".

Mientras que el relator especial de la Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter, aseguró que es importante hacer un desglose de las estadísticas a fin de que los gobiernos empiecen a concretar iniciativas contra el hambre en sus respectivos países.

El tener 1 020 millones de hambrientos significa que una de cada seis personas no tiene ni una taza de comida al día o no cuenta con los alimentos básicos necesarios para estar saludable.

Sheeran al igual que De Schutter hicieron un llamado a los países de las economías al G-8 -los siete países más industrializados y Rusia- y al G-20 -los países más ricos y emergentes- para que atajen un problema que requiere algo más que "soluciones a largo plazo".

El funcionario de la ONU aclaró que si no ejecutan "programas eficientes" que hagan frente a esta problemática, los resultados serían, en poco tiempo, fatales pues el hambre se agudiza cada vez más con factores como el crecimiento demográfico, la crisis alimentaria y el cambio climático.

Mientras que, la directora del PAM enfatizó que con menos del 1% de las inyecciones económicas de los gobiernos para salvar al sistema financiero global se podría resolver la calamidad de millones de personas que son víctimas de la hambruna.

Sumado a esta crisis alimentaria mundial, considerada una consecuencia más de la crisis financiera global que a su vez a generado el desempleo y el encarecimiento de los alimentos, se encuentra el déficit presupuestario que afronta el PAM. Este año ha recibido solamente $2 600 millones de un total de $6 700 millones necesarios para dar de comer a 108 millones de personas en 74 países.

Lógicamente, la falta de recursos se traduce en el recorte de programas que se están desarrollando en países como Guatemala, donde 54 mil familias sufren de hambre y otras 400 mil están al borde de padecerla, Kenia, Somalia y Etiopía, donde 19 millones de personas no tienen comida o Bangladesh, donde al menos dos millones de niños padecen de desnutrición crónica. (EFE)