miércoles, 28 de enero de 2009

Menos empresas y empleo en Machala

En torno a las bancas metálicas de la regenerada vía de ingreso a Machala se reúne, todos los días, un grupo de personas. Son desempleados. Llegan por las mañanas con sus mochilas cargadas de herramientas y esperan que alguien los contrate por unas cuantas horas. La oferta es variada: gasfiteros, pintores, plomeros, estibadores...
Solían ser pocos y pasaban inadvertidos. Ahora están a lo largo de toda vía. Los lunes, cuando hay más demanda, decenas de ellos se apiñan en los vehículos que los buscan para contratarlos.
“Ahora hasta nosotros tenemos competencia”, dice Freddy Ramírez, de 37 años, cuya habilidad es la de estibador. “Trabajé hasta abril pasado en los muelles (de Puerto Bolívar) estibando banano para una empresa. Un día me dijeron que ya no había trabajo”. Ahora Ramírez se redondea unos USD 70 semanales estibando carga de todo tipo. “Eso cuando consigo un trabajo. Hoy, por ejemplo, no hay nada”.
El desempleo se duplicó en Machala en último año. Según los datos sobre desempleo en el país del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la capital orense tuvo la tasa más alta de desocupación en 2008, luego de Guayaquil. En la urbe bananera, el índice de desempleo se ubicó en el 8,7%. En 2007, fue del 3,5%. La tasa mensual de desempleo fue mayor en noviembre pasado, con el 9,1% de la población económica activa del cantón.
Las causas del repunte del desempleo, dice el empresario Ángel Pulla, presidente de la Cámara de Industrias de El Oro, se refieren a cambios de las leyes laborales. “Aquí el nivel de tercerización era elevado. Con la nueva legislación, muchas empresas contrataron el personal mínimo”.
Pulla advierte que en actividades agropecuarias, como el cultivo de banano y la producción de camarón, se ha dejado de lado a obreros locales para emplear mano de obra foránea más barata. “Sin quien ejerza un control, la mano de obra barata viene del Perú para las plantaciones, camaroneras y minas”.
Incluso, el año pasado cerraron dos empresas que ocupaban mano de obra machaleña. Las cartoneras Macarsa (Grupo Noboa) y Andina (Wong) dejaron de operar. “Entre las dos dejaron en el desempleo a unos 450 trabajadores; hay otras empresas que van por el mismo camino”, asegura Pulla.
Los sectores bananero y camaronero tienen visiones distintas de origen del desempleo. “Tenemos problemas de comercialización a escala mundial y eso ha provocado que muchos salgan del negocio y, por consiguiente, hay despidos”, dice Xavier Sanmartín, presidente de la Asociación de Bananeros Orenses.
Este productor cree que el mayor motivo para los despidos, el año pasado, fue la prolongada baja del precio de la fruta. “Si el productor no considera rentable su actividad, se sale. Eso ha ocurrido mucho aquí”.
No obstante, el sector camaronero no está afectado todavía. “La actividad tuvo un buen promedio el primero y en el segundo trimestre de 2008”, dice el camaronero José Barrazueta, ex presidente de la Cámara de Productores de Camarón de El Oro. “Los despidos pudieran darse si se produce un incremento en la producción. Eso aún no lo avizoramos”, añade.
Otro de los sectores que mueve a la economía orense, el minero, sí se manifiesta afectado. La paralización temporal de la explotación de metales decretada por la Asamblea Nacional dejó sin empleo a 3 000 mineros, indica Jhonny Pacheco, presidente de la Cámara de Minería de Portovelo. Según el dirigente, la paralización de las labores mineras en el distrito Portovelo-Zaruma afectó a la economía local.
Empresas como Elipe, la que desarrolla proyectos de exploración en Portovelo, se quedaron con el mínimo de personal. “Teníamos 700 obreros, pero ahora tenemos solo 150, en tareas de mantenimiento”, explica Franklin Guañuna, representante de la firma minera.