martes, 27 de enero de 2009

La gasolina, cuesta lo mismo en EE UU que en Ecuador

Para un consumidor estadounidense, la caída del precio internacional de la gasolina ha significado un alivio en las últimas semanas.
En EE.UU., el costo de la gasolina se fija libremente de acuerdo al mercado. Ayer, en el estado de Montana, por ejemplo, la gasolina se vendió a USD 1,44 el galón, 0,04 menos que la gasolina más barata que se vende en Ecuador. En momentos de mayor costo, en julio pasado, el galón llegó a cotizarse a un promedio de USD 4,50 en el país del norte.
Desde hace tres años y medio, el precio de la gasolina en el país prácticamente no ha variado y se ha vendido entre USD 1,48 y 2,18 por galón, según el tipo de gasolina que se compre. Estos valores se deben a la política de congelamiento de precios a los combustibles aplicada en el país desde 2005. Desde entonces no se ha decretado un aumento de precios. Mediante Decreto 338, del 25 de julio de 2005, el gobierno de Alfredo Palacio fijó en: USD 1,16 el galón de gasolina extra, en 1,50 la gasolina súper y en 0,80 el diésel como costos en la terminal o depósito (no incluye impuestos).
Además de ese valor, el consumidor paga un costo adicional por comercialización interna de los combustibles que es fija para la gasolina extra y el diésel.
Y para la súper, por ser de mejor calidad, este costo adicional se establece libremente. El consumidor también paga un valor adicional por impuestos.
Entre 2005 y noviembre de 2008, en el país se vendió la gasolina por debajo de su coste real. La diferencia entre el coste real y el precio que pagan los usuarios en el país es asumido por el Estado a través de subsidios.
En los tres años y medio de vigencia del Decreto 338, según el Banco Central, el Fisco gastó en subsidios a los combustibles importados USD 4 945 millones, un tercio de lo que requiere para financiar su presupuesto este año.
Según un análisis del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), a estos valores se debe sumar lo que pierde el país por producir gasolinas y venderlas a un precio por debajo de los costos reales. El año pasado el país produjo 186,5 millones de barriles diarios de crudo, pero exportó 124 millones. La diferencia se destinó a la producción interna de derivados, que se entregan a un precio menor al del mercado.
Según el OPF, el Fisco asume un 60% del precio de los derivados que se producen en el país, un subsidio implícito que no se refleja en los datos oficiales y que aumenta el subsidio. Para el consultor petrolero, Mario Sánchez, esta diferencia hace que el valor de la gasolina del país sea atractivo para consumidores de naciones vecinas, lo que aumenta el contrabando.
“Los subsidios a los combustibles no ayudan a las personas de bajos recursos”, indicó. Los precios de venta de gasolina en el país casi están a la par que los internacionales, debido a la caída del precio del crudo.
Para Sánchez, es un momento oportuno para liberar los costos, aunque eso es poco probable porque tiene un costo político y se aproximan las elecciones.
El ministro de la Política Económica, Diego Borja, señaló que “no es el momento económico”. Se refiere a que la gente está golpeada por tres factores: ha perdido el trabajo, recibe menos remesas y paga más porque la inflación subió.