Guadalupe Llori llegó a la Prefectura de Orellana, a las 07:00 de ayer. Su propósito era ingresar al despacho para asumir, otra vez, el cargo. Escuche la entrevista ¿Qué opina de que Guadalupe Llori volvería asumir la Prefectura de Orellana? Redacción Orellana
Guadalupe Llori llegó a la Prefectura de Orellana, a las 07:00 de ayer. Su propósito era ingresar al despacho para asumir, otra vez, el cargo.
Lo hizo amparada en la resolución del Juzgado Tercero de lo Civil, que autoriza la restitución de su cargo, “por no existir causales para su destitución”.
Cuando Llori llegó al edificio de la Corporación, un piquete de policías impidió su ingreso.
“No se conformaron con tenerme presa casi un año. Ahora impiden que me posesione en el cargo que legítimamente me otorgó mi pueblo en las urnas”.
Patricio Gutiérrez, jefe del Comando Provincial de Policía, justificó la presencia de uniformados. Su argumento fue el de garantizar la seguridad de las instalaciones y evitar posibles enfrentamientos entre Llori y el prefecto Alberto Zambrano.
Zambrano apeló el dictamen en la Corte Provincial de Justicia. “Como ciudadano, tengo todo el derecho de hacerlo”.
Ante eso, Llori rentó una casa cerca de la Prefectura, en donde improvisó una oficina, para despachar los trámites. Le acompañó la alcaldesa de Francisco de Orellana, Anita Rivas. Hasta la noche, los policías seguían resguardando la Prefectura.
Guadalupe Llori llegó a la Prefectura de Orellana, a las 07:00 de ayer. Su propósito era ingresar al despacho para asumir, otra vez, el cargo.
Lo hizo amparada en la resolución del Juzgado Tercero de lo Civil, que autoriza la restitución de su cargo, “por no existir causales para su destitución”.
Cuando Llori llegó al edificio de la Corporación, un piquete de policías impidió su ingreso.
“No se conformaron con tenerme presa casi un año. Ahora impiden que me posesione en el cargo que legítimamente me otorgó mi pueblo en las urnas”.
Patricio Gutiérrez, jefe del Comando Provincial de Policía, justificó la presencia de uniformados. Su argumento fue el de garantizar la seguridad de las instalaciones y evitar posibles enfrentamientos entre Llori y el prefecto Alberto Zambrano.
Zambrano apeló el dictamen en la Corte Provincial de Justicia. “Como ciudadano, tengo todo el derecho de hacerlo”.
Ante eso, Llori rentó una casa cerca de la Prefectura, en donde improvisó una oficina, para despachar los trámites. Le acompañó la alcaldesa de Francisco de Orellana, Anita Rivas. Hasta la noche, los policías seguían resguardando la Prefectura.
