
La Corporación Aduanera Ecuatoriana (CAE) retuvo ayer cuatro vehículos de lujo para investigaciones por supuesta evasión de impuestos.
Las retenciones se registraron en la mañana en la vía a Samborondón y la avenida del Bombero, en el noroeste de la ciudad, donde efectivos de la Comisión de Tránsito del Guayas (CTG) colaboraron con personal de la CAE. El control fue dirigido por el subjefe de Tránsito, Luis Lalama.
El operativo consistió en solicitar la matrícula del vehículos, el SOAT y la licencia del conductor, para confirmar si se trataba del dueño original del automotor.
En tanto, los vehículos retenidos, entre los que constan tres BMW y un Mazda, fueron importados desde Estados Unidos y Europa con una exoneración de aranceles bajo los parámetros del programa estatal Bienvenido a Casa, manifestó el gerente general de la CAE, Santiago León, quien estuvo presente durante los controles realizados en la vía a Samborondón.
Según León, la CAE posee información que demuestra que el 30% de los migrantes que se han acogido al plan estatal ha salido del país tras negociar sus pertenencias que ingresaron con cero impuestos, sin respetar las condiciones para el efecto, una de estas era esperar cinco años para venderlas.
Explicó que dichos vehículos pueden ser vendidos siempre y cuando los migrantes beneficiarios de dicha exoneración paguen la totalidad de los tributos. “Lamentablemente hay gente que trata de evadir impuestos”, criticó León, quien reveló que al país, dentro del plan gubernamental, han ingresado 1.100 vehículos, de los cuales 166 de sus dueños ya han salido del Ecuador.
El funcionario aseguró que el 85% de estos vehículos ingresó a la ciudad de Guayaquil y la mayoría se encuentra en los sectores donde se realizaron ayer los controles. Agregó que, en otros operativos, la CAE ha retenido 20 vehículos de lujo en Quito, Guayaquil, Cuenca y Santo Domingo.
Control causó molestias
Los operativos se extendieron desde las 07:30 hasta las 09:15, tiempo durante el cual hubo críticas por parte de los dueños de los vehículos.
“No puede ser que los controles se den a esta hora cuando se está apurado por llegar a los trabajos”, recriminó uno.
Otros, como Marco Campos, un ciudadano mexicano que vive en el Ecuador hace cinco años, no tuvo problemas en esperar y se mostró colaborador con la autoridad.