En las oficinas de Petroecuador y sus ex filiales en Quito aún se vive un ambiente de incertidumbre. Las 628 notificaciones de suspensión y visto bueno por presunto conflicto de intereses y uso de información privilegiada no terminaron de entregarse el viernes pasado.
Algunos funcionarios que fungen como accionistas de Gaspetsa —empresa que elaboraba y entregaba gasolina para pesca artesanal— recibieron estas notificaciones ayer y tienen hasta mañana para entregar sus descargos ante los inspectores de trabajo.
Aunque, oficialmente, Petroecuador comunicó que no han existido mayores novedades en la operación de la empresa, técnicos que pidieron la reserva indicaron que los procesos administrativos se están acumulando.
Uno de ellos comentó que con la salida de funcionarios del área financiera se han retrasado los pagos para proveedores y la adjudicaciones de contratos.
“Por ejemplo, del departamento de Gerencia Ambiental botaron a seis de los nueve funcionarios que lo conformaban”.
En este caso se han improvisado dos salidas. Si los trabajadores suspendidos estaban en jefaturas de libre remoción, se busca reemplazos temporales con “jefes interinos”. Y si tenían rangos inferiores, se reparte su trabajo entre los empleados de similar rango. Así se redoblan turnos y se retrasan las horas de salida.
¿Hasta cuánto podrán soportar una mayor carga laboral? Los técnicos no responden, solo mencionan que no se puede designar reemplazos mientras no haya el pronunciamiento de la autoridad laboral sobre los suspendidos dentro de 30 días.
Pese a estos contratiempos, la producción en los campos no ha caído. La Agencia de Control de Hidrocarburos fiscalizó ayer cerca de 130 000 barriles. El mismo nivel en lo que va de septiembre.
En la Refinería de Esmeraldas fueron suspendidos 103 trabajadores. En los puestos claves están poniendo a personas que aún no tienen la experiencia suficiente, por lo que los equipos de la Refinería Esmeraldas corren peligro. “Nos preocupan la salud y la integridad de todos los compañeros trabajadores petroleros”, dijo el sindicalista Exio Bone.
Bone anunció que los abogados de los trabajadores suspendidos presentarán hoy (martes) las pruebas de descargo en la Inspectoría de Trabajo de Esmeraldas. El dirigente añadió que ningún trabajador pudo arriesgar su puesto de trabajo por USD 12 anuales que le representaba ser accionista de Gaspetsa.
Para Bone no hay ilegalidad en el contrato firmado con Gaspetsa, ya que la empresa se formó en 1999, amparada por la Ley de Modernización. Según ese cuerpo legal, los trabajadores públicos podían participar en los procesos de desmonopolización o privatización de empresas del Estado.
Ayer, personal técnico y administrativo de la Refinería de Esmeraldas mantuvo una reunión. De forma extraoficial se conoció que el objetivo fue buscar una solución técnica que permita que no se presente un desabastecimiento de gasolina para los pescadores artesanales.
Algunos funcionarios que fungen como accionistas de Gaspetsa —empresa que elaboraba y entregaba gasolina para pesca artesanal— recibieron estas notificaciones ayer y tienen hasta mañana para entregar sus descargos ante los inspectores de trabajo.
Aunque, oficialmente, Petroecuador comunicó que no han existido mayores novedades en la operación de la empresa, técnicos que pidieron la reserva indicaron que los procesos administrativos se están acumulando.
Uno de ellos comentó que con la salida de funcionarios del área financiera se han retrasado los pagos para proveedores y la adjudicaciones de contratos.
“Por ejemplo, del departamento de Gerencia Ambiental botaron a seis de los nueve funcionarios que lo conformaban”.
En este caso se han improvisado dos salidas. Si los trabajadores suspendidos estaban en jefaturas de libre remoción, se busca reemplazos temporales con “jefes interinos”. Y si tenían rangos inferiores, se reparte su trabajo entre los empleados de similar rango. Así se redoblan turnos y se retrasan las horas de salida.
¿Hasta cuánto podrán soportar una mayor carga laboral? Los técnicos no responden, solo mencionan que no se puede designar reemplazos mientras no haya el pronunciamiento de la autoridad laboral sobre los suspendidos dentro de 30 días.
Pese a estos contratiempos, la producción en los campos no ha caído. La Agencia de Control de Hidrocarburos fiscalizó ayer cerca de 130 000 barriles. El mismo nivel en lo que va de septiembre.
En la Refinería de Esmeraldas fueron suspendidos 103 trabajadores. En los puestos claves están poniendo a personas que aún no tienen la experiencia suficiente, por lo que los equipos de la Refinería Esmeraldas corren peligro. “Nos preocupan la salud y la integridad de todos los compañeros trabajadores petroleros”, dijo el sindicalista Exio Bone.
Bone anunció que los abogados de los trabajadores suspendidos presentarán hoy (martes) las pruebas de descargo en la Inspectoría de Trabajo de Esmeraldas. El dirigente añadió que ningún trabajador pudo arriesgar su puesto de trabajo por USD 12 anuales que le representaba ser accionista de Gaspetsa.
Para Bone no hay ilegalidad en el contrato firmado con Gaspetsa, ya que la empresa se formó en 1999, amparada por la Ley de Modernización. Según ese cuerpo legal, los trabajadores públicos podían participar en los procesos de desmonopolización o privatización de empresas del Estado.
Ayer, personal técnico y administrativo de la Refinería de Esmeraldas mantuvo una reunión. De forma extraoficial se conoció que el objetivo fue buscar una solución técnica que permita que no se presente un desabastecimiento de gasolina para los pescadores artesanales.