jueves, 23 de septiembre de 2010

FARC quieren diálogo sin condición

BOGOTÁ. El ministro de defensa, Rodrigo Rivera (c), el domingo pasado, cuando leía un comunicado en el que daba parte del ataque contra las FARC, en el que murió un jefe guerrillero.

El Gobierno colombiano reiteró ayer la exigencia de que las guerrillas izquierdistas “dejen el terrorismo” para poder dialogar, luego de que las FARC rechazaran en un comunicado las condiciones planteadas por el presidente Juan Manuel Santos. “Yo he dicho claramente: para cualquier diálogo se requiere que dejen de hacer terrorismo. En eso no cabe la menor duda”, dijo Santos desde Nueva York, según una declaración difundida en Bogotá por la presidencia.

“Si no dejan de hacer terrorismo, nosotros seguiremos aplicando toda la presión militar como lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo”, agregó Santos, quien asiste a la Asamblea General de la ONU.

Santos respondió así al Bloque Sur de las FARC, que ayer manifestó su disposición a un diálogo pero sin condiciones previas, según un comunicado divulgado en internet.

“El Bloque Sur (que combate en esa zona del país) una vez más reitera ante la opinión pública nacional e internacional la disposición de las FARC para conversar con el actual Gobierno y encontrar una salida política al conflicto social y armado que vive el país, pero sin ningún tipo de condicionamiento”, dijo el comunicado.

“Lo que el Presidente está exigiendo para conversar deberá ser el resultado de un acuerdo de paz y no la condición previa al diálogo”, agregó el comunicado divulgado por la agencia Anncol, que difunde información de las FARC.

El autor de este comunicado, el Bloque Sur, que opera cerca de la frontera con Ecuador, sufrió el pasado domingo un duro golpe militar que acabó con la vida de uno de sus jefes y líderes políticos, Sixto Antonio Cabana, alias Domingo Biojó y con la de otros 26 combatientes.

El ministro del Interior y Justicia, Germán Vargas, declaró que “el Gobierno no va a avanzar en diálogos estériles que no conduzcan a nada, y mucho menos aceptar condicionamientos de las organizaciones ilegales”.

Santos asumió la Presidencia el pasado 7 de agosto y en su discurso de investidura ofreció una posibilidad de diálogo a las guerrillas, que ya habían manifestado su deseo de conversar con el nuevo régimen a través de un video de Alfonso Cano, máximo jefe de las FARC.

Pero cinco días después de la toma de posesión, tras la explosión de un coche-bomba en Bogotá cuya autoría aún se desconoce, Santos condicionó cualquier acercamiento con las FARC a que cesen los actos violentos y liberen a los secuestrados, 20 de ellos miembros de la fuerza pública.

El Bloque Sur de las FARC dijo en su comunicado que Santos “solo ofrece la paz de los sepulcros” y advirtió que “mientras haya guerra, habrá actos de guerra de parte y parte”.

La declaración se produjo en ocasión de la divulgación de su balance de un ataque contra la Policía el pasado 1 de septiembre en el departamento de Putumayo (fronterizo con Ecuador y Perú), en el que murieron catorce uniformados.